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El presidente Juan Manuel Santos se dio la mano con Timoleón Jiménez, alias Timochenko, el jefe guerrillero de las Farc, auspiciados por el dictador cubano Raúl Castro. Foto: Caracol Radio |
El acuerdo logrado entre las Farc y el Gobierno es histórico por muchas razones, comenzando porque hace tan irreversible el proceso que ambas partes se atreven a ponerle un plazo a la firma del Acuerdo final (23 de marzo de 2016) e incluso la guerrilla se compromete a dejar las armas antes de un año. Pero quizás su mayor logro y a la vez su mayor desafío es que crea los incentivos para que tanto las Farc como el Establecimiento destruyan la imagen que han construido de sí mismos durante más de medio siglo, se sinceren con la sociedad y comiencen una nueva historia.

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Con el acuerdo sobre las bases de la Jurisdicción Especial para la Paz, las Farc ganaron muchas cosas. La principal, que no tendrán que pagar un día de cárcel por los crímenes atroces que cometieron durante el conflicto y que tendrán “todo el apoyo del Gobierno” para transformarse en un movimiento político legal.
También lograron un tratamiento simétrico con el Estado. Desde el hecho simbólico de que el presidente Juan Manuel Santos estuviera sentado a un lado de la mesa y el jefe guerrillero Timochenko al otro en igualdad de condiciones, hasta el muy concreto de que la justicia pactada se les aplicará por igual a los guerrilleros como a los militares y a otros miembros del Establecimiento que hubieran participado directa o indirectamente en el conflicto. Esta bilateralidad ha sido una de las cosas que más ha exigido las Farc desde que se sentó en La Habana para despejar la idea de que se trataba de una rendición.
Consiguieron que el Gobierno se comprometiera a sacar una ley de amnistía o indulto lo “más amplia posible” por delitos políticos y conexos.
Además, a que el Tribunal que los juzgue no sea uno del Estado hoy, sino uno ad hoc que surje de este acuerdo y cuyos magistrados serán elegidos mediante un proceso que van a definir la guerrilla y el gobierno.
Este Tribunal para la Paz aplicará, como quería la guerrilla, una justicia restaurativa que apunta, como su nombre lo indica, a “restaurar” la relación entre los victimarios y sus víctimas y la sociedad, más que una justicia punitiva cuyo principal fin es castigar.
Por eso, las penas que pagarán los que hayan cometido delitos buscarán reestablecer ese vínculo mediante una restricción de la libertad vigilada pero con un grado de flexibilidad tal que permita reparar con sanciones como contribuir al desminado o a la sustitución de cultivos.
El Gobierno también logró varias cosas. La principal, que las Farc aceptaran someterse a un proceso judicial que concluyera con una condena penal, lo que podría ayudar a blindarlo frente a tribunales nacionales e internacionales (aunque José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, opina que no lo hará).
Para muchos colombianos esto puede ser lo mínimo que tendrían que hacer las Farc, pero muchos dudaban que la guerrilla aceptara someterse a un juicio y a ser sentenciados por un delito. Las Farc querían que su participación en una comisión de la Verdad sustituyera la necesidad de un juicio.
El otro punto clave es que la participación de las Farc en este sistema de justicia transicional quedó condicionado a que la guerrilla deje las armas. Y además, se fijó un término perentorio para que comience ese proceso, que es máximo a dos meses después de la firma del Acuerdo Final (es decir, mayo 22 de 2016).
Este punto es fundamental porque la guerrilla tenía la teoría de que la dejación de las armas sería simultánea al cumplimiento de los acuerdos por parte del Gobierno. Como esa ejecución puede tardar hasta 10 años, existía el temor de que las Farc quisieran mantenerlas todo ese tiempo. Con este punto del acuerdo ese temor se disipa.
