Clara López y el Polo Democrático destaparon hoy finalmente su carta a la vicepresidencia y, con Aída Avella, mandaron el mensaje de que se la juegan por la unidad de la izquierda.
Esta decisión, que busca sanar muchas de las heridas abiertas por las sucesivas divisiones de la izquierda en años recientes, cierra sin embargo su candidatura a un electorado de izquierda -que muy posiblemente ya iba a votar por ella- y hacer mucho más difícil sumar votos en el centro, donde todavía hay muchos indecisos.


El proceso para encontrarle un vice a Clara estuvo lleno de tropiezos. Tanto que el viernes pasado, cuando se vencía el plazo legal para inscribir a los candidatos presidenciales, el Polo tuvo que poner a Sandra González -la directora financiera del partido- mientras se decidía en torno a un nombre definitivo. Es decir, la misma jugada que usó Antanas Mockus hace cuatro años, cuando inscribió a Liliana Caballero -su mano derecha de toda la vida- mientras se concretaba la llegada de Sergio Fajardo a los verdes.
Hasta el último minuto era una posibilidad real que Rodolfo Arango, el académico y ex magistrado auxiliar de la Corte Constitucional que acaba de ser el sexto candidato más votado del Polo al Senado, fuera escogido.
Eso demuestra que dentro del Polo hubo un fuerte debate sobre la estrategia que debería seguir el partido: si apostarle a la unidad de una izquierda que se ha dedicado a dividirse en los últimos años o si situarse más hacia el centro sin abandonar sus caballitos de batalla. La votación dentro de la dirección ejecutiva reflejó esa división: 12 votaron por Avella, ocho por Arango.
Por un lado, un sector del Polo -que incluía a Iván Cepeda, Carlos Romero, Jaime Dussán y Carlos Bula- impulsó las negociaciones con la UP, una posibilidad que se veía remota cuando este partido recuperó la personería jurídica pero que ganó fuerza a medida que ninguna de las dos candidatas se movía en las encuestas. Y, sobre todo, después de que ambos partidos tuvieran discretos resultados en las elecciones al Congreso, con el Polo perdiendo 300 mil votos y la UP no logrando ninguna curul.
Otro grupo que incluía a Jorge Robledo y Carlos Gaviria estaba a favor de un candidato que pudiera abrir al partido hacia los electores que no fueran exclusivamente de izquierda o al menos que no vinieran necesariamente de la política. Exploraron a varios candidatos, incluyendo empresarios de origen conservador y políticos del ala socialdemócrata de los liberales, con lo que queda claro que buscaban centrar su mensaje en temas como la defensa del país contra los embates de los tratados de libre comercio.
Al final propusieron a Rodolfo Arango, que sí está anclado firmemente en la izquierda pero que tiene un perfil diferente al de Avella. Con él, el Polo podía sumar a una persona de izquierda pero sin trayectoria política -pese a pertenecer al partido desde hace años y ser cercano a Carlos Gaviria- y respetada dentro del ámbito académico. Traía un aire fresco porque nunca estuvo metido en las peleas internas del Polo, algo que también facilitaba volver más plural al partido al tiempo que se consolidaba la unidad.
Su perfil era muy distinto al de Clara, como profesor de filosofía del derecho y ex magistrado auxiliar de la Corte Constitucional durante la época dorada de los años noventa, en los despachos de Eduardo Cifuentes y Manuel José Cepeda. De hecho, como candidato de opinión le fue bien: sacó 10 mil votos -y se quedó sin la última curul del Polo por apenas 2 mil votos- tras una campaña en la que solo gastó 35 millones de pesos. Eso sí, no necesariamente implicaba una apertura hacia el centro tampoco.
Sin embargo, no fue el único candidato que se barajó. En las últimas semanas el Polo exploró varias posibilidades, algunas lejos de la izquierda y más orientadas a encontrar puntos de encuentro -como la oposición a los TLC- con otros sectores. Eso les daba la posibilidad de morderle votos al centro, dado que todos -a excepción de Enrique Peñalosa- están en el lado derecho del espectro político.
