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Jueves Junio 01, 2023

Hasta que por fin gritaron en la Corte: “Habemus Praesidere”

La Corte Suprema finalmente eligió Presidente. Después de más de 15 salas plenas y casi 60 votaciones fallidas, ayer salió humo blanco a favor del menos esperado: Augusto José Ibáñez Guzmán, un magistrado que apenas lleva dos años en la corporación.

Con la elección de Ibañez la sala plena se inclinó por un magistrado que representa el “centro” entre las dos posiciones que habían dividido a la Corte en los últimos meses. No ganaron ni los radicales (Alfredo Gómez, apoyado por Julio Valencia Copete) que le apostaban a defender a capa y espada la independencia de la Corte, ni los gobiernistas (Julio Socha, alfil de Javier Ricaurte), que consideraban que era urgente reducir el protagonismo y mejorar las relaciones con Palacio de Nariño.

Ibañez Guzmán es un magistrado especialista en derecho penal y profesor de la Universidad Externado, que llegó a la Corte Suprema después de haber ejercido como asesor de la Cámara de Representantes, conjuez del Tribunal Superior de Bogotá y fundador del Centro de Estudios de la Jurisprudencia.

Magistrados y auxiliares consultados por La Silla Vacía consideran que su postura frente a Palacio y el Congreso se inclinará más hacia la diplomacia. Pero “Obviamente, si lo presionan mucho y si se crean situaciones de conflicto puede que adopte una postura más radical y dura para defender a la Corte”, afirmó un ex magistrado que no quiso dar su nombre.

Ibañez, que es un pastranista declarado, ha dado varias pruebas de su distancia frente a las otras dos ramas del Poder: el año pasado, fue uno de los cuatro miembros de la Sala Penal que salvó su voto -con María del Rosario González, Sigifredo Espinosa y Alfredo Gómez- cuando la Corte decidió mantener la competencia de la Fiscalía para investigar a los congresistas que renunciaran a su fuero tras ser involucrados en casos de parapolítica.

Después de ese episodio en el que Ibáñez Guzmán mostró su determinación en mantener la competencia de la Corte frente a los parapolíticos, denunció furioso ante los medios de comunicación que había sido asaltado en su residencia, al norte de Bogotá. Allí le robaron dos computadores portátiles con archivos e información importante sobre todos los procesos contra los congresistas.

También se opuso a la extradición de los jefes paramilitares.

Pero por otro lado, también ha tenido alguna cercanía con el Presidente Álvaro Uribe y con el Capitolio: en el 2006 se lanzó al Senado de la República por Cambio Radical, cuando el partido de Germán Vargas Lleras todavía formaba parte de la coalición del gobierno. Pero sus 2.303 votos no le alcanzaron sino para quedar en el puesto 30 de la votación entre los de su mismo partido.

Ante estas situaciones que dejan al magistrado Ibáñez, de 50 años de edad, como el redentor de la moderación, los que conocen al nuevo “embajador” de la Corte coinciden en que es un reconocido “externadista, alguien confiable y muy buen abogado”.

Leonidas Bustos, magistrado de la Sala Penal que se decía estaba en el bando de los que buscaban una postura colegiada más cercana al Presidente Álvaro Uribe, le comentó a La Silla Vacía que eso de los bandos nunca existió, que “eran inventos de la prensa” y que todos “estamos muy satisfechos por la elección de Ibáñez”. 

Algunos hechos relevantes de su carrera y de su ejercicio en la Corte 

 

Ibáñez fue ponente de la sentencia del 28 de mayo de 2008 que aprueba la figura de la "imputación parcial de delitos" contra los postulados a la ley de Justicia y Paz. La imputación parcial fue aprobada luego de que al fiscal que llevaba el caso contra Wilson Salazar Carrascal, alias "El Loro" -ex patrullero de las Auc-, se le olvidara imputarle cargos nada menos y nada más que por el delito de concierto para delinquir cuando ya estaban a punto de iniciar el juicio para dictarle condena. Ibáñez alegó que no se presumía mala fe de la Fiscalía y que para no dilatar más el proceso del incidente de reparación interpuesto por las víctimas de "El Loro", se aceptaba la parcialidad de cargos.

Sin embargo, la figura de la imputación parcial ha sido muy controvertida porque, a juicio de algunos magistrados de control de garantías de Justicia y Paz, les permite a los postulados morronguear y morronguear volviendo a la etapa de versión libre cuando se les "olvida" confesar algún hecho mientras se vencen los términos y se cumplen la totalidad de los años que contempla la pena alternativa (de 5 a 8 años de cárcel).

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El magistrado Ibáñez también es recordado por su ponencia sobre la masacre de La Gabarra (21 de agosto de 1999), que declaró culpables a miembros del Ejército por crímenes cometidos con miembros de las Auc.

 

Para entender el tortuoso proceso previo a la elección de Ibañez leer ¿Por qué no se ocupa la Silla Vacía de la Corte?

Comentarios - Cada usuario tiene la posibilidad de incluir solo tres comentarios
Mié, 2009-04-29 12:11

Ojala preserva la independncia de la corte sobre todo ahora que se nos viene un tercer mandato y el uribismo quiere apoderarse de todas las ramas y poderres del estado. Habra que ver si valio la pena tanta espera.

Mar, 2009-04-28 17:45

¡No sabía que en la corte gritaran en latín!

Mar, 2009-04-28 17:04

Lo único que esperamos despues de tanto esperar un presidente en la corte, es que sepa manejar la independencia de ésta y que mantenga una posición objetiva frente a los temas que debe tratar y definir en bien de la democracia y el pueblo colombiano

Mucha suerte

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