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Hace poco más de un año se conocieron unas fotografías que confirmaron las denuncias que se venían escuchando desde hace años en el Magdalena: una barcaza al servicio de la Drummond -la segunda empresa carbonífera del país- cargada con más de dos mil toneladas de carbón aparecía vertiendo parte del material a las aguas del mar de Santa Marta. El asunto causó indignación nacional y que el Gobierno multara a la multinacional con la sanción más alta en la historia ambiental del país y frenara por un mes el cargue del mineral en esa ciudad. La denuncia fue inicialmente hecha por el periodista y abogado samario Alejandro Arias, quien las publicó en su blog el 30 de enero. Ya habían pasado 15 días desde el incidente que no fue reportado por la Drummond dentro del plazo legal que tenía para hacerlo que es de tres días.
Arias se convirtió en el abanderado de la denuncia a nivel nacional, tanto que tiempo después la revista Semana lo elogió en un artículo titulado ‘El periodista que puso en jaque a la Drummond’ en el que Arias asegura que él tomó las fotos desde una lancha.
Las imágenes tuvieron tal impacto que en octubre el premio Simón Bolívar galardonó a Arias en la categoría de fotografía en Internet, el más importante premio de periodismo en Colombia. Al postularse, Arias afirmó que las fotografías del mayor escándalo ambiental del año eran de su autoría y así lo asumió el jurado del concurso (del que Juanita León, la directora de La Silla Vacía, formaba parte). Las bases del Simón Bolívar son claras en que los otorgantes del Premio "asumen que la información presentada por los periodistas, en el formulario de inscripción, es veraz".
Sin embargo, La Silla estuvo de visita en Santa Marta hace unos días y ahí encontró varias pruebas que indican que el periodista no pudo haber tomado las fotos que dice haber hecho y por las cuales se ganó el prestigioso premio periodístico.
La historia
Las dudas sobre la autoría de las fotos de Alejandro Arias era un rumor que venía corriendo entre varios colegas samarios desde hace meses, pero que no se había concretado. El nombre del abogado bloguero volvió a cobrar protagonismo el pasado jueves, luego de que se conociera en la ciudad un audio en el que supuestamente el alcalde de Ciénaga (la segunda ciudad del Magdalena), Luis ‘Tete’ Samper, da unas declaraciones acusándolo de extorsión, y algunos recordararon lo del escándalo de la Drummond. El viernes, Arias anunció que denunció ante la Fiscalía por injuria y calumnia a Tete Samper, y a unos tuiteros sólo por haberle dado retuit al audio.
La primera evidencia de que Arias no tomó las fotos premiadas es que dos días antes de salir en su blog habían salido en el diario Opinión Caribe, un periódico pequeño que sale a circulación cada 15 días. El periodista Víctor Rodríguez, director de Opinión Caribe, le facilitó a La Silla un ejemplar impreso de su edición del 1 al 15 de febrero en la que, en primera página e incluso por encima del cabezote debido a la importancia de la noticia, aparecen las imágenes que pusieron en jaque a la Drummond con el título de ‘¡Carbón al agua!’. Son las mismas imágenes con las que Arias ganó el Simón Bolívar.
Rodríguez también nos entregó copia de una certificación de la editorial en la que imprime el periódico, en la que consta que esa edición fue mandada a impresión el día 28 de enero de 2013. Es decir, dos días antes de que las fotos salieran en el blog de Arias, que las publicó el 30 de enero.
Rodríguez contó a La Silla que las fotos le llegaron días antes a través de la Asociación de Trabajadores Enfermos de Drummond, con quienes había entablado una buena relación después de que en noviembre de 2012 les había publicado en primera página una denuncia titulada ‘En Drummond, 11 mil accidentes en 17 años’.
Los trabajadores agrupados en la asociación le entregaron a Rodríguez además un comunicado en el que detallan todo sobre el derrame: que ocurrió el 13 de enero de 2013, que la barcaza era la número 115, que el tonelaje total era de 2.967, y aseguran que llevarán la denuncia a todos los medios de comunicación. En ese comunicado ponen copia de algunas de las fotos y el periódico les da el crédito de la denuncia a ellos.
