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Martes Mayo 30, 2023

Con el anuncio de las conversaciones exploratorias entre el Gobierno y las Farc, a las que se podría unir el Eln, el Presidente Santos da su primer paso público para convertir la paz en el tema que acapare el segundo tiempo de su gobierno. Para lograrlo, una de las personas más importantes fue su hermano, Enrique, quien le sirvió de emisario ante las Farc.

Enrique Santos Calderón es un hombre que conoce a las Farc desde hace décadas, que tuvo coqueteos con la izquierda cuando joven y que conoce el establecimiento y los medios colombianos al derecho y al revés. 

Entre la izquierda y el establecimiento

Enrique Santos, como Juan Manuel, es un hombre de la entraña del poder. Sobrino nieto de presidente, hijo del jefe de redacción y editor general de El Tiempo durante más de medio siglo, Enrique Santos fue director del diario más poderoso del país entre 1999 y 2009. Ahora es el hermano mayor del Presidente y el papá del director de la revista Semana.

Pero durante una época de su vida Enrique también fue señalado como “guerrillero del Chicó”. Después de estudiar en el Gimnasio Moderno, Nueva Granada y Anglo Colombiano, y de graduarse de Filosofía y Letras en la Universidad de Los Andes, se fue a hacer una especialización en ciencia política en Múnich. Allá conoció a su primera esposa, María Teresa Rubino, y se acercó más a la ideas de izquierda en boga en pleno 1968.

El pasado de izquierda de Enrique Santos Calderón y su evidente pertenencia a la élite social, además de ser el hermano del Presidente, lo convirtieron en un excelente candidato para llevar el mensaje de la paz a la guerrilla.

El Presidente Juan Manuel Santos confió en su hermano Enrique el papel de emisario del gobierno ante las Farc, lo demuestra que extrema confianza, a pesar de que su relación nunca ha sido muy estrecha.

Daniel Samper Pizano es amigo de juventud de Enrique Santos. Se alejaron temporalmente durante el gobierno Samper.

Foto tomada de: Todo Veracruz

Santos conoció a Cano. Su encuentro durante el proceso de paz del Caguán, que duró toda una noche e incluyó alcohol y ver una pelea de boxeo por televisión, fue un fracaso.

Contemporáneo de Daniel Samper Pizano, entró como asistente del entonces director del Tiempo Roberto García – Peña (abuelo del ex ministro Rodrigo Pardo, director de RCN Televisión, del fallecido columnista Roberto posada García-Peña, 'D'Artagnan', y del ex consejero de paz Daniel García-Peña), mientras estudiaban. Ahí Santos hizo pequeñas crónicas y empezó a cubrir el movimiento estudiantil, con el que simpatizaba.

Aunque ya en Los Andes había coqueteado con posturas anti establecimiento, su vida en Europa reforzó esta inclinación.

Eso se reflejó en las crónicas que enviaba al periódico, que el dueño del periódico, el ex presidente Eduardo Santos, consideraba comunistas y que llevaron a que le redujera su herencia de El Tiempo del 25 a 3 por ciento, según contó Semana.

Pero como de todos los Santos él era el que más había heredado la vocación periodística, a su regreso de Europa entró a El Tiempo, y en 1970 inauguró su columna Contraescape.

En ella hizo duras críticas a los últimos gobiernos del Frente Nacional, en contraste con los editoriales del diario, que eran claramente gobiernistas. Pero eso no era suficiente para Enrique, quien, según dijo Gabriel García Márquez, era todo un hippie. “Estaba barbudo, peludo, parecía un sobreviviente hippie, proguerrilla y prosexo libre," le dijo el escritor a Semana en 1997 cuando en pleno proceso 8000 Santos Calderón era considerado el columnista más influyente del país.

Precisamente con Gabriel García Márquez, Antonio Caballero, Orlando Fals Borda, Jorge Restrepo y José Vicente Katarín, entre otros, Enrique Santos creó la revista Alternativa en 1974. Era una publicación crítica del Frente Nacional, que esperaba ser la voz de una izquierda dividida, y en cuya creación participó Jaime Bateman, luego líder del M-19.