El tercer logro es del Gobierno es que aunque no paguen cárcel, las Farc aceptaron una sanción de restricción de la libertad por un término igual al que pagaron los paramilitares en Justicia y Paz. La sanción de entre cinco y ocho años tiene una carga simbólica que seguramente hará que los colombianos acepten más fácilmente tragarse el sapo de no verlos tras las rejas como la mayoría quisiera.
Y el cuarto es que, de nuevo como los paramilitares, esa sanción quedó condicionada a que cuenten la verdad, no sigan delinquiendo y resarzan a sus víctimas.




Aún con estos logros, hay varias preguntas que el comunicado no responde y que podrían crear unos riesgos porque, como en todos los acuerdos, ‘el diablo’ está en los detalles.
El primero es que no habla explícitamente de máximos responsables como aparecía en el Marco para la Paz.
El comunicado dice que la Jurisdicción Especial para la Paz “tendrá competencia respecto de todos los que de manera directa o indirecta hayan participado en el conflicto armado interno, incluyendo a las FARC-EP y a los agentes del Estado, por los delitos cometidos en el contexto y en razón del conflicto, en especial respecto de los casos más graves y representativos.”
Es decir que parecería que el procedimiento sería que el Tribunal armaría una lista de los casos más graves y representativos cometidos durante el conflicto (como la masacre de Bojayá, el secuestro de niños, un caso de desplazamiento forzado, otro de desaparición, etcétera) y luego identificará a los que hayan participado en esos delitos de manera directa o indirecta.
No es claro, entonces, por qué no se focalizó en “los máximos responsables”, si se intentará juzgar a todos los que participaron directa o indirectamente en estos casos graves y representativos, o a partir de dónde se marcará la línea para escoger a quién juzgar y a quién amnistiar.
El riesgo de esto es que se busque procesar a tanta gente que el sistema se vuelva inoperante y conduzca a una nueva impunidad, o que al final terminen juzgando a los autores materiales (al soldado que disparó y cometió el falso positivo o el guerrillero que mató a los diputados del Valle) y dejando por fuera al general que comandó la brigada que hizo el concurso de los falsos positivos o al miembro del Secretariado que emitió la ‘ley 002’ que creó la política de secuestros en las Farc. O que en unos casos juzguen a los máximos responsables y en otros no.
La otra pregunta es cómo se articulará la Comisión de la Verdad con este Tribunal para la Paz, porque podría suceder que una víctima señale a alguien como victimario en la Comisión de la Verdad que luego no sea seleccionado por el Tribunal, donde al parecer no tendrán juego las víctimas.
Tampoco es claro cómo será el mecanismo de selección de los magistrados. Se sabe que las Farc y el Gobierno definirán el mecanismo pero no cuál será y este punto será crucial para la legitimidad de la justicia que imparta. Tampoco se sabe dónde y cómo se reglamentará ese Tribunal. ¿Lo hará la Comisión Especial creada por el Congreso?
Y hay otras igual de complejas que tampoco fueron contestadas: ¿qué delitos se considerarán conexos? ¿Cubre esto a personas que están siendo juzgadas por parapolítica o Farcpolítica como Luis Alfredo Ramos o Luis Fernando Almario? ¿Le aplicará a paras que todavía tienen que venir a pagar su pena en Colombia como Mancuso? ¿Tendrá una segunda instancia ese tribunal? ¿Podrá imponer otras sanciones fuera de la restricción de la libertad como una indemnización?
Pero aún con todos esos interrogantes, hay una cosa que ya de entrada logra este acuerdo y es que rompe en dos la narrativa que las Farc han tenido de sí mismas y crea los incentivos para que los responsables en el Establecimiento también lo hagan.
Al aceptar la guerrilla ser juzgada y condenadapor un tribunal, así sea a una pena alternativa, admite que no solo fueron unas rebeldes víctimas de las injusticias sociales y de la represión del Estado, que no solo fueron el ‘ejército del pueblo’ como se han tratado de presentar a sus bases durante todos estos años, sino que también fueron victimarias, que cometieron delitos atroces y que por lo tanto se merecen ser juzgadas y condenadas.
