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La filtración de Timochenko de una conversación confidencial sostenida con negociadores del gobierno muestra hasta qué punto está fracturada la confianza en La Habana. |
Ayer el jefe guerrillero Timochenko divulgó sus “reflexiones elementales” sobre el proyecto de referendo por la paz radicado por el presidente Santos la semana pasada con el entusiasta aval de la Unidad Nacional. Son un baldado de agua fría y un bocatto di cardinale para los uribistas que se oponen al proceso.
El comunicado fechado 25 de agosto dice varias cosas, unas de interpretación política, que básicamente coinciden con la opinión manifestada por varios analistas. Y una filtración sobre una conversación confidencial e informal con los negociadores, que propiciará un duro debate político y que muestra hasta qué punto la confianza en la Mesa está rota.
Las obvias de interpretación: reformar la ley de participación ciudadana para que la realización de un referendo pueda coincidir con las elecciones busca –de manera unilateral y no como un acuerdo de la Mesa- activar todo el aparato del Estado para crear un hecho político de tal magnitud que elimine de tajo cualquier otra fórmula, y en particular, la Constituyente que ha venido proponiendo las Farc. También es una forma de presionar la firma de un Acuerdo antes de que finalice el año.
La filtración: Timochenko dice que en una reunión informal voceros de las Farc en la Habana fueron consultados sobre la ley para la cual se convocaría el referendo el día de elecciones y que su objetivo no es–como pensamos la mayoría de colombianos- que los ciudadanos voten por el sí o el no a cada uno de los puntos del Acuerdo Final de paz.
Según el jefe guerrillero, el propósito de la ley sobre la que tendrán que pronunciarse los colombianos es darle al Presidente Santos "facultades extraordinarias" para que convoque un “cuerpo legislativo” para que expida las normas legales encaminadas a poner en vigencia los acuerdos firmados en la Habana.
“Para lo cual el país debe votar sí o no a la conformación de un pequeño Congreso o cuerpo legislativo encargado de redactar los decretos. Ese Congreso estaría conformado por voceros de todos los partidos políticos y
en él tendrá cabida una pequeña representación de las FARC. Es esa la segunda parte sobre la que el gobierno calla. Así y tal fue informado en reunión informal a un grupo de voceros de las FARC en La Habana, los cuales plantearon un tiempo prudencial para pensar sobre ello. El gobierno, sin embargo, decidió arrancar con su idea sin esperar respuesta”, dice Timochenko.


Las implicaciones políticas
La filtración de Timochenko tiene varias implicaciones políticas. La primera es que es una clara violación a las reglas de confidencialidad de la Mesa de Negociación en La Habana. Desde que fue creada hace un año, es la primera vez que se filtra una conversación confidencial entre los negociadores de ambos lados y ese hecho demuestra que la negociación en La Habana no pasa por un buen momento (pues se suma la pataleta de Santos de ordenar el regreso de sus negociadores, la mayoría de los cuales igual se quedó en la isla).
La Silla confirmó que la propuesta de ese “congresito” no fue presentada por el Gobierno de manera oficial sino discutida informalmente con algunos voceros de las Farc como una de varias alternativas a considerar para refrendar los acuerdos. Sin embargo, su filtración constituye un precedente grave pues ese tipo de consultas previas son propias de la naturaleza de la negociación y si se comienzan a divulgar en los medios el mínimo ambiente de confianza creado se rompe.
Es evidente que esta filtración fue la forma de las Farc de “cobrarle” a Santos su movida unilateral de radicar el proyecto de modificación de la ley estatutaria para convocar un referendo el día de elecciones y que, como contó La Silla, hizo explícitos sus “inamovibles” en la negociación, comenzando por negar de tajo la convocatoria de una Asamblea Constituyente. La Silla confirmó con una buena fuente del Gobierno que a Santos le tocó radicar este proyecto anticipadamente después de que Roy Barreras, senador de la U, filtró a los medios que el gobierno lo haría.
Aún así, Timochenko sienta un muy mal precedente. Sobre todo porque el contenido de la filtración, aunque no se conocen los detalles ni el contexto, plantea profundas dilemas políticos y le da munición a los opositores del proceso.
El ‘Congresito’
La idea de que el referendo que se someta a consideración de los colombianos contemple convocar un “pequeño Congreso” para que expida las normas encaminadas a poner en vigencia los acuerdos firmados en la Habana evoca el “Congresito” creado por la Asamblea Constituyente de 1991.
Ese Congresito fue constituído por 36 delegados elegidos por los miembros de la Asamblea Constituyente con el objetivo de aprobar o vetar los proyectos de ley que le presentaba el Gobierno de César Gaviria, cuyo ministro de Gobierno, era coincidencialmente Humberto de la Calle, el hoy jefe negociador con las Farc. Operó entre el 15 de julio y el 18 de noviembre de 1991, en el interregno entre el momento en que se acabó la Constituyente y fue elegido el nuevo Congreso.
