Desde el triunfo de Gustavo Petro el pasado domingo un nombre ha comenzado a estar en boca de mucha gente: Antonio Navarro Wolff.
![]() |
Antonio Navarro Wolff, Gobernador de Nariño, se unirá al Movimiento de Gustavo Petro |
![]() |
Gustavo Petro fue elegido alcalde de Bogotá el pasado domingo. |
Dos fuentes confirmaron a La Silla Vacía que apenas termine su período como Gobernador de Nariño, Navarro vendrá a Bogotá a unirse al proyecto de Petro, quien ha sido su amigo desde la época del M-19.
Una persona del círculo interno de Petro dijo a La Silla Vacía que hasta que Navarro no concluya su período en la Gobernación, el posible rol que él pueda jugar es pura especulación, pero es un hecho que muchas personas de las bases de Progresistas están esperando su regreso. Navarro será un actor fundamental en la reconfiguración que se comienza a dar en la izquierda.
Navarro podría ocupar alguna Secretaría del Distrito, como la de Gobierno, lo que tranquilizaría en parte a quienes creen que la falta de experiencia administrativa de Petro es un riesgo para la ciudad. Navarro fue un Alcalde de Pasto muy exitoso y como Gobernador de Nariño implementó de manera efectiva estrategias que ha promovido la izquierda desde la teoría como los presupuestos participativos en toda la región. Él se convirtió en un gobernante de ‘tercera vía’, que supo combinar programas de generación de ingresos y erradicación de pobreza en estrecha cooperación con el sector privado.
Pero lo más probable es que Navarro se convierta en la punta de lanza del proyecto político de Petro en todo el país. En su discurso el pasado domingo, Petro dijo que quería que Progresistas se convirtiera en un movimiento a nivel nacional, aspirando a que pueda competir en las elecciones a Congreso y Presidenci en tres años. Pero como él estará en la Alcaldía y no podrá participar en política (ya dijo que no piensa renunciar para lanzarse a la Presidencia), Navarro Wolff se convierte en su mejor reemplazo para impulsar lo que hace poco llamó ‘la izquierda moderna’.
![]() |
Jaime Dussan, presidente del Polo Democrático Alternativo. |
![]() |
Iván Cepeda, Representante del Polo Democrático por Bogotá. |
La izquierda entra en un momento de transición después de las elecciones del pasado domingo. Aunque durante el Gobierno de Uribe sus grandes figuras se unieron en el PDI a principios de la década pasada y luego en el Polo Democrático Alternativo en 2005, la estigmatización que impulso el gobierno contra la izquierda mantuvo cohesionadas sus bases.
La resistencia al gobierno de Uribe era una prioridad para la izquierda y terminó por unir a todas sus facciones. Su unión se reflejó en 2006, cuando Carlos Gaviria ganó el segundo lugar en las elecciones presidenciales con 2,6 millones de votos y el partido se perfilaba como una verdadera opción política. Con ese impulso, Samuel Moreno obtuvo la Alcaldía de Bogotá, una bancada de 11 concejales y 64 ediles en las localidades.
Ahora, el Polo quedó sólo con cuatro concejales en Bogotá (de los cuales tres son en realidad petristas) y 22 ediles. Se quedó sin representación en localidades bogotanas importantes como Suba, Chapinero y Los Mártires.
En Nariño, que era su otro fortín, el Polo perdió la Gobernación (aunque el elegido Raúl Delgado, es un ahijado político de Navarro, que fue del Polo inicialmente y se lanzó por una coalición y con el senador del Polo Parmenio Cuéllar haciéndole oposición). En el Valle tenían dos diputados y ahora tienen uno. Y con la salida de Jorge Iván Ospina de la Alcaldía de Cali, pierden también ese aliado.
Es decir, hoy el Polo no tiene representación en ninguna de las principales alcaldías, ni gobernaciones del país. Su crisis es profunda. Y no sólo por el escándalo del Cartel de la Contratación.
Ayer, el Representante a la Cámara por Bogotá del Polo Iván Cepeda envió una carta al Comité Ejecutivo Nacional de su partido pidiendo la renuncia de su director Jaime Dussán y que se convocara a un congreso extraordinario del Polo para debatir una estrategia del partido para fortalecerse frente a la crisis que vive.
Su carta generó polémica porque Cepeda no ha sido a cercano a Petro, fue la mayor votación del Polo en Bogotá en las pasadas elecciones a Congreso y no le debe su popularidad a una maquinaria, sino a sectores de opinión en la izquierda. Pero además, porque la renovación que pide para el Polo coincide con la renovación que pide Petro para la izquierda.
“Es hora de abrir las puertas de la colectividad a nuevos liderazgos provenientes de las organizaciones sociales, de los movimientos de jóvenes y de las mujeres”, dice la carta. “Si bien muchos movimientos siguen en el Polo (como Tarcisio Mora que es dirigente de la CUT), no tienen un gran peso en la dirigencia. Lo que necesitamos es que los líderes sociales tengan un gran peso y no sólo estén en la militancia, que entren los jóvenes, los estudiantes”, dijo Cepeda a La Silla Vacía.