Al aceptar la guerrilla que quien no cuente “la verdad plena”, reparare a las víctimas y garantice la no repetición, tendrá que pagar cárcel por hasta 20 años, está enviando la señal de que estará dispuesta a contar su verdadera participación en el conflicto. A mostrar y aceptar su cara más oscura.
El día que lo haga, el discurso justificatorio y de superioridad moral que exhibieron al inaugurar los diálogos de paz en Oslo será un tema del pasado y tendrá que comenzar a construir una nueva identidad a partir de ese acto de humildad y de reconocimiento de culpabilidad para con sus víctimas.
Será duro. Pero al haber dado este salto que pocos esperaban, también obliga a su contraparte a hacer lo mismo.
“Creemos imprescindible, entonces, que el resto de actores del conflicto, tanto los que han combatido, como los que han instigado la guerra desde lujosas oficinas, asuman con valentía su responsabilidad y así lo manifiesten ante el pueblo colombiano, sin escatimar un ápice de verdad”, dijo Timochenko en su intervención después de la lectura del Acuerdo.
Y es que el Acuerdo creó los incentivos para que, por ejemplo, los militares condenados a 40 años de prisión por los falsos positivos cuenten la verdad de lo ocurrido para ser cobijados por el Tribunal de Paz, y en lugar de su actual condena a decenas de años de cárcel, pagar una pena de ocho años recluidos en una finca o haciendo trabajo comunitario.
Cuando cuenten la verdad ineludiblemente terminarán involucrando a mandos más altos que a la vez tendrán el incentivo de confesar lo ocurrido.
De esta manera, la avalancha de verdades ocultas hasta hoy sobre los crímenes de Estado –sobre los falsos positivos, el asesinato de sindicalistas, el genocidio de la UP, la alianza del Ejército con los paramilitares- destruirá la imagen que han logrado construir los pilares del Establecimiento.
Desde la imagen heroica que tiene el Ejército (cuya popularidad supera en las encuestas el 70 por ciento de aprobación)entre segmentos importantes de la sociedad urbana, hasta la reputación de políticos y sus partidos, de la Iglesia, gremios, académicos, periodistas y empresarios que de manera indirecta participaron en la guerra. Porque si ven que la alternativa es pagar 20 años de prisión de pronto prefieren acogerse a contar la verdad y reparar pagando una pena alternativa más laxa.
El día que esto suceda, si es que llega a suceder, y si se hace bien, probablemente se cierre el capítulo de la guerra y surja una nueva historia para Colombia.
Vea nuestro cubrimiento especial y base de datos sobre los acuerdos de paz.
Habra que esperar en los próximos meses, si se ejecutaran magnicidios, carros bomba, masacres, falsos positivos, asesinatos selectivos a lideres sindicales, campesinos, afros, indígenas, politicos, etc. por 'fuerzas oscuras', que ya no son tan oscuras. El discurso político de los panfletos amenazantes de las Aguilas Negras no se diferencian en nada al CD. Esto ya ha sucedido antes.
La diferencia esta vez: los militares activos, ACORE y sus millonarios contratistas de la guerra, el #82 y su Oficina de Envigado son conscientes a regañadientes que su jefe inmediato, el Tío Sam apoya el proceso de paz.
Cuando empezaron las negociaciones, el #82 visito todos los cuarteles del país para dividir a los milicos y fraguar un golpe de estado a Santos. Cuando Estados Unidos se percato de esto, por medio de su Departamento de Estado declaro: Estados Unidos apoya el proceso de paz.
El mensaje del Tío Sam para el #82 y sus para-milicos: no apoyaremos ningún golpe de estado a Santos.
Buen análisis. A pesar de ser un buen acuerdo, el éxito dependerá de cómo se desarrollen varios puntos críticos del mismo.