La Silla se comunicó con la Asociación de Trabajadores Enfermos de Drummond y ahí aseguraron que las fotos se las hicieron llegar a ellos el 17 de enero de 2013 (cuatro días después del derrame) y que no saben a ciencia cierta quién las tomó pero que en todo caso no fue Alejandro Arias: “No fueron tomadas por Alejandro Arias, de pronto por pescadores de la zona que tienen mucho resentimiento con lo que hace la Drummond”, nos dijo una fuente de esa organización, cuyo nombre omitimos a su petición.
Según la Asociación, el mismo día 17 por la tarde le entregaron las fotos con la información sobre el derrame a Víctor Rodríguez, de Opinión Caribe, pero como vieron que su periódico es quincenal y podía tardar en salir, dos días después (el 19) se las pasaron a Alejandro Arias, quien los ha acompañado en varias de sus denuncias contra la Drummond.
Esa organización de trabajadores enfermos aclaró que aunque están seguros de que Arias no tomó las fotos ellos sí están muy agradecidos con él, quien fue el que movió el tema a nivel nacional.
“Aquí lo que vale es la valentía de la gente. Lo importante es la ayuda. El mérito se lo lleva quien haga la bulla y Colombia debe estar agradecida con Alejandro Arias”, añadió la fuente.
La Silla le preguntó a esa fuente de la Asociación si sabían que Arias se había ganado un premio por ser el supuesto autor de esas fotos y respondió: “Nunca se lo hemos reprochado ni se lo vamos a reprochar. Él habló con nosotros y le dijimos que no había problema con eso”.
Consultado al respecto, Alejandro Arias insistió en que sí tomó las fotos e incluso dio estos detalles: “Yo he venido haciendo denuncias contra la Drummond y en ese proceso hago el contacto con los trabajadores de la Asociación. En el instante en que ocurre el incidente, ellos avisan. Incluso el mismo tipo que estaba en la barcaza nos llama. Nos montamos en la lancha de un pescador, me monté con el presidente de la Asociación que se llama Aníbal Pérez Parra, y hacemos las fotos”.
Arias nos dijo que las hizo desde su celular porque no había oportunidad de una cámara en ese momento y que lo que pasó fue que las fotos fueron guardadas en dos computadores, uno de él y otro de la Asociación. “Yo no publico nada porque yo necesito que una autoridad valide que eso sí sucedió y no pase como en otras ocasiones que dicen que no ha habido derrame. Mientras yo contacto a la Dimar (la autoridad marítima nacional), los trabajadores vieron que yo no publicaba nada y se las dieron a Víctor (Rodríguez)”.
A pesar de que Arias dice que necesitaba una confirmación de las autoridades del derrame que estaba suficientemente comprobado con las imágenes, la historia en su blog del 30 de enero tiene apenas cinco líneas en las que no cita a ninguna autoridad marítima.
La Silla consultó a dos altos funcionarios de la Drummond sobre si era posible que estas fotos hubieran sido tomadas desde una lancha de un pescador. Ambos coincidieron en que no había "ninguna posibilidad" de que alguien externo a la empresa hubiera podido tomarlas, debido a que -por la distancia y la seguridad alrededor de las barcazas- “entrar ahí es tan imposible como entrar a la embajada americana”. Dos periodistas de la región que han cubierto temas del medio ambiente, por aparte, confirmaron que la seguridad de la Drummond es máxima y que alrededor de las barcazas, que están en mar abierto, suelen haber lanchas rápidas de la empresa cuidando que nadie se acerque.
Un fotógrafo consultado al respecto añadió que no es posible haber hecho estas fotos con celular si se está a gran distancia o desde tierra.
Las fotos son verídicas
Arias dijo a La Silla que tiene claro que sus denuncias son verídicas (algo que nadie -ni siquiera la Drummond- ha puesto en duda) y que no va a entrar en ninguna discusión porque considera que La Silla investigó la historia “por ser afecta” al alcalde de Santa Marta Carlos Caicedo, a quien Arias ha denunciado de tener presuntos vínculos con paramilitares.
