La elección de los nueve magistrados del Consejo Nacional Electoral será la primera prueba de la fuerza con que está amarrada la Unidad Nacional y del compromiso del Ministro del Interior con ella.
También será el momento para que las minorías y la oposición sepan si su voz tendrá algún peso durante los próximos cuatro años pues en esta elección cada voto vale.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) le interesa muy poco a los ciudadanos. Pero para los partidos políticos es uno de los organismos más importantes pues es la autoridad electoral.
Esos nueve magistrados que se elegirán mañana son los encargados de decretar las elecciones, revisar los escrutinios, repartir los recursos de financiación de campañas y hasta controlar las encuestas. Todos los temas relacionados con la organización electoral y los partidos políticos depende del CNE y por ello, todos los partidos quieren estar representados allí.
Y en teoría, tienen la posibilidad de estarlo pues desde
2003, esta elección se realiza mediante cifra repartidora, de listas que presentan los mismos partidos.
Los partidos calculan que para este año, se necesitarán entre 24 y 26 votos para elegir un magistrado. Entre más congresistas tiene un partido, mayor número de sillas asegura en el Consejo.
Con este mecanismo, antes de que empiece la votación del Congreso en pleno para elegir a los nueve magistrados, la U ya tiene asegurados tres cupos, los conservadores tienen dos y los liberales otros dos. Ningún otro partido tiene los votos suficientes para elegir por sí solo un magistrado. Entonces, la repartición de los dos puestos que quedan sin 'dueño fijo' -y que hoy están ocupados por Cambio Radical y Alas Equipo Colombia- se convierten en una verdadera prueba de negociación.
La coalición de Unidad Nacional es mayoría absoluta en el Congreso y, de hecho, son suyos los siete puestos que ya están repartidos. Con los residuos de los partidos de la U, Conservador, Liberal y Cambio Radical podrían asegurar otro cupo fijo, pero las cuentas no son tan sencillas.
Algunos daban por sentado que todos los votos residuales de los partidos de la coalición sumarían para que Cambio Radical mantuviera su representación en el CNE. Pero La Silla Vacía conoció que existe una fuerte tendencia dentro de la coalición, principalmente en el Partido Conservador, para que esto no se de así.
Los conservadores ya aseguraron dos cupos y aún tienen un residuo de diez votos -más de la tercera parte de los necesarios para elegir un magistrado. Aunque inicialmente pretendían ceder esos votos a otro partido menor, hay una fuerte tendencia que quiere intentar lograr el tercer magistrado.
El congresista conservador César Tulio Delgado dijo a La Silla Vacía que su partido siente que debe tener otra representación en la autoridad electoral y que tienen con qué lograrlo. Esta tendencia gana fuerza si se tiene en cuenta que dentro de la U, que no tiene más que cinco votos de residuo, la idea es hacer coalición con los conservadores; es decir, entregar esos votos a los azules.
Los otros miembros de la Unidad, los liberales, cuentan con un residuo cercano a los siete votos, pero aún no han decidido con quién hacer coalición. Rafael Pardo explicó que no es una cifra muy alta para negociar, pero que la decisión de hacia dónde se van esos votos la tomará hoy la junta parlamentaria.
También existen los compromisos previos, incluido el que realizó el Partido Conservador con el Partido de Integración Nacional (PIN) para la elección de las mesas directivas de Senado y Cámara y sus comisiones. Este podría inclinar los votos conservadores hacia el PIN, al que solo le faltan cuatro votos para asegurar un magistrado en el Consejo Nacional Electoral.
Esto hace mayor el reto de Germán Vargas Lleras que no sólo tiene que mantener conformes a todos los miembros de la Unidad Nacional sino que también tendrá que dar la pelea para que su partido Cambio Radical no se quede sin representación en el CNE.
También será el momento para que las minorías demuestren si son capaces de votar unidas. Los votos con que cuentan el Partido Verde (8), la Alianza Social Indígena (1 fuera de la coalición), el Mira (3), no alcanzan para elegir a un magistrado a menos que se unan con el Polo, que tiene 12 votos.
La senadora verde Gilma Jiménez le dijo a La Silla Vacía que su bancada aún no ha discutido este tema, pero que tienen claro que quieren participación y para ello deben hacer coaliciones. Hasta ahora han sostenido conversaciones con los partidos Liberal, el Polo Democrático y el Mira, pero no existe una posición definida.