Conversaron con Emilio Sardi, el empresario vallecaucano y vicepresidente de Tecnoquímicas que ha sido muy crítico de los TLC en sus columnas en El País. Y también con Camilo Llinás Angulo, el presidente del gremio que reúne a los fabricantes de repuestos de carros (Acolfa), que también ha sido muy crítico del TLC con Corea del Sur. Curiosamente ambos son de tendencia más bien conservadora.
Además abrieron diálogos con José Fernando Isaza, el ex rector de la Universidad Jorge Tadeo Lozano que es experto en temas de educación. Con el ex ministro Eduardo Verano, que es de origen liberal pero que en los últimos años ha hecho campaña como independiente y con la descentralización como bandera. Y con el economista Eduardo Sarmiento Palacio, que viene de la corriente socialdemócrata del liberalismo y que fue uno de los que defendía una apertura económica menos acelerada durante el gobierno de César Gaviria.

Dado que en las encuestas la izquierda no tiene posibilidades reales de llegar a la segunda ronda, como sí las tuvo en las últimas dos elecciones, la alianza entre el Polo Democrático y la Unión Patriótica tiene una lógica que va más allá del corto plazo y de esta coyuntura electoral. Mañana la UP deberá discutir el tema, aunque dado que venían discutiendo la posibilidad desde hace varias semanas, no debería tener problemas.
En los últimos cuatro años la izquierda no ha hecho sino fragmentarse -con la escisión de los progresistas (hoy mitad de los verdes) y la expulsión de los comunistas (hoy dentro de la UP)- por lo que esta alianza podría ser un primer paso hacia una nueva unión.
Ambos partidos así lo están viendo. Al fin y al cabo, los dos tuvieron resultados pobres en las urnas. La UP sacó 99 mil votos con sus listas a Cámara y no logró elegir ningún senador en su alianza con los verdes, pese a la euforia de recuperar la personería jurídica tras una sentencia del Consejo de Estado. El Polo, con 300 mil votos menos en estas elecciones, también ha sentido el golpe y tendrá una bancada más pequeña que hace cuatro años.
"La izquierda no salió bien librada de las elecciones, pero tiene un potencial mucho más alto que puede haberse inclinado por el voto en blanco al verla tan dividida. La votación de Carlos Gaviria en el 2006 lo demuestra", dice una figura de la UP, que sin embargo reconoce que hay reticencias en sectores del Polo y del Partido Comunista que no han terminado de digerir la expulsión de éstos últimos hace dos años.
La jugada por la unidad hace que el cálculo electoral pase a un segundo plano. En todo caso Avella, más que compensar las debilidades de la candidatura de López (algo que muchas veces se busca en una fórmula), es un espejo que refuerza sus características.
Ambas son mujeres con trayectoria política dentro de la izquierda, una dupla ya de por sí novedosa en una campaña donde la única otra cuota femenina la pone Marta Lucía Ramírez. Ambas han hecho toda su carrera política en Bogotá, pese a que Avella es boyacense.
Las dos están a favor del proceso de paz con las Farc, de abrir diálogos con el ELN y conocen de primera mano los anteriores procesos desde los años ochenta. De hecho, ambas militaron en la UP durante los años en que fueron asesinados 3 mil de sus integrantes y estuvieron en la Asamblea Nacional Constituyente, Avella como constituyente y Clara como asistenta de la presidencia.
Además, tiene una pesada carga que hace que difícilmente le traiga votos a Clara. Tiene cómo crecer porque solo la conoce el 35 por ciento, según la más reciente encuesta Polimétrica de Cifras y Conceptos, pero su imagen negativa (23%) dobla a la positiva (12%). En cambio, Clara tiene el 27 por ciento positiva y el 30 por ciento negativa, un empate técnico que le da también un buen margen para crecer, sin ese lastre.
Eso quiere decir que aunque dos de cada tres personas no tienen una imagen de Avella, es más probable que se encuentren con alguien que les hable mal a que alguien que les hable bien, una desventaja difícil de cerrar. Y ha mantenido una intención de voto del uno por ciento, por debajo del margen de error.
El sacrificio es que, en la práctica, Avella le impide a Clara moverse más hacia el centro debido a que en muchos sectores por fuera de la izquierda la UP sigue siendo vista como un movimiento que históricamente tuvo fuertes lazos con la guerrilla. Y porque durante su campaña ella ha hablado de despedir a todo el cuerpo diplomático, revisar todos los contratos de concesión en infraestructura o revaluar los megaproyectos en el país, ideas que pueden resonar entre la izquierda pero más difíciles de vender a otros sectores.