Particularmente, no creo que la narrativa oficial sobre la guerra pueda ser "destruida". Me parece exagerado decirlo. Para eso se necesitaría la participación activa y consciente de los medios (entre otras cosas), y nuestros medios conservadores nunca le jugarían a eso; jamás se prestarían para relativizar legitimidad histórica del Estado. Néstor Morales es la prueba de lo que digo. Además, esa narrativa oficial tiene muchos defensores consentidos por los medios: Uribe, por jemplo.
Si con este equilibrio LSV cubriera la campaña a la alcaldía de Bogotá...
Juanita León se confiesa partidaria del proceso, pero ello no le impide exponer riesgos, dudas e inquietudes. Pregunto: ¿No se puede apuntar al mismo equilibrio en el cubrimiento de la campaña de Bogotá? ¿Por qué la diferencia?
Vicente, ¿qué dudas e inquietudes crees que nos haría falta resaltar en la campaña por Bogotá?
Juanita, gracias por la respuesta y por tu disposición para leer los comentarios. (Como adivinarás, le apunto mucho al tema Peñalosa).
Me parece que se puede analizar mucho sobre los apoyos políticos y económicos de cada candidato. Qué implicaciones puede tener para la poítica nacional un triunfo de Peñalosa, al ser el candidato del vice, cómo puede influir la maquinaria de CR, o qué significado tiene que lo financien constructores; si siempre ha sido así, o si es atípico y por qué ocurre. Lo mismo con el samperismo a Clara, y los demás candidatos.
Si se ha señalado la incoherencia del Progresismo al aliarse con el Polo, se puede analizar también la de Peñalosa, quien pasó de presentarse como una alternativa a la U. Nacional y ser un crítico de sus políticas, a ser apoyado por parte de ella. De la misma manera, las volteretas del exalcalde con respecto a temas como la recuperación del San Juan de Dios o el metro, serían, a mi modo de ver, puntos importantes para un análisis.
Gracias por tus sugerencias y las tendremos en cuenta. El análisis sobre la incoherencia de presentarse como independiente y terminar aliado de CR está en este artículo que dice textualmente lo que tu propones "Pero la adhesión de Cambio Radical también tiene un costo para Peñalosa que hasta ahora se ha querido mostrar como un antipolítico. Ahora, el ex alcalde pierde un argumento con el que hubiera podido competirle a Pardo, que hasta ahora era el candidato de la maquinaria de la Unidad Nacional en Bogotá." http://lasillavacia.com/historia/cambio-radical-para-penalosa-50904
Yo creo que sería un punto de no retorno porque el mensaje que le envía el Secretariado a sus guerrilleros es que hay un plazo para desarmarse y que están dispuestos a aceptar una condena. Eso es algo que jamás habían hecho antes y que si rompieran ahora sería la base para arrancar cualquier otro proceso. eso tiene un costo muy alto para ellas.
corregido, gracias.
Juanita, buen artículo.
Creo que es importante resaltar el papel histórico que ha jugado el estado colombiano en el conflicto...contrario a lo que señalaba Uribe durante su gobierno, el estado colombiano NO sufre la guerra, sino que es el primero en promoverla, y los mayores actos de sevicia cometidos durante el conflicto fueron perpetrados por agentes del estado o patrocinados por el estado (el Ejército y los paramilitares)...por eso es tan importante el esclarecimiento de la verdad y con base en eso estructurar la Jurisdicción Especial para la Paz.
La otra cosa que podría discutirse en La Silla: qué podemos esperar del panorama político en Colombia en un eventual escenario de posacuerdo. Pienso que lo más importante será la NO CRIMINALIZACIÓN de la protesta, que tradicionalmente se vinculaba a la insurgencia armada...Es una oportunidad para que un verdadero movimiento contrahegemónico logre consolidarse en Colombia.