La vinculación de la revista con la izquierda era clara, especialmente la de Santos. “Para sus amigos, como Antonio Caballero, Enrique estuvo de verdad metido en cosas muy peligrosas. En eso está de acuerdo García Márquez”, escribió Semana. Santos fue objeto de un atentado, una bomba en su casa, que casi le cuesta la vida a su hijo Julián, el menor, debido a las denuncias que estaba haciendo la revista sobre corrupción en el Ejército.

Alrededor de la revista se fundó el movimiento de izquierda, “¡Firmes!”, que lanzó a Gerardo Molina a la Presidencia en 1982. En ese movimiento participaron figuras conocidas como José Obdulio Gaviria (antes de que se volviera de derecha) y Carlos Gaviria.

Santos se mantuvo al margen de la vida electoral y, durante toda la vida de Alternativa, no dejó de mantener y cultivar buenas relaciones con miembros de las élites, que le ayudaban a la revista a sobreaguar las crisis económicas. “La revista no se habría podido hacer sin la dirección de Enrique, porque al tiempo podía mantener los contactos con el poder económico y político”, dijo Antonio Caballero.

En todo caso, Alternativa se quebró y cerró en 1980. Santos volvió entonces a El Tiempo y siguió con su columna Contraescape, desde donde mantuvo durante varios años una posición menos gobiernista que la de varios de sus familiares que también participaban en el periódico. Era tan influyente en su momento que su primer libro, “La guerra por la paz”, que contenía columnas ya publicadas entre 1982 y 1985, fue un best seller cuando salió en este último año. Enrique estuvo en el periódico hasta 2010, cuando decidió vender sus acciones a Planeta, unos meses después de haber dejado la dirección.

En 1982, al regresar de un tiempo de vivir en París, presidió el Comité de Solidaridad de los Presos Políticos, organización que defendía a los miembros de la izquierda que estaban en la cárcel en virtud del Estatuto de Seguridad de Turbay.

Santos se encantó con las banderas de paz y pluralismo que enarbolaba Belisario Betancur, elegido presidente ese mismo año.  Eso le permitió terminar como miembro de la Comisión de Paz que creó Betancur en 1984, cuando el gobierno acordó un cese el fuego y amnistió a guerrilleros que estaban en las cárceles.

De esa época hay una foto suya en Casa Verde, en la que también aparecen Alfonso Cano y Jacobo Arenas. Una foto que es el testimonio de que para las Farc, Santos no es un aparecido. En esa ocasión se reunió con los máximos líderes, Arenas y Tirofijo, y conoció a Cano. Pero por esa época también se empezaron a marchitar sus coqueteos con la izquierda, y Santos se enfocó en El Tiempo.

Durante el proceso 8.000, Santos Calderón se puso del lado de su tío Hernando y no de su padre, que defendió a Samper y quedó en la orilla opuesta a la de su amigo Daniel Samper Pizano. Enrique fue un fuertísimo crítico de Samper: le dedicó casi un centenar de columnas, incluyendo una titulada ‘Debe irse’. En ella le pidió la renuncia, como reacción a las declaraciones de Fernando Botero de que Samper sabía del ingreso de dinero del Cartel de Cali a la campaña.

En esos mismos años fue socio del noticiero QAP, el más radical contra Samper. Era el mayor accionista, con el 30 por ciento del capital, y era socio de las periodistas María Elvira Samper y María Isabel Rueda, directoras del noticiero, del editor de libros Benjamín Villegas y del empresario Julio Andrés Camacho. También participó inicialmente Gabriel García Márquez. Pero QAP se acabó en 1997, tras una nueva ley de televisión que creó una nueva licitación de los espacios de televisión, y en la que los dueños prefirieron no participar pues entendían quen el gobierno no los iba a dejar ganar.

En 1999, asumió la co-dirección de El Tiempo, junto con su primo Rafael Santos. Para ese entonces Santos se iba acomodando mejor en El Tiempo, y sus inclinaciones de izquierda desaparecieron a medida que se metía más en el periodismo y los negocios. Ya poco le quedaba del hombre rebelde que había sido.