Al final ganó la visión de que unir a la izquierda en torno a sus dos partidos más afines ideológicamente prima sobre construir una candidatura viable para el corto plazo. Queda por ver si la reunión es definitiva y si continúa con otros sectores que se han alejado.
Izquierda de clase media,debatida en tertulias de moda: es el 90-60-90 del esnobismo politico....pa´ninguna parte
Para los que creen que el nombramiento de Avella es un saludo a la bandera, para los polistas dicidentes como yo, es una demostración de que el partido quiere volver a recuperar sus bases, despúes de tantos errores cometidos. En las elecciones pasada muchos nos fuimos con los verdes, porque creímos en ese proyecto político , pero fracaso. Ahora con Peñaloza de candidato, los verdes van a perder mucho impulso de la gente que viene de izquierna, no le va a alcanzar la fuerza de Lopez y Navarro. Aunque creo que el mejor candidato del polo realmente es Robledo, no me gusta mucho Clara, por su vicepresidencia votaría por ella, solo espero que haga una buena campaña. También es molesto, que en este País, después de que muchos países han demostrado que los gobiernos de izquierda ayudan a salir de la pobreza a millones de ciudadanos, se siga satanizando este tendencia. Por favor, desarrollemos una mentalidad más abierta. Despertemos la derecha nos esta jodiendo hasta la democracia.
En este momento de la historia de Colombia y de la izquierda colombiana esta unión no es más que un saludo a la bandera; reconozco y admiro la coherencia política de Aída y nombrarla candidata a la vicepresidencia es un muy lindo gesto. La izquierda tiene margen de crecer reconconquistando los del voto en blanco, los abstencionistas activos, recogiendo banderas de tanto inconformismo, pero hay mucha tela por cortar; el Polo nos debe explicación de porqué expulsó tan rápido a unos y tan lento con el escándalo de Bogotá, todavía no hace una auto crítica profunda con lo de los Moreno, sin embargo es admirable que en medio de tanta división interna,sólo haya perdido 300 mil votos. Por otro lado hay mucha incoherencia en algunos como la misma Piedad Córdoba,mueve masas con Marcha patriótica pero resulta haciendo campaña en el partido Liberal,entendible por su trayectoria en ese partido aunque ya la considerábamos fuera y así muchos. Sólo nos queda lo de largo plazo,estamos a espectativa.
"Lamentamos profundamente y pedimos disculpas por nuestro error de no haber reaccionado a tiempo con el tema de los Moreno, por habernos tardado, pido disculpas públicas cuántas veces sea necesario, pero al tiempo pregunto: ¿cuándo termina el castigo?" Rodolfo Arango A.
Cuando se diga la verdad?
A los poleros furibundos, les jarta de sobremanera ese "aprovechamiento implacable de los antecedentes", como quien dice, sacarse los trapitos al sol es muy colombiano, pero queremos pensar que andamos en suecia. Como dicen el limon sigue bien agrio.... citicos los poleros
Hay que seguir apostando a @JERobledo en 2018 será presidente cuando el pais se de cuenta que Santos y Uribe son lo mismo.
La izquierda tiende a dividirse porque las posiciones radicales de algunos de sus miembros no admiten matices. En Colombia donde la salud termina en los bolsillos de vampiros como Roy y no se hace nada en educación hay mucho espacio para que una izquierda democrática y moderna pueda crecer. La izquierda puede tener 3 banderas que deberían dar muy buen resultado sin son bien presentadas: Salud pública sin corrupción y de calidad, educación gratuita y fin de clientelismo y corrupción. Con solo eso Colombia podría cambiar. Y justamente eso representan creo yo, candidatos como Sergio Fajardo, Peñalosa y el mismo Mockus. Pero no, para la gente de izquierda estos 3 son monstruos neoliberales que defienden la propiedad privada. Entonces mejor que ganen Santos y sus secuaces.
Señores, por ahora toca medio defender la raquitica democracia colombiana. Saben cuántos votos van a sacar Ñoño y Mussa en las elecciones al congreso del 2018 durante el segundo período de Santos? mínimo 500.000.