Esta idea de convocar otros movimientos sociales fue la misma que Navarro y Petro promovieron a principios de la década pasada, cuando fundaron el PDI como un partido que integraba a distintos movimientos sociales. Con el tiempo, el ‘aparato’ de la Anapo de los Moreno se fue tomando el partido. Y ahora, después de la debacle de Samuel Moreno, además de Jaime Dussán, el Partido Comunista y el Moir terminaron dirigiendo el Polo. Estas dos corrientes tienen una militancia disciplinada pero son una minoría dentro de la izquierda y no incluyen a voces ciudadanas diferentes a las suyas.
Una fuente que estuvo allí dijo a La Silla Vacía que en la reunión del Comité Ejecutivo del Polo ayer, los dirigentes del Partido rechazaron cualquier posibilidad de unirse al proyecto de Petro, pero que también es poco probable que se declaren en oposición a su Alcaldía. “Se discutió que se tiene que recuperar esa gente que sentía que tenía que castigar al Polo y por eso votó por Petro, pero que no se identifica con Progresistas”, dijo.
![]() |
Petro, Maria Emma Mejía y Navarro Wolff en 2007, durante las elecciones por la alcaldía de Bogotá. |
A diferencia del Polo, los militantes de Progresistas se ven a sí mismos como una fuerza de centro-izquierda si se les pide que se ubiquen en el espectro ideológico. Pero realmente lo que quieren es superar el paradigma de derecha e izquierda y convertirse en un movimiento plural, menos basado en la ideología y más en la lucha por la reivindicación de derechos colectivos. Por eso, Petro buscó durante la campaña atraer a los jóvenes que marchan por la educación, a los ambientalistas, a las víctimas, al movimiento de mujeres y a la población LGBTI. Y aunque son una minoría, también hay bases liberales y conservadoras en Progresistas.
Aunque todavía es un grupo naciente -y en Navarro Wolff podría recaer la responsabilidad de organizarlo para llegar al poder en el 2014- Gustavo Petro dijo a La Silla Vacía que espera que este movimiento no se convierta en un partido. Los líderes de Progresistas tienen claro que no quieren una personería jurídica como partido, sino mantenerse como un esfuerzo de redes sociales en el país. Creen en la tesis de que un partido político moderno es en realidad un gran medio de comunicación.
Progresistas aspiraría a llevar a la práctica y masificar la cultura de movimiento de masas que prevaleció entre los militantes del M-19. Esta guerrilla urbana siempre quiso verse no como un ejército -como se ven las Farc- sino como un movimiento más horizontal (por eso se llamó 'Movimiento M-19'), porque consideraba que su fuerza no estaba en sus líderes sino en su conexión con la ciudadanía. Por eso, cuando sucedió el holocausto del Palacio de Justicia en el 85, sus militantes sintieron que habían perdido esa sintonía con la gente y por lo tanto, su razón de ser. En parte por eso, decidieron dejar las armas en el 89.
Lo difícil es que un movimiento como el de Progresistas se convierta en una fuerza política nacional significativa, sin unas reglas de juego claras, al menos para tomar decisiones a nivel nacional, o una militancia organizada. Si termina siendo, como el Partido Verde, ilusión de un día, le darían la razón a sus criticos del Moir, que consideran que Progresistas es un movimiento caudillista alrededor de la figura de Petro y nada más.
Navarro lo hizo muy bien como alcalde y gobernador, es un excelente aliado para sacar adelante a la apaciguada BOGOTÁ!!!
No sean folcloristas el Polo no va ha desaparecer. Lo de Petro no es duradero es solo oportunismo.
adhiero. es como el partido de la U incluso utiliza su mismo espectro pluripartidista solo es una moda como el partido verde.
¿Maria Emma Mejía?
Dios, alguien que se consiga un mosquete y una bala de plata... esa mujer es un enrazado de liebre con licántropo... que vaina más peligrosa.
Por otro lado... me gusta el dato. Sin embargo, Wolff tiene varias denuncias de corrupción en el Nariño, y el tipo se hizo de la vista gorda sobre temas tan peludos como el glifosfato y los problemas con la frontera ecuatoriana.
Aún así, lo prefiero en cierta medida que a los amiguitos de Sammy o Don Bolardo.
Veremos. Por ahora, no confiar en ninguno.
Maria Emma Mejia es equivalente a Noemi
Lo de las "redes" es un concepto post-moderno y muy interesante. No es fácil hacerlo funcionar, pero sí se logra, creo que sería lo primero que podríamos llamar verdaderamente una estructura política en Colombia.
Lo de las redes ya está en marcha desde la campaña. Y, por lo visto, funciona.
Totalmente de acuerdo.....
Maria Emma Mejia siempre la he visto como otra Noemi más...
si seria una estupenda candidata, al fin y al cabo cumple con las espectativas de querer reunir gente de movimientos, pues a pesar de haber formado parte del partido liberal y del Polo, tambien ha sido parte de otras expresiones ciudadanas, Navarro aportaria su experiencia en la admisntracion y formacion de ideas para lograr que el movimiento se extienda mas y se pueda consolidar, pero no lo veo como candidato presidencial...
veremos que pasa
Pues no lo había pensado, pero sería extraordinario. María Emma tiene talante para grandes cosas.
Páginas