Cuando tuvo otra oportunidad de volver a ver a las Farc, en medio de la negociación del Caguán, tanto Santos como las Farc ya no eran lo que habían sido cuando se conocieron. La reunión fue un fiasco. “'Alfonso Cano' era la personificación de la arrogancia triunfalista que en ese entonces proyectaban las Farc,” escribió Santos a finales de 2011, cuando murió Cano. En esa ocasión Santos también conoció a ‘Iván Ríos’ y a ‘Pablo Catatumbo’, uno de los actuales miembros del Secretariado. Esos fueron sus últimos acercamientos con la izquierda. Pero ahora esa trayectoria resultó útil para hacer las priemras aproximaciones con la guerrilla.

El peso de ser un Santos

Las relaciones de Santos con su familia no han sido fáciles. Con su padre, Enrique Santos Castillo, fue muy tensa por el izquierdismo de Enrique y el franquismo de su papá. "Todo lo que a él le oliera a comunismo lo sacaba de quicio. Con mi viejo había fricciones permanente, muy incómodas de manejar” le dijo Santos a María Isabel Rueda en su libro 'Casi toda la verdad'.

Enrique es el mayor de cuatro hermanos, seis años mayor que Juan Manuel, y no han sido particularmente cercanos; el primero es simpático (“muy inteligente y muy frívolo”, como lo definió su amigo Antonio Caballero) y fue todo un Don Juan, mientras que Juan Manuel era más tímido y cerebral. Y esa distancia se mantuvo con el paso del tiempo, hasta que Juan Manuel se hizo Presidente.

“Enrique llora de emoción en el hombro presidencial de su hermano, en quien nunca creyó“, escribió Héctor Osuna en 2011. Y es que, durante el gobierno Uribe, Enrique criticó que Juan Manuel fuera Ministro y que su primo Francisco fuera Vicepresidente. “Que Francisco y Juan Manuel estén en el Gobierno es lesivo para la credibilidad de El Tiempo porque nos pueden ver como una incubadora de candidatos,” le dijo a Cambio.

Enrique Santos apoyó a Uribe en su primer gobierno y en su primera reelección, pero se distanció de la posibilidad de un tercer mandato. “Sigo pensando que hoy es el mejor Presidente que pueda tener Colombia” dijo en 2007; pero en esa misma entrevista afirmó “Para mí sería inconcebible un tercer período de Uribe. Me parecería gravísimo que se pusiera a buscarlo.”

Santos se retiró del periódico antes de que Uribe terminara su mandato. Con la venta de la mayoría accionaria a Planeta, con la que él no estaba muy feliz, también dejó la dirección del periódico en 2009. Además se veía venir la precandidatura presidencial de Juan Manuel. Y, según Santos, su rechazo al cierre de la revista Cambio lo alejó de las otras directivas. Por unos meses retomó su columna de Contraescape, pero muchos, como Felipe Zuleta, lo criticaron porque ya no tenía el picante de antes. Y finalmente se retiró del todo.

Así, pasó a asumir el rol de hermano del Presidente, de quien antes había dicho: “Dios nos libre de si Juan Manuel es Presidente”.

“Muchos se han sorprendido y también ha sorprendido a su hermano mayor", le dijo Enrique a Cecilia Orozco en una entrevista en 2011, refiriéndose el inesperado énfasis que ha hecho el Presidente en la ley de víctimas y de restitución de tierras. Ese enfoque ha sido el que ha acercado a los dos hermanos y, seguramente, el que permitió que Enrique terminara sirviendo de puente entre el Gobierno y las Farc.

En agosto de 2011, Santos escribió un artículo en El Tiempo en el que hizo público ese proceso de acercamiento a Juan Manuel. Primero mencionó “la larga historia de desencuentros que he tenido con mi hermano menor desde que, siendo subdirector de EL TIEMPO, se lanzó hace 20 años a la política.” Pero luego se declaró desconcertado “positivamente”, y dijo “Su primera alocución como Presidente de los colombianos (…) me disipó las últimas dudas de que estaba a la altura del cargo que había añorado toda una vida.” Ahora se convirtió en un facilitador para que su hermano saque la famosa llave de la paz.

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Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Mié, 2012-08-29 11:12

Esperemos que continúe ayudándo a su hermano menor si sigue el proceso de paz. Excelente contexto!