Felicitaciones Juanita, excelente análisis, oportuno y claro. Das en el blanco cuando dices que el acuerdo rompe en dos la narrativa que las Farc han tenido de sí mismas y crea los incentivos para que los responsables en el Establecimiento también lo hagan. Un acto de valentía y buen sentido por parte del gobierno y de las Farc, que será bien apreciado con el paso del tiempo. Creo que la presencia de las víctimas en La Habana ha sido fundamental para que los actores del conflicto se desmonten de su pedestal y bajen la cerviz.
Y de otra parte, si quiero invitarle a los foristas que cambien el chip con el que repiten una y otra vez los mismos argumentos durante toda la eternidad: de una parte, que no habrá paz mientras no haya justicia, y de la otra, que se le reconoce a la guerrilla un estatus injustificado y que se le está entregando en bandeja el país. ¡Por favor, la paz es hoy el único camino que permite que todo lo positivo sea posible alguna vez: sin paz nada será posible!
Excelente analisis? Lo veo timido, quedando bien con Dios y con el diablo. Se ve tibio el analisis por ejemplo, cuando habla de los máximos responsables, la linea para escoger a quien juzgar llega hasta el secretariado de las farc pero con el estado llega hasta el general. Algo debe saber uribe de Juanita, desde el día que chuzó a todos los periodistas, porque le dá mucho culillo nombrarlo.
¿En serio nos da mucho miedo? Para citar solo algunos...
http://lasillavacia.com/historia/el-circulo-de-uribe-cada-vez-mas-conden...
http://lasillavacia.com/historia/los-dolares-de-jj-santos-otra-prueba-de...
http://lasillavacia.com/historia/las-contradicciones-de-uribe-frente-los...
Lo que pasa es que no todas las historias tienen que girar alrededor de Uribe, como quisieran los uribistas y los antiuribistas.
Juanita, no defienda lo indefendible, la palabra dictador en este árticulo sobra, solo admitalo. Es cierto que Raul reune con todos esos requisitos para ser un dictador, uribe tambien reune los rquisitos para llamarlo paramilitar, en honor al equilibrio, usted nunca habla del gobierno paramilitar en colombia en ningún pedacito de escrito, disimuladitamente, así como nombró al dictador Castro.
Le tocará a Juanita agachar la cabeza como Santos en Ecuador y aceptar que no le puede decir Dictador a un líder de un estado por mas que sea totalitario, tirano y represivo, recuerde que su público es de izquierda y ellos confunden socialismo con comunismo y totalitarismo, castrochavismo es para ellos la liberación de las masas bajo un régimen "socialista" donde no hay ricos aparte de los que dirigen, por eso están tan contentos en Venezuela, Ecuador y pronto lo estaremos nosotros, cuando nos informen de donde saldrán los recursos para la reparación de mas de 6 millones de víctimas de las FAR que no pone un peso para ello, bueno si llega a reconocer sus culpas...
Dictador y Tirano... cuidado con el veto a estas palabrotas.
harriarq ese no es el debate. El debate es sobre la veracidad.- Al usar calificativos ud permea la información con sus puntos de vista. Es tan deshonesto poner en una información el titulo de "dictador" si su cargo legalmente no se denomina asi, como poner "dictador" o "paramilitar" a un expresidente que aunque lo es, no ha ostentado ese cargo de forma publica.
Buen escrito y todo por su nombre, las FAR lograron mas de lo que pidieron, como si fuesen un pequeño Vaticano de 30 mil, igualados con 40 y tantos millones de colombianos representados por unos cuantos que cedieron en todo y a conveniencia de la insurgencia.... No habrá castigo porque por parte del estado si hay pruebas y reportes, testigos y acusadores y ellos serán y son hoy condenados, por el estado de la ilegalidad no hay nada y esa ventaja la saben bien las FAR, que no reconocen delitos con nombre propio, no se sabe cuantos, quienes, ni donde están, que armas poseen y cuales de estas entregarán, no dan cuenta de sus fortunas, ni recursos .... por lo tanto no hay como cobrarle a quien no se conoce y menos si les cobran con una tabla de Excel por delitos genéricos.