“No me voy a preocupar por darle explicaciones a nadie, pueden preguntarle a la Asociación de Trabajadores Enfermos de Drummond si lo que digo es cierto. Ellos saben que tomé las fotos”.
Entonces La Silla habló de nuevo con la Asociación. Allí nos reiteraron que Arias no tomó las fotos, pero también aclararon que no quieren romper lazos con él pues el abogado los ha ayudado en sus denuncias y también en que los 23 casos que llevan por cáncer de pulmón en trabajadores, supuestamente afectados por el carbón de la Drummond, lleguen a los estrados judiciales.
La veracidad de las fotos no está en duda. El derrame es tan real y grave que el Gobierno multó a la Drummond con 6.965 millones de pesos por la contaminación de carbón en la bahía de Santa Marta. En un evento en la Casa de Nariño, el presidente Juan Manuel Santos dijo por su parte que la Drummond incumple la ley y contamina. Y los trabajadores enfermos de la Drummond dicen que 23 de sus 800 afiliados tienen cáncer de pulmón y otros 100, problemas pulmonares. Según esa asociación, hace una semana apenas se registró una mortandad de peces en Santa Marta debido al carbón que yace en el mar. Sin embargo, ese dato no lo pudo confirmar La Silla.
Lo que sí está en duda es que Alejandro Arias haya tomado las fotos que sirvieron como prueba de este escándalo.
Actualización: después de publicada esta historia, el periodista Alejandro Arias publicó en su blog un comunicado de la Asociación de Trabajadores Enfermos de Drummond, firmado por su presidente Aníbal José Pérez Parra, en el que se asegura que la información de esta nota es "absolutamente falsa y carente de verdad" y que la periodista Laura Ardila Arrieta "manipuló y editó las informaciones entregadas".
Al respecto, La Silla Vacía se ratifica en todo lo aquí publicado y revela que la fuente anónima con la que habló fue precisamente el presidente de la Asociación Aníbal José Pérez Parra, quien inicialmente nos habló on the récord y aseguró que Alejandro Arias no había tomado las fotos de la denuncia y que el primer medio al que ellos le dieron las imágenes fue a Opinión Caribe. Toda la información que aquí publicamos atribuida a la Asociación de Trabajadores Enfermos de Drummond nos la dijo Aníbal José Pérez Parra.
Sin embargo (pocos minutos después de que La Silla había llamado a Alejandro Arias para consultarlo por esta historia), nos llamó Aníbal José Pérez Parra para pedirnos que por favor no lo citáramos en la historia porque lo acababa de llamar Arias y él no quería que la Asociación rompiera relaciones con Arias, debido a que según él Arias les ha colaborado mucho. En esa conversación, no obstante, Pérez ratificó que Arias no era el autor de las fotos y nos dijo que ni siquiera él sabe quién las tomó. Esa conversación la tenemos grabada.
Entonces La Silla decidió publicar lo dicho por Pérez Parra sin citarlo con nombre propio, tal y como él nos lo pidió. Lamentamos ahora revelar el nombre de esa fuente, pero lo hacemos en respuesta a su comunicado y nos ratificamos en lo publicado aquí.
Actualización 2: El lunes 24 de febrero, un día después de publicada esta historia, La Silla obtuvo nueva información en la que se comprueba que Alejandro Arias no tomó las fotografías de barcazas de la Drummond arrojando carbón al mar de Santa Marta. Para conocer el nuevo capítulo de la historia haga click aquí.
Le faltó delicadeza que le costaba decir la verdadera autoría de la foto? nadie da puntada sin dedal, que cosita.
Este artículo no solo es irresponsable sino muy tendencioso. La labor del periodismo en Colombia esta lleno de inusuales perturbaciones, como las de poseer una de las peores estadisticas en cuanto a asesinatos a periodistas y defensores de DDHH. Ahora que la mega-minería ha tomado tanta fuerza como política de estado, los defensores del medio ambiente, muchos periodistas ad-honorem, también estan siendo victimas de amenazas y situaciones dificiles que no siempre se pueden resolver como si estuvieramos en Suiza. Quien tuvo la culpa? De quien son las fotos? por qué se ganó un premio de periodismo? son todas preguntas que en Colombia se vuelven relativas considerando el tamaño de la Drummond, quien ya ha sido condenado en EEUU por alianzas con los paramilitares. Desafortunadamente en Colombia el expediente anda perdido en Medellin.
