![]() |
---|
El escándalo de Agro Ingreso Seguro afectó la imagen de Andrés Felipe Arias, pero aumentó el número de personas que saben su nombre y lo reconocen. Ahora su estratega debe convertir toda esta imagen negativa en positiva. ¿Lo logrará? |
Aunque este fin de semana columnistas y artículos publicados en los distintos medios dejaron claro que el escándalo de Agro Ingreso Seguro seguirá creciendo, en la campaña de Andrés Felipe Arias no lo ven todo oscuro. En la última encuesta Gallup bajan de 11 a 9 porciento en intención de voto, pero creen que en otras cosas el huracán de AIS ha beneficiado al candidato.
El consultor de cabecera de Arias, Camilo Rojas, dueño de la firma de asesoría Política Estratégica, piensa que se le puede sacar jugo al escándalo.
Según lo reveló en una reciente reunión en Cartagena con varios de los principales editores políticos del país, Rojas considera que el escándalo le ha ahorrado millones de pesos al candidato en darse a conocer en el país, uno de los retos más difíciles en una campaña presidencial. “El trabajo de la campaña es cambiarle la imagen negativa en las últimas semanas”, dijo. “No hay negativo que no se pueda convertir en positivo”, añadió.
Según la encuesta, Arias pasó de un nivel de conocimiento de 54 por ciento a 61, todo un logro en dos meses.
Durante el mismo período, a pesar de haber recorrido todo el país consiguiendo sus 700 mil firmas, Sergio Fajardo sólo logró aumentar 3 puntos de visibilidad. Aún el 40 por ciento de los encuestados no lo conocen.
Incluso, candidatos con una larga trayectoria en la vida pública como Rafael Pardo, que fue el primer Ministro de Defensa civil, lideró los debates contra el paramilitarismo en el Congreso cuando fue senador y ha sido director de noticieros y que además fue el protagonista de las consultas internas de octubre, no se acerca a estos niveles de visibilidad. En la encuesta creció de 47 por ciento a 54 en reconocimiento.
El más conocido sigue siendo Santos. Con 82 por ciento de conocimiento ya llegó al tope de visibilidad que los consultores estratégicos manejan tradicionalmente para un candidato (Al Presidente Uribe lo reconocen el 91 por ciento de los encuestados).
A Arias todavía le quedan 20 puntos para alcanzar el nivel óptimo de conocimiento, pero por Agro Ingreso Seguro, más gente sabe su nombre completo. Y esto es bueno para la campaña, donde habían preocupaciones por que mucha gente sólo conocía al candidato como Uribito. ¿Qué iba a pasar cuando les tocará marcar el tarjetón?
El rifirrafe de AIS dejó más claro el vínculo entre Uribe y Arias y eso también es bueno en términos de votos. Cuando el Presidente dejó que Uribito se defendiera del escándalo en el consejo comunitario del sábado 31 de octubre, le dio un espaldarazo.
Más allá del cinismo del estratega político de Arias, ¿es cierto que cambiarle la imagen a un candidato es solo cuestión de inversión en publicidad?
Germán Chica, consultor político, cree que esto no es posible, pues el escándalo fue, desde el principio, mal manejado. “En un momento como este lo primero que debe hacer un candidato es reconocer, rectificar y pasar la página. Pero el tema se ha mantenido vivo demasiado tiempo, afectando a Arias y dañándonos a los miembros de la coalición”, afirmó Chica.
Es claro que aunque Arias creció en conocimiento, las nuevas personas que ahora saben su nombre lo relacionan con el escándalo. Y puede ser doble trabajo, porque no sólo tienen que llegar con el mensaje al público, sino cambiarle una imagen negativa. Pero este es el trabajo de los estrategas y algunos lo han logrado.
En la última campaña presidencial en Perú, Alan García quien había salido de su primer Gobierno en 1985 con altos niveles de imagen negativa por la hiperinflación y el fortalecimiento de Sendero Luminoso, empezó su campaña en 2006 con 55 por ciento de voto en contra. En las encuestas este era el porcentaje de peruanos que decían que nunca votarían con él, pero a través de una campaña publicitaria donde García aceptó sus errores, terminó ganándole a Ullanta Humala.
Algo similar pasó este año en las elecciones legislativas mexicanas de julio. Donde el PRI, a pesar de contar con el lastre de decenas de escándalos de corrupción y de 100 años de existencia ganó con una campaña que decía “PRI, experiencia probada, nueva actitud”.
En todo caso, las elecciones están todavía a varios meses de distancia y la memoria de los colombianos es corta. Vamos a ver con qué estrategia salen en la campaña de Arias para voltear de negativo a positivo.
¡Qué envidia del 9% que no reconoce al presidente Uribe, esa pesadilla...
Hay verdades que rondan en Colombia, pero que parece que son mejores no decirlas ni creerlas; con esta noticia, considero que hay una verdad que se ha vuelto inherente en la manera de hacer politica en Colombia pero que no la hemos analizado a profundidad. el sistema de eleccion y reconocimiento de sujetos que aspiran a tener algun cargo en el ambito politico se ha convertido en lo mas parecido a un reality show: escogencia de politicos por su eslogan y no por su discurso; manejo de escandalos, peleas, insultos, para el reconocimiento de uno u otro; discursos vacios que se repiten y que han convertido muchas palabras en parla vacia ( como lo son las palabras "paz" "libertad" justicia" ¿acaso esto tiene algun otro uso que no sea el de generar votos?)
Que alguien se sienta orgulloso de poder convertir un escandalo, sin importar las consecuencias que esta haya tenido, en estrategia para captar votos es de lo mas vil a lo que puede llegar el sistema politico colombiano...
no que uno escucha en la calle es que a uribito ahora no le cree ni la mamá
Me late que en Colombia la cosa ya no es de estrategia política (no que no sea importante) sino de ética ciudadana. Recordemos que Alberto Santofimio, hasta el proceso 8000, aún tenía un gran caudal electoral, a pesar de sus escándalos de corrupción como Presidente de la Cámara de Representantes al final de los 70's; o que a nadie parece indignarle que un condenado por fraude sea la consciencia moral de la Nación desde su columna de opinión en El Tiempo; o que familias políticas que desfalcan las finanzas de municipios son electas para la gobernación, para después de haber desfalcado también esas arcas ser electos al Senado (y no siempre con votos cooptados por el paramilitarismo y no siempre en la costa atlántica).
En definitiva, Arias puede convertir su imagen negativa en algo positivo, pero no porque su estratega sea un berraco, sino por la ética ciudadana del país, esa flexible ética que tenemos.
¿Es reconocido por cosas buenas o por cosas malas? Claro que una ventaja que tendría Mini me es el hecho que se rompa la identidad con sus alias por el de su nombre y que ahora más gente hable de él.
Esto puede modificar en un periodo de elecciones cercano la tendencia del votante para las presidenciales.
Pero lo reconoce solamente por el Escándalo, ¿hay algo más de lo que le puedan sacar jugo?