Durante el período de ese ‘Congresito’, el gobierno de Gaviria sacó, entre otras reformas, toda la política de sometimiento a la justicia de los narcos, incluida la polémica justicia sin rostro. Por eso, un artículo viejo de El Tiempo dice que el Congresito fue todo menos “un convidado de piedra”.
Como la iniciativa no es oficial, La Silla no logró obtener del gobierno una explicación sobre en qué consiste la propuesta discutida informalmente con las Farc. Sin embargo, de lo filtrado por Timochenko, se deduce que ese “pequeño Congreso” tendría el propósito de reemplazar la Constituyente que quieren las Farc creando un mecanismo que les de a los guerrilleros la seguridad jurídica de que los acuerdos logrados no queden en meras intenciones sin abrir la compuerta para una megarrefoma constitucional.
¿Cómo sería?
El exconstituyente Álvaro Leyva convenció a las Farc de que la única solución para que el Gobierno no les pusiera conejo sería una Asamblea Constituyente que plasme en una nueva Constitución Política los acuerdos del proceso de paz. Para darle seguridad jurídica, pero también para terminar de conseguir por esa vía las reformas que no quedaron en la agenda de negociación, la guerrilla ha insistido desde el principio en que toda la negociación debe concluir con esta figura.
El Gobierno, por su parte, se ha opuesto a ello precisamente porque no quiere abrir la puerta para que después de toda este proceso las Farc se sienten a negociar desde el modelo económico hasta la doctrina de seguridad. Y también para evitar que por la vía de una Constituyente, Álvaro Uribe vuelva al poder cambiando el artículito que prohíbe una segunda reelección.
La fórmula del ‘Congresito’ parecería una fórmula intermedia. Ese cuerpo legislativo, constituído por delegados de todos los partidos y de las Farc, convertiría en leyes los acuerdos que exijan reformas legales y así la guerrilla podría dejar las armas sabiendo que –por lo menos- los acuerdos ya tienen un sustento jurídico.
La pregunta es si la aprobación de la conformación de este 'Congresito' sustituiría la refrendación popular de todo el Acuerdo Final o si lo complementaría. El Gobierno ha insistido en que los colombianos podrán votar sí o no al acuerdo al que lleguen con las Farc y sería muy grave que –como dice Timochenko- el Gobierno incumpliera su palabra. Al respecto, un funcionario del Gobierno cercano al proceso le dijo a la Silla que "en todo caso, cualquier cosa depende de que la gente vote sí al acuerdo final; ese es compromiso que ha asumido públicamente el gobierno".
Es más plausible que lo que busque el Gobierno sea someter los puntos gruesos del Acuerdo Final a votación del pueblo vía referendo (como que los guerrilleros tengan curules en el Congreso o que no paguen cárcel) y que además se pida ese cheque en blanco para desarrollar algunos acuerdos puntuales.
Aún así, esta iniciativa plantea otras preguntas más difíciles: ¿cómo estaría conformado ese ‘Congresito’? ¿reflejaría la composición actual de los partidos en el Congreso o la que quede después de las elecciones de 2014, en cuyo caso los uribistas –si Uribe jalona una lista al Senado el próximo año- tendrían muy probablemente una mayor representación? ¿se limitaría este "pequeño Congreso" a desarrollar los acuerdos o ya creado podría avalar reformas más estructurales que Santos no ha podido sacar en el Congreso normal, como una reforma a la justicia y que podría aprovechar a sacar vía este mecanismo expedito? ¿Qué porcentaje tendrían las Farc en esa composición? ¿Qué contrapesos tendría para evitar que se vuelva un congresito de bolsillo de Santos?
En fin. Las preguntas que surgen son muchas y –aunque el Gobierno no quiera y falten meses para llegar al sexto punto- la filtración de Timochenko acelera este debate y pone al Presidente a dar más explicaciones de las que seguramente hubiera querido.
La propuesta del ejecutivo, que se vendió a la opinión pública como un mecanismo de refrendación y que resultó siendo un elemento para aprobar los acuerdos alcanzados en la Habana por unos pocos, no puede darse en medio de la coyuntura electoral ni mucho menos bajo el apremio de la búsqueda de la paz. Debe obedecer a los contextos de paz y posconflicto, consultando a la mayoría de colombianos, buscando el fortalecimiento democrático que promueva una inclusión social de todos los actores políticos del país.
El congresito, opción intermedia que nos puede sacar del atolladero, sea cual sea el mecanismo, lo importante es que hay disposición; los amigos de la Paz no podemos bajar la guardia, desde el medio que nos corresponda debemos hacer presión para que se llegue a feliz término. No hay vuelta, es ahora o nunca.
Santos no la tiene fácil, necesita ceder a la guerrilla así como exige, pero al mismo tiempo le toca estar con otro ojo hacia la extrema derecha--Furibe--que hoy por hoy es la más fuerte oposición
Piciem, en nada de lo que dices tienes razón :
No en los Sabios, en Colombia no los hay,solo grandes científicos fuera, pero en el País y en LSV solo podemos encontrar egocentrismo por montones, así que no esperes mucho .
