Menú principal

Miércoles Junio 07, 2023

 

Medellín empezó mal el 2010. Esta semana la Policía publicó un informe señalando que en 2009 los homicidios aumentaron en un 64 por ciento en esta ciudad. Fuera de eso, el enfrentamiento entre los “combos” de la comuna nororiental ha escalado tanto en los últimos días que el Presidente Uribe ordenó el martes la militarización de los barrios La Silla y Popular 1.Todo esto pasó en ausencia del alcalde Alonso Salazar que estaba de vacaciones y del Secretario de Gobierno Juan Diego Vélez, quien renunció a su cargo hace dos semanas. Y a tres meses de inaugurarse los juegos Suramericanos que convocarán en Medellín a más de 5000 mil visitantes. La gran pregunta es si esto pone en duda lo que está haciendo la Alcaldía para no dejar que la ciudad caiga de nuevo en la espiral de la violencia.

En la última década Medellín había logrado pasar de ser una de las ciudades con los índices de criminalidad más altos de Latino América a estar dentro de la media. De 174 homicidios por 100 mil habitantes, llegó a 26 en el 2007, pero hoy otra vez esta tasa está cercana a los 70 asesinatos por 100 mil habitantes. (Ver tabla en página Alcaldía) Y el legado que le ha dado tanta popularidad al hoy candidato Presidencial Sergio Fajardo, ha dejado de ser un logro para mostrar.

Mientras el Gobierno Nacional, la Policía y el Ejército le apuestan a solucionar el problema con un aumento en el pie de fuerza, el Alcalde ha asumido un camino distinto. Quiere evitar a toda costa que más jóvenes se involucren en esta nueva etapa de un conflicto que parecía haber terminado pero que en realidad no se acabó sino que se transformó.

Con la desmovilización, los viejos jefes de las autodefensas fueron encarcelados y extraditados dejando un vacío de poder que ha dado origen a un sangriento enfrentamiento entre mandos medios. Como las milicias guerrilleras no hicieron parte de la desmovilización, llegaron a alimentar nuevos grupos criminales que ahora se pelean el control del microtráfico de droga y que se dedican a reclutar adolescentes cada vez más jóvenes. Según cifras publicadas por el periódico el Tiempo 160 bandas se están disputando 750 ollas de expendio de drogas.

Según un reciente informe de la Corporación Nuevo Arco Iris tres de estas bandas son reductos de la Oficina de Envigado: la estructura liderada por Eric Vargas, conocido con el alias de ‘Sebastián’; otra bajo el mando de Maximiliano Bonilla, alias ‘Valenciano’, y la banda de Los Paisas, considerada el brazo rural de la Oficina que manejaba 'don berna' y comandada por Ángel de Jesús Pacheco Chancí, también conocido con el alias de ‘Sebastián’.

En esta pelea por el territorio, la Alcaldía tiene varios programas para evitar que los jóvenes se involucren y que según Juan David Valderrama, Secretario Privado y Alcalde Encargado, le dijo a La Silla Vacía esperan que a partir de julio se reflejen en la disminución de las cifras de violencia.

El primero de ellos denominado Fuerza Joven, busca que los jóvenes de las comunas conflictivas no entren a los combos, dándoles un salario mensual y oportunidades educativas. La idea es contrarrestar el incentivo económico que les daría el negocio del narcotráfico.

El otro es el de Jóvenes con Futuro que busca premiar a quienes se han mantenido por fuera del conflicto, pero que están sin trabajo, con capacitaciones en oficios técnicos. También está el presupuesto participativo joven, que les permite a los adolescentes decidir a través de un proceso democrático donde debe invertir el Gobierno local los recursos en su barrio. Las becas EPM para entrar a la universidad y las escuelas del deporte, son otra opción.

La otra prioridad de la Alcadía es evitar que estos grupos criminales vuelvan a ser el Estado. Aunque sería más fácil entrar en negociaciones con estos combos para establecer una paz engañosa cediéndoles parte del control del territorio,como se ha hecho en el pasado, la administración Salazar dice que no va a dejar que retroceda la institucionalidad. Se iniciaron las obras de construcción de nueve CAI, dos casas de Gobierno y un fuerte de Carabineros en la zona rural de las Palmas.

Fuera de eso, están aplicando una nueva estrategia denominada Encuentros por la Vida. Desde septiembre de este año el Alcalde y su gabinete visitan semanalmente una de las comunas conflictivas de la ciudad para establecer un diálogo directo con la comunidad. En este escenario, Salazar rinde un informe de las medidas aplicadas en los distintos barrios para mejorar la seguridad .“La idea es escuchar a la comunidad y sellar compromisos”, dice la página de la Alcaldía. Después inician los talleres de convivencia que van de cuatro de la tarde a diez de la noche.

Pero no es tan claro que estas medidas logren atacar el problema de fondo: el microtráfico de droga. En un barrio de las comunas, un joven expendedor de droga, según una fuente de la zona, se puede ganar 600 mil pesos diarios. Lo que significan casi doce millones de pesos al mes, un incentivo frente al cual la Alcaldía, con subsidios y capacitaciones, no tiene como combatir.

Además, el contexto familiar de estos jóvenes es cada vez más difícil. Por el aumento de los embarazos adolescentes en los últimos años, la mayoría de adolescentes que están en esta nueva oleada de conflicto nunca tuvieron una figura paterna, y se criaron sin ningún referente de autoridad y teniendo como modelo a los malos del barrio. Por eso ahora es complicado que se salgan de los combos en los que entran desde que son niños y decidan respetar la institucionalidad.

La impunidad también afecta. Según el director del Cerac Jorge A. Restrepo, si los delincuentes no son judicializados, ni la militarización ni la intervención social de la Alcaldía serán suficientes. Lo grave es que los malos indicadores de Medellín, no sólo afectan su futuro, sino el de Sergio Fajardo, ex alcalde de Medellín y jefe del grupo político del actual alcalde Alonso Salazar. De la efectividad de las acciones de la Alcaldía depende de que la transformación de Medellín, que sostiene parte de la popularidad de Fajardo, se mantenga en pie.

 

Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Vie, 2010-01-22 15:59

El problema es mas complejo..... muchas personas estan llegando a Medellin a reemplazar los delincuentes que van saliendo.... mientras las medidas tan exitososas e ingeniosas de Fajardo y Salazar no sean polcita de estado... no va haber oportunidad de acabar con la delincencia.... ademas es la tendencia nacional.....¿Entonces la culpa es del alcalde o del presidente?

Vie, 2010-01-08 17:26

Carolina, tienes razón. El modelo de familia puede ser diverso, y la presencia de una familia sin padre no significa que el hijo tienda a la violencia. El tema es que en Medellín, aunque no ha sido investigado a fondo, hay documentos, entre ellos el libro "No nacimos p´semilla" escrito por el Alcalde Alonso Salazar (en sus épocas de investigador social), que vinculan muy fuertemente el sicariato con la ausencia de una figura paterna, de autoridad. Pero tienes razón que estas investigaciones no se sostienen sobre una evidencia empírica concluyente.

Jue, 2010-01-07 18:54

Y entonces? Reelijamos a Uribe y si no se puede, elijamos a Santos o a un Conservador bien arrecho para que siga prohibiendo el consumo y distribución de droga, aumentando penas e inventándose agravaciones punitivas. Así de pronto, subimos esos doce millones a 30 y hasta yo me voy a hacer carrera de dealer!

Añadir nuevo comentario