En su autoevaluación de su gestión, el alcalde de Bogotá Gustavo Petro ha mostrado como unos de sus logros “un nuevo modelo de aseo que protege a los recicladores, opera mejor y cuesta menos”. Hoy, cuando se cumplen tres años del lanzamiento de Basura Cero, La Silla lo aterrizó al barrio La Soledad, donde estamos ubicados.
Lo que encontró es que el modelo Petro sí ha reivindicado al reciclador como un personaje central en el negocio de la basura y esto sí ha tenido un impacto en sus vidas y en la forma como se relacionan con los ciudadanos. Pero también su implementación ha sido desorganizada y a la hora de llevarlo a cabo en términos prácticos ha mostrado que tiene serias deficiencias.
La inclusión de los recicladores en el esquema de basuras de Petro es reconocido por todas las fuentes consultadas por La Silla como un primer paso y un logro por parte de esta administración pues “ningún otro Alcalde lo había hecho antes” según Maritza Muñoz, representante legal de la cooperativa de recicladores Cotran.
Tanto para ella como para Juan Alberto Fonseca, representante legal de Corporeciclaje, aparte de la remuneración, esto ha implicado una mayor sensibilización por parte de la comunidad hacia el trabajo de los recicladores y una mayor organización dentro de esta población, que con un cambio de imagen (desde que utilizan uniformes) y una mejora en su presentación, las relaciones con los residentes han sido más agradables.


En el barrio de La Soledad, ubicado en la localidad de Teusaquillo que tiene más de 149 mil residentes, hay dos cooperativas de recicladores: Cotran y Corporeciclaje.
Ambas pasaron por el proceso de formalización propuesto por la Uaesp, pero la falta de rigor en el esquema ha acentuado la competencia entre ellas, lo que ha terminado en regueros en el barrio y molestias de los residentes. La molestia ha sido tanta que en el último año se han reunido ya ocho veces para discutir el tema con funcionarios de Aguas de Bogotá, con el alcalde local y con las corporaciones de recicladores que están asignados en el sector.
Cotran está integrada por 33 personas y se encarga de recoger el reciclaje en el barrio (y en la localidad de Teusaquillo) desde el 24 de mayo de 2014, cuando la Uaesp les asignó esta zona.
Además, les entregó una casa en la carrera 30 con 41 para que allí seleccionaran el material en vez de hacerlo directamente en las calles y evitar que los residentes los asocien con desorden e inseguridad.
Pero en febrero de este año, la Uaesp asignó una segunda ruta a otra cooperativa, Corporeciclaje, que era una de las que cubría Kennedy pero que ahora también tiene presencia en Teusaquillo.
"Nosotros llevamos trabajando con los vecinos, haciendo la labor de educación y de sensibilización y ellos vinieron a cogerlo todo mascadito”, le contó a La Silla Maritza Muñoz, representante legal de Cotran.
Según tres fuentes que viven en la zona, los recicladores de esta cooperativa muchas veces se saltan los puntos de recolección, y en cambio, le apuntan directamente a los conjuntos residenciales, que son los que más material producen.
“Y como se consiguieron el mismo uniforme que tenemos nosotros y la misma tonada, los residentes nos confunden y se molestan con nosotros que dizque porque no recogemos las bolsas. Pero no somos nosotros”, dice Maritza. “Nosotros tenemos un camión, una chama (un carro pequeño) y dos triciclos que aguantan 200 kilos. Al camión le cabe tres toneladas, pero desde que llegaron estos pelados sólo llenamos la mitad del camión”.
Juan Alberto Fonseca, representante legal de Corporeciclaje, tiene otra versión de la historia.
“Hemos estado en la zona por seis o siete años, pero dejamos de cubrirla durante nueve meses (de junio de 2014 a enero de 2015) porque tuvimos que entregar la zorra que teníamos y el Distrito se demoró todo eso en entregarnos el camión”, le contó Fonseca a La Silla. “Uno sólo jalando un carrito es muy difícil irse tan lejos”.
“Ya luego cuando nos dieron el camión a principios de este año, los vecinos (de La Soledad) se empezaron a quejar que porque los de Cotran habían estado firmes todo diciembre con la ruta, pero en febrero la habían dejado botada. Ahí fue cuando nos llamaron otra vez para que cubriéramos esa parte” nos dijo el representante legal.
Fue ahí cuando empezó la competencia. En especial porque, dicho por el mismo Fonseca, ellos no hacen una ruta específica sino que van a los puntos en donde ya los conocen.
Este problema en teoría no debería existir. A principios de este año, ambas cooperativas firmaron un acuerdo en el que se comprometieron a respetar las rutas de los otros. Además, la idea era que la Uaesp identificara a los recicladores históricos y a sus rutas tradicionales para asignar las nuevas rutas sobre lo que ya existía.