Ni en lo de Furibe, El sistema político colombiano no se expone una vez mas a este tipo de mecanismos, se cuidaran muy bien de caer nuevamente en el "error".
Y en la infiltración de grupos guerrilleros en las protestas, es lo que se supone, igualmente yo supongo que puede haber infiltrados no solo de izquierda, sino también de la extrema derecha que está en oposición a Santos.
QUIERO que sepas
una cosa.
Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
Consejo y gratis: No ruegue mas minino.
Tenía entendido que la Constitución del 91 separó las fechas de elecciones para evitar que los intereses de una corporación absorbieran a los de otras (por ejemplo, que la elección de un alcalde quedara opacada por la de presidente). Así pasó con el embeleco de Uribe, el cual se convocó para el día anterior a las elecciones locales de 2003.
Pregunto ¿Es posible convocar un referendo el mismo día de la elección presidencial? ¿La Corte Constitucional lo declararía exequible?
Leyendo la propuesta de Santos, de presentar el mismo dia de elecciones presidenciales, el referendo por la paz, veo varias lecturas: La primera es garantizar que la gente acuda a las urnas, pues la historia nos ha demostrado que el abstencionismo es menos evidente en elecciones presidenciales.(acordemonos que cuando Uribe tenia momentos de alta popularidad,el referendo fracaso por falta de interes).Segundo: Tanto Santos como un grueso de la poblacion esta agotando su paciencia, pues solo se ha llegado a un solo acuerdo,y faltan cinco mas..el tiempo lo esta dilatando la guerrilla(Claro que pretender que 56 anos de lucha guerrillera se arreglen en un "santiamen" es pecar de optimismistas).Tercera: Santos ve que la oposicion de la extrema derecha en cabeza de Uribe y Ordonez,esta haciendo "mella" y con el referendo le bajaria decibeles a los amigos de la guerra.Por ultimo, estoy de acuerdo con Juanita y muchos foristas, en que lanzar la propuesta
de manera unilateral, sin esperar que la contraparte la estudiase, es un contrasentido a cualquier tipo de dialogo y luego sale a vociferar que las pausas las otorga EL y en medio del Paro que desangra al Pais, lanza una cortina de humo de "regresar" a los negociadores. Somos muchos los colombianos que estamos hastiados de esta guerra inutil que absorve el mayor porcentaje en el Ppto frente al PIB,y soy un convencido que los $8.7 billones anuales que utilizamos para la guerra reinvertidos en mayor productividad, infraestructura, educacion,salud, contribuiria a que nuestro Pais volviese a ser viable
Un "Congresito" como formula para aprobar los acuerdos de la desmovilización con la guerrilla de las farc, dejaría a los Colombianos en manos de una clase política que ha sido ineficiente en los intereses de sus electores, a la vista tendriamos una ampliación, con los representantes de las farc incluidos, de la misma politiquería que tiene a los campasinos sumidos en la pobresa, el "Capitalismo salvaje" haciendo de las suyas, los oligopolios saqueando los bolsillos de todos los colombianos, mientras la corrupción reinante se preocupa por mantener la monarquia de las familias que se han apoderado de las distintas regiones del país.
Parece ser todo lo tienen preparado para meterle el gol a los colombianos; que tal el cuento ah???
Pablo, indiferente del camino que se emplee, toca refrendar los acuerdos, ese congresito es mas beneficioso que el unilateralisimo referéndum, abre la posibilidad de estar en el punto medio de las dos opciones que plantean las partes y así no se quiera debe y tiene que tener representación de las mismas y de todos; el temor de siempre: Furibe, que desde el campo que sea buscará lo mismo, entonces el ideal es no votar por las listas de este señor, que muy claro objetivo tienen de terminar lo que empezaron y que 8 años fueron poco: redondear la faena de nuestra "guerra perfecta".
A estas alturas, al presidente Santos le están haciendo falta goticas de esas. Errático, bravucón, desacertado, sin sentido de las proporciones. Ahora mismo lo mas inteligente que puede hacer es crear una mesa nacional de dialogo con los sectores en conflicto y desarmados. Solo mirando el NOPARO desde el aire, no tiene posibilidad de ver las semillas.
--Cuentas por cobrar, cuentas por pagar, cuentas saldadas--, las decisiones unilaterales cargadas de soberbia violentan la confianza que debe existir en todo momento, en este tema le gobierno Santos falla una y otra vez, en un día arma pataletas y en el mismo sale a dar explicación de: su pésima asesoría y la mala herencia Furibista, que da el creer que tiene la sartén por el mango.
Esta nueva opción intermedia como la llama LSV, es una prueba mas que los inamovibles, siguen pisando terreno frágil.
En el fondo para los que Si queremos que ésta guerra termine,..es bueno.