Como se que la señora Juana León no publicará esta que es mi respuesta se las comparto para que lean y saquen conclusiones: http://alejandroaria2.blogspot.com/2014/02/la-silla-vacia-sus-fechorias-...
Las cosas usualmente no siempre son tan simples. ¿En qué país está la Silla Vacía? Ah sí, en Colombia, donde matan a las personas porque sí... o por ejemplo, por tomar fotografías de la Drummond arrojando carbón al mar. A mi me parece muy irresponsable de la Silla Vacía revelar su fuente y de paso poner en peligro a los miembros de la Asociación de Trabajadores Enfermos de la Drummond... que cabe anotar, algunos ya han sido asesinados por mucho menos que publicar unas fotografías que le han puesto en cintura a la Drummond. En una situación tan tensa, en la que el gobierno no tiene el más mínimo control y garantía de protección de la gente (como estamos viendo hoy con Aida Bella) lo mejor que puede pasar en Santa Marta es que sea Alejandro Arias quién públicamente tomó esas fotografías.
yoligrilla. El señor Arias nos habló inicialmente on-the-record (es decir, con su nombre), por lo cual asumimos que él no cree que la Drummond lo vaya a matar por esto. El también ya le había dicho en noviembre a un periódico de Alabama http://cw.ua.edu/2013/11/20/former-miner-condemns-drummond/ que las fotos se las habían dado unos pescadores, y no consideró que por eso iba a correr riesgo. Entonces, no creo que revelando la fuente lo hubieramos puesto en peligro.
La Silla solo reveló su fuente cuando esta dijó publicamente exactamente lo contrario a lo que nos había dicho, una cosa que revela total deslealtad y que aquí, y en cualquier lugar del mundo, releva al periodista de su deber de proteger el anonimato.
Este comentario una vez más es falso. Esto nada tiene que ver conmigo: "El señor Arias nos habló inicialmente on-the-record (es decir, con su nombre), por lo cual asumimos que él no cree que la Drummond lo vaya a matar por esto. El también ya le había dicho en noviembre a un periódico de Alabama http://cw.ua.edu/2013/11/20/former-miner-condemns-drummond/ que las fotos se las habían dado unos pescadores, y no consideró que por eso iba a correr riesgo. Entonces, no creo que revelando la fuente lo hubieramos puesto en peligro". Le sugiero la siguiente lectura: http://alejandroaria2.blogspot.com/2014/02/la-silla-vacia-sus-fechorias-...
Feo esto Alejando Arias, lo que hiciste con la mano Lo borraste con el pie, de la admiración por está De un cosa de la Drumon pasa a la decepción, la honestidad es el pilar de todo con esta acción de vanidad (ser galardonado con un previo qué no merece) usted deja una imagen dudosa. No era necesario mentir ya usted con la sola De y cosa había ganado. Ahora d a patadas de ahogado, es contundente la noticia y pruebas presentadas pie lo a Silla Vacía.
Tema interesante. Como artículo periodístico, creo que está suficientemente documentado y es válido. Ahora, las fotos tienen su valor social, periodístico e incluso de responsabilidad disciplinaria, al punto que se reveló irrefutablemente las malas prácticas de la Drummond que afecta el medio ambiente. Pero, otro asunto es aceptar una postulación para obtener un premio, en el que se expresa ser el autor, y no serlo. Además ganarlo y seguir aceptando una condición esencial para el reconocimiento. La reacción porque se revele la falta de autoría de unas fotografías reconocidas por el premio más importante del periodismo colombiano, que se ha hecho con indignación por algunos usuarios de LSV, no la comparto, es un fraude para los otros autores postulados, no tenemos derecho para decidir por ellos y exigirles que se queden callados, esa será una cuestión personal. Mi desacuerdo está en la revelación de la fuente, si además vuelve a ratificarse y expresar que lo dejen anónimo.