Ruth Otálora, la subdirectora de aprovechamiento de la Uaesp, reconoció a La Silla que su entidad no tuvo en cuenta que ya había otros recicladores en la zona pero dice que como firmaron un acuerdo de corresponsabilidad debían respetarse las rutas mutuamente. Según la funcionaria, lo único que la entidad puede hacer entonces es verificar a través de un mapeo cuáles son las fuentes y rutas históricas, y caracterizarlas.
A todo esto se le suma que los recicladores están recogiendo el material en horarios distintos a los que deberían pasar.
La ruta de Aguas Bogotá, la empresa distrital que está asignada para recoger la basura en el barrio, pasa los lunes, miércoles y viernes. Lo ideal es que los recicladores pasen tres horas antes de esta ruta para que recolectar las bolsas blancas y así, la empresa sólo tendría que recoger las bolsas negras, las de la basura. Pero en el barrio se acordó que el reciclaje iba a ser recogido los sábados de 8 a 1 pm lo que implica una mayor coordinación entre residentes y recicladores, una coordinación que no se ha podido lograr del todo.
Aparte del desorden al asignar las rutas, otro de los inconvenientes fue la forma en la que el Distrito registró a los recicladores en el Registro Único de Recicladores de oficio (Ruro) en 2013, para reconocer el trabajo de los recicladores y remunerarlos.
Además del ingreso que los recicladores reciben por el material que venden en las 1,400 bodegas que tiene la ciudad, el Distrito les paga 87,900 pesos por tonelada que recojan, siempre y cuando la lleven a una de las 233 bodegas autorizadas para el pesaje y hagan parte del Ruro.
“El estímulo tarifario es positivo porque implica que va a haber más aprovechamiento del material de reciclaje y más gestión en torno a él, y los recicladores van a buscar nuevas fuentes para poder vender”, dice la funcionaria de la Uasp.
Al contrario, Nora Padilla, la directora de la Asociacion de Recicladores de Bogotá, piensa que implica un “estímulo perverso” porque ahora hay más gente que quiere meterse en el negocio, y según ella, como la Uaesp quiere hacer los cambios de forma rápida, aceptó a cualquier persona que estuviera dispuesta a cumplir los requerimientos de la entidad.
Según la Uaesp, de los 21.220 recicladores que están en el Ruro, solo 13.675 están activos, y de estos un poco más 9 mil fueron remunerados en el último trimestre por 169.844 toneladas de material reciclable. También 9 mil están organizados, y de estos solo 7 mil hacen parte del Ruro. Eso significa que 11 mil recicladores están por fuera del radar y del pago que hace el distrito.
Pero según los los representantes legales de las dos cooperativas, cualquiera puede meterse en el sistema cuando quiera.
“La Uaesp tuvo una carencia de rigor y cuidado por no generar conflicto en las zonas y entregó a dedo las rutas” le dijo la directora de la ARB a La Silla. “Ellos no partieron de lo que ya funcionaba”.
Y esto lo confirma la versión de la subdirectora de aprovechamiento de la Uaesp, Ruth Otálora, pues a la hora de hacer el registro “se confió en la buena fe de las personas”.
El otro requisito para recibir la remuneración es que tienen que tener una cuenta bancaria (para lo que deben presentar un teléfono celular con simcard de Claro) y estar carnetizados para probar que son recicladores de oficio. Hasta ahora, hay 8.616 recicladores carnetizados (40 por ciento) y 9.452 (44 por ciento) con cuenta bancaria.
Por último, deben ir a las bodegas autorizadas por el Distrito para pesar el material recogido y eventualmente todos los recicladores que quieran recibirla deberán pertenecer a una Organización de recicladores autorizada por el Distrito.
Estos dos últimos requerimientos son la manzana de la discordia entre los recicladores.
La localización y escasez de los puntos de pesaje autorizados y de los parques de reciclaje, hace más largas los trayectos de sus rutas, lo que implica recoger menos. En Bogotá hay aproximadamente 1400 bodegas privadas en donde tradicionalmente los recicladores habían vendido el material, pero ahora los puntos de pesaje autorizados se redujeron a un 20 por ciento (233).
De hecho, según números oficiales de la Uaesp, de los 60 centros de acopio que se propuso abrir, hasta octubre de este año el distrito sólo ha puesto siete puntos (uno más que el año pasado uno más que el año pasado) , y de los seis parques de reciclaje que prometió la administración, sólo se abrieron dos.
Esto explica en parte la deficiencia en el servicio de reciclaje. Pero el comportamiento de los usuarios tiene también un peso muy grande.
La principal queja de los residentes en La Soledad, es que aunque ellos sacan sus basuras a tiempo, las bolsas aparecen rotas y los residuos desperdigados.
El último informe de la Uaesp dice que en el 2015 hubo una disminución de la tendencia de crecimiento del relleno de Doña Juana de un 2,64 por ciento a 0,32 por ciento y que esto se debe a un impacto positivo del esquema de Basura Cero. También dice que logró que todos los bogotanos conocieran el esquema de recolección de basuras y reciclaje.