Sin embargo, para la bancada del Partido Verde es más importante ahora plantear una reforma a este sistema de elección que califican como "perverso". Pero el proyecto de reforma del sistema electoral radicado por el senador del Partido Verde, John Sudarsky, introduce un cambio radical en el sistema de representación de los ciudadanos, pero por ningún lado se toca el tema de la autoridad electoral. La intención de los verdes es hacerlo.
Y la oposición, representada por el Polo, buscará lograr un puesto con el argumento de que es una exigencia constitucional. En el debate de mañana, según explicó el senador Jorge Enrique Robledo, intentarán ese cupo con el argumento de que la Constitución del 91 estableció dos cupos obligatorios para los partidos de oposición, y aunque se modificó el sistema de elección de los magistrados, las garantías a la oposición deben mantenerse.
Lo cierto es que la discusión es de orden constitucional y el Polo no cuenta con una mayoría que apruebe su moción. Por eso la bancada también está negociando para obtener una representación. Si se une con el Mira y los Verdes podría lograrlo.
Y finalmente, está el Partido de Integración Nacional, el 'patito feo' de esta legislatura, que con una bancada fuerte tendrá que exigir que se cumplan los acuerdos.
El PIN tiene a su favor sus 22 curules. Con nueve en el Congreso y 13 en la Cámara de Representantes solo le faltan tres votos por conseguir. La Silla Vacía supo que esa solicitud se le hizo formalmente a los conservadores con quienes ya habían hecho un acuerdo cuando eligieron directivas en las comisiones del Congreso.
Sin embargo, no todos los azules están de acuerdo en unirse con el PIN y asegurarles un puesto en el Consejo Nacional Electoral porque sería perder la oportunidad de tener un magistrado más. También están las voces que prefieren no aliarse con un partido cuestionado.
Lo cierto es que al PIN le faltan muy pocos votos y ya hay reclamos fuertes porque no se les ha tenido en cuenta en ninguno de los acuerdos de la coalición (técnicamente no están en la coalición porque Santos no los ha recibido).
Con todo esto en juego, Vargas Lleras tendrá la responsabilidad de manejar los hilos de lo que será la votación que más que elegir la nueva autoridad electoral aterrizará en la práctica los alcances de la Unidad Nacional.
Con razón tanta angurria y ambición, pués son sencillamente los que escutran y el que escruta gana. Nada más ni nada menos los encargados de "legalizar" los fraudes y toda la gama de delitos electorales evidentes en todas las campañas de elección del obsoleto y pernicioso sistema nacional electoral.
Que bonito que esta reforma que anhelamos se hiciera en común acuerdo con gentes que que no tengan ambiciones desmedidas de sobre salir con el triunfalismo de x o y partido. Algo así como una junta que realmente atisbe lo decente y la verdadera reforma que el pueblo quiere mirando hacia por fin terminar tanta corrupción.Es que soñar es lo único que no cuesta por eso hago esta humilde refleccón.
¿Para dónde va Vicente? Para donde va toda la Uente
Ni si quiera se garantiza que al menos quede un magistrado de oposición.
ningún partido debería tener mas del 50% de los magistrados. no es lógico que una coalición de gobierno obtenga 80%. Cual es la objetividad de una comisión electoral si es dominada por una coalición?
Este sistema de elección debe cambiar de lo contrario vamos a estar siempre sometido a una mayoria, el problema es como se cambia.
Como están las cosas hoy, ese organismo podría llamarse Consejo de la Unidad Nacional Electoral.
Como en otras instituciones del Estado, urge reformar las reglas del juego de integración del Consejo Nacional Electoral para que tenga fuerza y opere con mayor legitimidad y civilización la averiada o el remedo de democracia política existente en Colombia.
Por Ley las minorías deben tener representación en ese organismo que hace las veces de Junta de Vigilancia del proceo eleccionario. Cabe anotar que a diferencia de otros temas, en el de las autoridades electorales no existe un Estatuto Orgánico ni leyes que fijen el marco de referencia que regule el ejercicio más importante de la democracia. Por ello es prioritario trabajar el tema de la reforma política, donde no debe faltar el tema de las autoridades electorales.
Aunque parezca contradictorio, se requiere despolitizar la conformación del Consejo Nacional Electoral y la escogencia del Registrador Nacional del Estado Civil. Por lo menos, disminuiría la corrupción. Lo de hoy favorece la aplanadora de los partidos mayoritario
Me imagino que con el Congreso a sus manos, la elección de los Magistrados del C.N.E será una dicha completa...