Mié, 2012-08-29 11:01

santos es de cuna liberal y ha sido formado por los liberales y actúa como todos los presidentes liberales. la paz con hambre no se sostiene durante mucho tiempo.

Mar, 2012-08-28 11:25

Lamas, mil gracias por la precisión. Ya la corregimos.

Mar, 2012-08-28 09:37

No me queda claro cuál fue el papel de emisario que Enrique jugó en este proceso que comienza. ¿Es una conjetura basada en su pasado?

Mar, 2012-08-28 09:57

Hola Daniel:

Aunque no tenemos información detallada, sabemos que Enrique Santos participó en los primeros contactos con las Farc. Este perfil intenta explicar por qué reúne varias características que le eran útiles en ese papel.

Mar, 2012-08-28 13:25

Veo, dado el título del artículo, el lector se queda esperando un indicio que vincule a E.S. con el proceso. Tal vez hubiera cabido una referencia a que la silla conoce información preliminar sobre esa participación, aunque sin detalles. Gracias por la respuesta (que en todo caso aclara el asunto), y saludos.

Mar, 2012-08-28 07:56

La minibiografia de Enrique lo define como un efectivo coequipero que marca una real esperanza de paz en este segundo tiempo de Santos.Todas las personas que al parecer estaran involucradas y a las que se les dara el aval de participar de una u otra forma tienen algo en comun, y es el de querer de verdad que esto cambie,esa union al rededor de una inicitaiva presidencial apoyada por la gran mayoria de los sectores( ...afortunadamente,incluso por mi),es bienvenida y de seguro tendra sus frutos;el sector radical de la extrema derecha,comandado por FURIBE hara lo imposible por torpedear este proceso, para este grupo egoista que tuvo su oportunidad de 8 eternos años y aun asi ''les falto tiempo'' lo convertiran en el nuevo objetivo apoyados de idiotas utiles como RCN y a veces de Caracol( los primeros en muchisisisisisma mayor porporcion),ojala en esta oportunidad esos medios se póngan la mano en el considere y asuman una posicion menos egoista y mas proactiva como beneficio comun.

Mar, 2012-08-28 05:20

Que bien que el hermano del presidente esté buscando la paz y no los contratos, pero claro es que es Enrique Santos, todo un pasado quedó aquí reflejado: Alternativa, Firmes, sus peleas en El Tiempo, su columna Contraescape, el ser guerrillero del Chicó, junto con Daniel Samper Pizano, como los bautizó Alvaro Gómez. Un hombre de la entraña del poder, pero contestatario, aunque es verdad que en los últimos años ya no lo es tanto. Ojalá este hermano del presidente sea una herramienta eficaz, para esa paz que nuevamente nos asoma. Para eso Farc y la derecha colombiana deben jugar limpio. A mi no deja de producirme náuseas tanta muerte de jóvenes pobres, que son quienes hacen aquí la guerra en todos los frentes, guerrilla, ejército y paramilitarismo, no son Tomás y Jeronimo. Y así es muy fácil abogar por una guerra fratricida. Que esta vez sea.

Mar, 2012-08-28 14:28

No puede haber un personaje que mejor que ENRIQUE SANTOS CALDERÓN encaje en el ámbito de esos puentes tendidos entre el Gobierno de JUAN MANUEL SANTOS y las FARC. Porque él conoce como ninguno la historia de la izquierda, incluidos sus desaciertos, más que sus aciertos; porque militó en el movimiento FIRMES que fue la primera propuesta de izquierda democrática por fuera de las encasilladas propuestas dogmáticas de algunos sectores y grupos que igualmente se proclamaban impulsores de alianzas o propuestas democráticas. Y, porque como claramente lo señala JUAN ESTEBAN LEWIN, autor de este artículo, es un personaje ligado por mil hilos a los circulos elitistas del Poder económico y político de las clases sociales que siempre han decidido y mandado en el país.

Mar, 2012-08-28 00:49

Los SANTOS se estarían tratando de reivindicar con el país y eso, a la larga, puede ser muy bueno para tomar el camino de la PAZ. CINCO DÉCADAS de sangre, odios, miedos y miseria moral y social deben ser superados de una buena vez.

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