Discrepo 100% con este planteamiento Juanita: si la fuente pide permanecer anónima, el periodista debe guardar este anonimato hasta las últimas consecuencias. ¿Cuándo dejaremos de utilizar el argumento de que "como todos lo hacen, yo también"? En este caso puntual tiene sentido que la fuente quiera permanecer anónima. LSV ha recopilado información más que suficiente para demostrar que las fotos no son de Arias y podría ir a juicio para demostrarlo. La prueba reina además es que todas las fotos digitales guardan la información de con qué cámara fueron tomadas. Basta con que Arias entregue los archivos para ver esta info y darse cuenta de qué cámara se usó. Así de sencillo y sin necesidad de revelar la fuente. ¿Cuántas veces "Garganta profunda" no tuvo que negar en público lo que les revelaba a Woodward y Bernstein? Ellos a su vez siempre ratificaron la veracidad de su fuente. En este caso perfectamente hubieran podido hacer lo mismo honrando el compromiso de guardar la fuente.
Pienso que es una lástima que a) no se sepa realmente quién tomó las fotos, porque esa persona SÍ se merece el galardón y los $14'000.000 del premio; b) que tenga que tambalear una relación en la que [por lo que nos informan] hay un beneficio enorme frente a una asociación de enfermos que, de otra forma, no tendría ni voz ni voto para mucho público sin la ayuda de una persona. Y bueno... la nota en sí me parece bien construida.
Tiene los documentos, la línea de historia, la aclaración es pertinente y hace cerrar el círculo.
Parece que les van a llover palos por un rato por esto [el clásico va a ser por el lado de ser jurado].
Saquen el paraguas, periodistas... y a la Drummond HAY QUE SEGUIRLA INVESTIGANDO.
Que en lugar de armar más brecha, comprendan que son los accidentes y daños los que no han llegado ni a la mitad de su visibilidad a través de diferentes notas todxs los colombianxs. Ojalá.
Yo me sentiria bien miserable con un dinero y un premio que gane' tramposamente.Por otro lado y mas alla de estandares internacionales, comparto el desacuerdo de algunos con respecto a revelar fuentes.
me aparto del tema para hacer una pregunta, porque doña juanita y la señorita laura si tienen derecho a hacer mas de 3 opiniones en el foro si los demas no podemos? eso se llama la ley del embudo.
(continúo lo de abajo)
Lo que no puede una fuente es decirte una cosa y luego decir la contraria públicamente, ya sea porque se asustó o porque es amigo del otro. Cuando una fuente hace eso, el estándar periodístico mundial, es que revelas tu fuente. El acuerdo entre fuente y periodista es que tú siempre proteges la fuente mientras lo que te diga la fuente sea cierto y no salga a decir lo contrario.
Frente a si vale la pena contar esto o no, nuestro lema es contar lo que sabemos y saber lo que contamos. Si nos enteramos de esto y no lo contamos, estaría la pregunta de si no lo hacemos porque yo era jurado y abogué por darselo. Mejor cuidarnos la espalda? No importa ganarse un premio tan importante como el Simón Bolívar con un trabajo que no es de uno porque uno ha tenido el valor de denunciar algo tan grave como lo hizo la Drummond?
Juanita, ojalá tu acto "purista" de justicia no ponga en peligro la vida de las personas en cuestión.
Frente a tus interesantes preguntas, lo primero que diría es que el que Alejandro no haya sido el autor de las fotos no pone en duda para nada -como lo dice el artículo- que las fotos no sean veraces y que la Drummond no haya contamidado. Esto tampoco le quita valor a que Arias lo haya denunciado. Lo que denuncia es que no es el autor de la foto por la cual recibió 14 millones de pesos y el galardón de periodismo más importante del país. Frente a la fuente, como se explica en la aclaración, el presidente de la Asociación nos habló on-the-record cuando lo entrevistamos inicialmente.Después de que llamamos a Alejandro y que él llamó a Aníbal, Aníbal nos llamó y nos pidió que no lo citaramos.En ese caso, según los estándares periodísticos, si una fuente te habla inicialmente para citar luego no se puede en principio arrepentir. Pero como nos dijo que podría poner en riesgo los casos que llevaba Alejandro decidimos no citarlo. Sin embargo, lo que no puede hacer una fuente...