Si, ganaron las Far, ganaron estatus político, Santos los legitima, les da abrazo, protección y recursos del estado para hacer política... Perdió Colombia, perdimos todos otra vez y como siempre.
¿Realmente crees que perdimos con haber acabado una guerra? ¿Perteneces a algún grupo que gane con la guerra? No lo creo. Posiblemente aprendiste de joven que hay "buenos" y "malos" eternamente y te cueste trabajo aceptar que todos, todos nos equivocamos y podemos corregir. Incluso Dios, tan sabio y poderoso, no alcanzó a darse cuenta de que el "primer día" estaba creando al demonio. ¿O no? Es mejor considerar divino lo que es mejor en nosotros: el amor, la generosidad, la capacidad de aprender, la inteligencia y no adjudicarle a dios lopero de nosotros: el odio, la venganza, el castigo, el orgullo y la prepotencia para despreciar a los demás.
La guerra no se ha acabado y la referencia es a "la negociación", dos temas diferentes con los que confunden al pueblo... el proceso de paz, justicia transicional, penas alternativas, privación de la libertad, reparación y los demás términos utilizados en los medios para justificar el afanoso resultado de una negociación basada en la amenaza latente de un grupo de terroristas.
Es ahí donde esta la trampa, en esa dialéctica inventada para cambiarle el nombre a las cosas, para dulcificar la ausencia de castigo, para esconder la no aceptación de culpas y allanar el camino político de quienes no deberían llegar a manejar las instituciones, donde se indultarán los delitos rentables para las FAR y se castigará con pañitos los de lesa humanidad...
El hecho de generalizar en sus cuadros de Excel y agrupar los delitos para que se juzguen por paquetes, es la prueba fehaciente del maquillaje a utilizar para "castigar simbólicamente" lo que convenga a FAR, el negocio esta hecho y lo todos.
Rodrigo, buen apunte Dios tambien modificó la forma de castigar a los adversarios, en el antiguo testamento se lee como el envía a arrasar pueblos enteros. Pero ya en el nuevo testamento el modificó esa forma de proteger a su pueblo.
Juanita León la felicito, por el camino en el que va ya pronto le ofrecerán al dirección de Noticias RCN.
Como ciudadano y apelando a mi derecho a una información veraz, plural y oportuna le recuerdo que el cargo de Raúl Castro legalmente se define como Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba. Así lo reconocen todos los países del hemisferio, la ONU e incluso los mismos EEUU.
Agradecería si es tan amable dejar de poner su subjetividad como pie de página en una foto. Su opinión no es noticia, para eso existen las columnas.
Gracias nuevamente por intentar no engañar a sus lectores.
Bogotano,
Entiendo tu posición, pero no la comparto. Creo que Raúl Castro cumple con todos los requisitos de un dictador: es cierto que hay elecciones pero solo él puede ganar porque hay un sistema de partido único; los disidentes están en la cárcel; no hay libertad de prensa; la libertad de empresa es totalmente restringida; el que quiere irse del país no puede volver. más ejemplos?? Hitler (y no es que lo esté comparando en términos del holocausto) también legalmente fue elegido y también firmaron con él otros países tratados internacionales. Francia e Inglaterra el tratado de Munich. ¿Pero te estaría desinformando si dijera que fue un dictador?
Yo si apoyo la queja de bogotano; q’ es cumplir con los requisitos d un dictador?
- Le parece q casi en 200 años d vida republicana aquí ha habido otro tipo d poder diferente?.
- Es el tiempo en el poder o las prácticas corruptas para justificar su estadía, o ambas cosas o muchas más?.
- le parece que la muerte d sindicalistas y la oposición que sistemáticamente ha existido es libertad?
- Y sus colegas Juanita tampoco cuentan?, porque no son de la ‘’selección Colombia exclusivista’’ dl periodismo?-
Asi seguiríamos por mucho rato Juanita, pero una forma d apoyar el proceso si es q de verdad lo apoyan, cosa q hace rato dudo d Uds. es precisamente bajar el tono a ese tipo d frasecitas y palabras d inflexión en cada nota, son absolutamente negativas. El país es d todos, el hecho q Ud o yo y otros no conozcamos + q la guerra, no implica q las nuevas generaciones No puedan tener la oportunidad d vivir diferente.