Pero de acuerdo a otros datos ofrecidos por esta misma entidad, al relleno sanitario siguen entrando las mismas 6300 toneladas de residuos que en el 2011. Y aunque hace cuatro años no había línea base para medir la cantidad de toneladas que se se reciclaban en la ciudad, según Nora Padilla para 2011 se recogían entre 1200 a 1400 toneladas de material por día, y de acuerdo a la Uaesp, el promedio diario del último bimestre fue de 1128 toneladas. Es decir, el reciclaje en la ciudad está estancado.
Esto se ve también en La Soledad.
De acuerdo con Ricardo Valencia, Director Estratégico de la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo, el problema es que aún no se cuentan con sistemas formales de separación en la fuente, por lo que los recicladores tienen que invertir demasiado tiempo en la selección del material “hurgando” (en palabras de Nora Padilla) en bolsas con el material mezclado.
Juana Oberlaender, quien es una de las personas que está coordinando la apropiación del esquema de Basura Cero en La Soledad, coincide con Valencia.
“Uno es un pésimo reciclador, la gente no separa. Lo que yo estoy haciendo es poner en la bolsa negra lo que es de la negra y en la bolsa blanca lo que es de la blanca. Desde que estoy juiciosa las cosas me funcionan” le contó a La Silla.
En conclusión, en estos tres años Petro logró poner el tema del reciclaje en la agenda pública y en la vida de muchos bogotanos y logró que los recicladores dejarán de ser vistos como desechables. Ahora el reto del nuevo alcalde es volver operativo el sistema para que sea efectivo.
Al cierre de este año, es posible que al relleno de Doña Juana ingresen cerca de 6750 toneladas diarias de residuos. La CAR le impuso una multa al Distrito (otra de las tantas que recibió Petro) y la orden perentoria del cierre a más tarde en el 2016. La operación del Programa Bogotá Basura Cero, se orientó al reciclaje de material inorgánico en desmedro de lo orgánico, seguramente por razones electorales y de comodidad logística. El 75% de los residuos sigue ingresando al relleno y no obstante las propuestas que desde diferentes ámbitos se le hizo a la Alcaldía, Acueducto y el mismo UAESP para su adecuada gestión (compostaje, agricultura urbana, reconformación de áreas mineras o sectores de los cerros orientales degradados, otros bioinsumos, alimentos balanceados, generación de energía, etc.), fueron desestimados. Se perdieron 4 años y esperamos que el nuevo alcalde, entienda la importancia de una gestión integral de las basuras y las posibilidades de crear empleo e innovación verde.
Dan risa estos comentario, la cantidad de desechos al relleno no disminuyo sino que disminuyo ligeramente el porcentaje en que venia creciendo, un fracaso en dos años y aun costo altisimo. La soledad no es el unico caso pasen por el centro, chapinero, la macaren, teusaquillo, siete de agosto, etc etc un asco las basuras regadas por todos lados
Si ponemos en consideración el sabotaje mediático de los Operadores Privados y Medios de Comunicación al programa Basura Cero, podemos decir que el programa ha sido un éxito. Muchos no entienden el Programa porque no conocen lo que significa un botadero de basura y piensan más en los "pobres" privados y la "leal" competencia.
Faltan por mejorar muchas cosas, pero ya se ha dado un gran paso para convertir en cero la basura bogotana. La idea es que 20 años no existan botaderos de basura y que todos los desechos se reciclen o se conviertan en energía limpia. Eso es el Programa Basura Cero.
Este es un programa de largo plazo que debería continuar, pero que Peñalosa lo desechará por completo para poder darle gusto a los amigos de Vargas Lleras que lo pusieron en el poder.
P I L. D. O. R. A. S DDD
-Hoy en la WCristo se habló y hasta se felicitó a Petro. Entre otras se dijo q la aprobación era el 56%, nada malo para un alcalde la q no dejaron trabajar y, como siempre los medios haciendo eco tardío, muy frescos los medios.
-En Venezuela se vive mejor q en Colombia según la ONU. Y tanta mierda q hablamos d la paja en el ojo ajeno.
-El caso d los recicladores se parece el enfrentamiento d policías y ejército x desminado, en ambos se tipifica el modelo d la "guerra dl centavo", muy conocida x los transportadores.
-Ojalá q el nuevo ungido d Bogotá profundise y le de continuidad al proyecto d inclusión con los recicladores.
-Pretelt sigue haciendo lo q le da la gana, ...preguntó d nuevo, q' tanto sabe Pretelt q ni los compañeros se atreven a pedirle la renuncia?.
--Si Palomino llega a dic 31, ya no pasará nada.
-Y el ventilador d Bedoya hasta cuando no se enciende?.
-En el congreso hay matoneo x lo q representa pataepalo