mire doña juanita en donde esta la verdadera historia. a ustedes les preocupa mucho lo del premio de pronto por que doña juanita era jurado pero eso es lo menos importante de la historia real: http://cw.ua.edu/2013/11/20/former-miner-condemns-drummond/
Que Arias no haya tomado las fotos no quiere decir que no sean veraces, es decir reales. Los derechos de autor son transferibles, y es claro que la Asociación decidió cedérselos. Además, las fotos iban acompañadas de un reportaje.
No entiendo el escándalo de Laura con esto.
Tienes razón que el que Alejandro no haya tomado las fotos no les resta veracidad, como bien lo dice la historia. Lo que no es 'transferible' es que uno diga que tomó unas fotos que no tomó al presentarse al premio más importante de periodismo. El se ganó el premio de mejor foto en internet y si no las tomó pues no podía decir que las había tomado, así se las hubieran 'transferido'.
doña juanita todas las obras intelectuales son del que las registre especialmente si nadie reclama. lo demas es mala leche en mi humilde opinion.
¿No podían ratificar la historia sin revelar la fuente? Por ejemplo, ¿buscando aún más soportes para las pruebas iniciales? Para mí era suficientemente claro con los argumentos y las pruebas iniciales, y me dejó un sinsabor que hayan revelado quién les dijo sobre todo después de que les dijera explícitamente que por favor no lo hicieran. ¿Qué implicaciones puede tener esa revelación que van mucho más allá que el ego periodístico? Ojalá esto no lleve a que se queden sin gente que les de pistas de noticias clave.
Es que el pacto entre una fuente y su periodista es que tú le guardas el anonimato a la fuente y esa fuente te cuenta la verdad y luego no sale a decir lo contrario. Si la fuente rompe ese pacto de lealtad, el estándar periodístico aquí y en cualquier lugar del mundo es que te releva de tu parte de la obligación. No es un asunto de ego periodístico, es que esta persona nos dijo que Arias no había tomado la foto. Fue lo mismo que le dijo a este medio internacional http://cw.ua.edu/2013/11/20/former-miner-condemns-drummond/ en noviembre y luego, cuando lo llama Alejandro, decide cambiar su versión y decir todo lo contrario. Es bastante desleal de su parte. Y la verdad si esto disuade que tengamos fuentes que nos dicen una cosa bajo anonimato y luego salen a decir lo contrario a mi me parece bien no tener ese tipo de fuentes.
La pregunta que yo me hago es por qué si no hay una reclamación formal sobre la autoría de la fotografía, se hace un cuestionamiento en torno a la propiedad que el ganador del premio tiene sobre la misma. Desde el punto de vista legal es como un asesinato sin cadáver, pero con testigo. Una denuncia así, no prosperaría ante ningún jurado. Desde el punto de vista moral, tampoco creo que pueda hacerse un cuestionamiento sólido. Especialmente porque la fuente no parece tener clara su posición. ¿Sabemos si había acuerdos sobre el tema de la autoría? A mí me queda la duda. Desde el punto de vista periodístico si la fuente no quiere dar la cara, pero denuncia un DELITO, me parece que no se debe publicar. En ningún caso. El mayor problema que yo le veo a esta información es que destruye por completo el prestigio de un periodista, sin que haya pruebas más allá de toda duda sobre su falta.
Bat, no entiendo tu comparación con el asesinato, ni este es un asunto legal, salvo que el Premio quisiera iniciar una acción legal para que devuelva los 14 millones de pesos del premio, pero no creo que lo haga. Desde el punto de vista moral, yo sí creo que es muy cuestionable que uno se presente a un premio diciendo que tomó una foto que no tomó, así haya "acuerdos" sobre la autoría. Tú que eres periodista creo que no aceptarías un premio por algo que no hiciste, o si? Yo sí creo que en este caso sí hay pruebas más allá de toda duda.
Lindos los de la sillavacia.com revelando las fuentes.
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