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Didundi,
Yo no solo apoyo el proceso de paz sino que soy una gran entusiasta de lo que está pasando. Pero creo que solo si comprendemos el proceso a fondo, con todos sus matices, sus riesgos y oportunidades, podrémos entender bien el desafío que se presenta. Si quieres tener una visión filtrada de la realidad viendo solo el lado rosa, La Silla no es el medio para leer.
Si de verdad hay apoyo demuéstrelo con hechos Juanita y no con respuestas, como las ''dl lado rosa’’, como si el colorcito fuera exclusividad mía, creo q de eso tenemos varios por mucho lado; ahora lo que se le pide es un poco de colaboración en el manejo del lenguaje, sobre todo con países y personas que quiéranlo o no son parte fundamental en esta historia que insisto, les duele vaya en ascenso. Lo mínimo es ponderar esa colaboración y sin necesidad de hacer porras como dicen Uds.
No sé qué ve de rosa en lo que expuse arriba, pero igual un poco de matiz-claro al histórico y eterno oscuro del país no caería mal.
Tiene bastante tema para regarse en análisis, como periodista, como persona o como quiera, pero hay que evolucionar con el proceso y no quedarse buscando puntos de quiebre q en ultimas contribuyen a mal. El periodismo lo entiendo yo para aportar.
Ah... Y cuando quiera que no esté más en su portal no es más que avise Directamente.
Calma, calma.... Juanita es una buena muchacha
Juanita. Esa es su opinión, su opinión personal pero no constituye noticia. Puedo estar de acuerdo o en desacuerdo y podemos debatir sobre ello. Lo cierto es que su opinión ni mi opinión son noticia. Los periodistas hablan de análisis, de objetividad y neutralidad, pero siempre anteponen su opinión a la noticia. Ese es el modelo Fox News, el modelo que acá lidera Gurisatti y RCN.
Agradezco indicar a los lectores que es su opinón, no el cargo que le da la norma legal en Cuba, ni el cargo que le reconocen los países del hemisferio, ni el cargo que le reconoce la ONU. Es por veracidad, por ética periodística.
Si fuera por opinión podríamos ponerle a Timochenko desde comandante,insurgente, cabecilla, o hasta terrorista. O a Santos, presidente castrochavista, dictador (por qué en Col tmb podemos debatir si hay democracia) u otro calificativo. Pero eso no es información, es opinión.
No engañen a la gente.
Bogotano,
Yo creo que el pie de foto en toda la historia es lo de menos y ya te expliqué por qué lo escribí así. Creo que tu posición es muy válida y enriquece mucho la discusión. Ya los usuarios decidirán con cuál de los dos están de acuerdo. Gracias por participar.
¡Qué maravilla que mentes tan brillantes reconozcan la posibilidad de haberse equivocado!! Solo así podremos conversar, aprendiendo mutuamente sin pretender imponer puntos de vista. Sin embargo creo que si es de vital importancia para el periodismo diferenciar la opinión de la noticia, o al menos tratar de hacerlo conscientemente, porque no es fácil. Más aún.Yo diría que es imposible para un ser humano separar por completo su razón de sus sentimientos y todavía más difícil darse plena cuenta de que la completa "objetividad" es impropia de un "sujeto". Todos tenemos sesgos en nuestra mirada y el aceptarlo y reconocerlo ayuda mucho a la comprensión y la convivencia. Se respiran nuevos aires en Colombia, ¡Bienvenidos!!
Interesante discusión, que de a poco termina siendo un juicio de responsabilidades, y va pareciendo una arbolito de navidad, colgándole más cosas. http://www.elespectador.com/opinion/el-pensamiento-binario
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