El compañero jhonn lenin ha resucitado
La unión de CLARA LÓPEZ y AÍDA AVELLA en una fórmula presidencial no origina ni promueve algún tipo de situación política novedosa que trascienda los cenagosos laberintos sin salidas visibles de la izquierda colombiana. Los diferentes grupos que asumen ser de izquierda han deambulado en circos o círculos viciosos, generados por sus irracionales esquemas mentales, prisioneros de "principios" ideológicos desligados de la vida real, de la idiosincracia colombiana y carentes de civilidad. El gran problema también de la izquierda es que no tiene base social diferente a las direcciones sindicales burocratizadas y algunos reducidos sectores de intelectuales que buscan expresión y poder en el ámbito de las nuevas propuestas organizativas de tipo alternativo a los intereses del establecimiento.
Pues el Polo prefiere morir en la suya. Eso es muy respetable. Es mejor un partido pequeño pero coherente y unido, a uno grande que no represente nada. Clara no tiene el afán de poder a toda costa que sí tenían otros que se fueron del partido.
Es una buena noticia y muy esperanzadora.
Avella formula vicepresidencial de Clara Lopez...los comunistas detras de los Lopez y en contra de los Santos-Lleras. La presidencia se la disputan casas liberales.
El centro, el centro, el centrooo
Yo sí creo q es el punto más definido dentro del espectro político, y al contrario de lo q dice Bat si lo veo como un lugar preciso, precisamente-jejeje-por ser el lugar donde todos confluyen cuando de desvirtuar posiciones extremas se trata, tanto la derecha como la nueva izquierda. Es el punto de acomodo para ganar adeptos de indecisos y abstencionistas con el caballo de batalla de: La Paz ; unos xq aun conociendo el país dicen no saber x quien, y otros simplemente disque xq no les interesa.
Punto a favor del Polo, mantenerse en la mima postura combatiente de siempre, pero q al mismo tiempo juega en contra por factores como el de la UP q sigue siendo considerado el brazo político de las guerrillas.
Igual q ABL, creo q esto es a largo plazo, específicamente para el 2018 donde posiblemente Clara ya no sea la Clara de hoy, y salgan a frentear al electorado personajes como Robledo.
En mi opinión, me parece algo bueno. En el sentido de que nunca ha habido una union de izquierda fuerte que enfrente en las urnas al sector de derechas y ultraderechas. Sin embargo, deberán enfrentarse a muchos lastres que han quedado en el colectivo del colombiano promedio (Samuel Moreno, los Errores admin de Petro, El hecho de que algunos crean que son parte de las FARC, la amenaza del "Castro-Chavismo" como dirian los uribestias, La percepción de que pueda pasar algo similar a lo que pasa en Venezuela... etc)
Muy lamentable decisión de un sector mayoritario del ejecutivo del Polo por encima del resultado de personas como Rodolfo Arango y Jorge Robledo que con su posición y consecuencia política hicieron posible que el Polo dejara a un lado la bandera del Santismo, la Paz, y se concentrara la atención en los verdaderos problemas de Colombia. La salud, la educación, los TLC, el modelo económico, la defensa del trabajo campesino, la defensa de la soberanía y la producción nacional, la minería si pero no así. Esto es un espaldarazo al cuento de la habana y bienvenida la mermelada al Polo. Un asco!!!
Contrario a lo que sucede en la Alianza Verde, en el Polo se respetará la decisión de la mayoría (no como Sudarsky que se metió al juego democrático y ahora no respaldará a Peñalosa), y eso no quiere decir que el POLO se cierre a la izquierda radical. Durante la campaña a Congreso, Claudia López acusó al Polo de sectario por no recibir a la UP y que por eso, la Alianza que era tan amplia pues les dio un lugar (aunque en la realidad los excluyeron). Ahora que el POLO por mayoría decide hacer acuerdo con UP entonces es un partido de radicales. Por uno u otro motivo la Silla iba a criticar al POLO, no se salvaba. Sin duda me hubiera gustado más Rodolfo Arango pero que sea Aida, más que radicalismo me parece una muestra de tolerancia a lo diferente y de capacidad para hacer acuerdos.
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