Cada régimen político tiene en las llamadas fuerzas de la naturaleza la mejor excusa para sus incapacidades. Si bien el terremoto de Haití o el huracán de New Orleans son fuerzas incontrolables, sus efectos sí dependen de las estructuras y dinámicas sociales previas al impacto. Reconocer el papel del cambio climático en nuestra civilización, por ejemplo, se ha facilitado por su papel explicativo de las crisis energéticas o hidrológicas recientes: para algunos gobernantes, la naturaleza sólo existe cuando les permite esquivar su responsabilidad.
La producción agropecuaria depende de un delicado balance entre clima, suelo y biodiversidad. La complejidad de los ambientes colombianos es mucho más sutil que la de otras partes del mundo, dadas las condiciones de su ecuatorialidad y relieve, pero sobre todo, de su inmensa riqueza biológica, la verdadera responsable de la regulación de las funciones ambientales relevantes para los sistemas productivos colombianos. Clima y suelo han sido relativamente integrados en el análisis de la producción, y existe una institucionalidad que produce información y recomendaciones para garantizar que el café, la papa, el plátano y la yuca sigan abasteciendo los mercados o produciendo divisas. En contraste, la biodiversidad sigue pareciendo un adorno del paisaje, también gracias a la pésima labor de los ambientalistas mediáticos que promueven el "efecto peluche" como estrategia de visibilización de “lo ecológico”, devaluando la multiplicidad de aspectos que definen las relaciones sociedad/naturaleza y creando prejuicios y conflictos entre actores.
Cultivar maracuyá, lulo o granadilla requiere cuantiosas inversiones, pero la renta es alta: hasta 20 millones de pesos por hectárea/año la última, generando tres empleos permanentes. El éxito de estos productos, cuya demanda ha crecido incesantemente y está lejos de ser satisfecha, depende de la presencia de polinizadores naturales -abejorros- que habitan en los bosques. Lo mismo le sucede a la palma de aceite, al cacao y a casi todas las demás frutas que se producen en el país. La reflexión directa que cabe, y que es aún recibida como parte de la conspiración ambientalista con la que se asocia a la ecología, es que sin bosques no hay polinizadores, no hay fruta, no hay dinero. Más extraña parece la necesidad de proteger eficazmente los humedales, los páramos o las cavernas, por los servicios ecosistémicos que proveen al país: regulación hídrica, refugio de controladores de plagas, barrera a la dispersión de epidemias y mantenimiento de la fertilidad natural, entre muchísimos otros.
Bajo estas premisas, la proverbial abundancia de nuestras producciones tropicales parece más el resultado de la gran capacidad de recuperación de unos ecosistemas tremendamente transformados, derivada de su complejidad biológica, que de la inventiva humana...
Pero el milagro está por acabarse: las pesquerías están colapsadas; las cosechas, amenazadas; la seguridad alimentaria, cuestionada; las plagas de plantas, animales y humanos, alborotadas. Si bien algunos gremios ya reconocen y afrontan el tema, la política subsidiaria del agro y la asistencia técnica están dedicadas a secundar el mercantilismo agroquímico, que se lleva a veces toda la rentabilidad financiera. Corpoica no ha logrado adecuar sus estrategias de innovación agropecuaria a los retos ambientales contemporáneos: subvalora un siglo de avances en la comprensión de las dinámicas ecosistémicas de las que depende la producción y privilegia unos pocos aspectos de su biología, con lo cual sólo logra generar nuevos riesgos y problemas. Paradójicamente, el profundo conocimiento indígena, afro o campesino, construido cotidianamente y en peligro, es aún denigrado como acientífico...
Producimos en el lugar equivocado: en un país sin ecosistemas, sin biodiversidad. Recordando el tiempo en que algunos académicos rechazaron la oferta de Galileo para mirar los satélites de Júpiter con su telescopio: si uno no mira, la realidad no existe
La agricultura y la ganaderia en Colombia son los principales agentes de desastre ambiental... deforestación, riego con aguas negras plaguicidas pesticidas fertilizantes llenos de roca fosfórica y ácido sulfúrico, erosión por cero inversión en protección de taludes y como resultado gigantescos volumenes de sedimentos a los cursos de quebradas y rios... el impuesto a la propiedad es MUY BAJO y ademas gozan de subsidio de todos los Colombianos....Usan el agua de manera irracional y no pagan su verdadero valor.....
PERO tienen a todas las CAR de Colombia bajo su control.....
Colombia lamentablemente está inserta en el paradigma latifundista, mafioso y feudal de distribución y trabajo de la tierra, no por tradición sino por imposición…… el gobierno del terrateniente y “caballista” AUV es su mejor ejemplo….. Mientras nos siga dominado esta postura “civilizatoria” en nombre del “progreso y el desarrollo” (megaproyectos agro-pecuarios como la ´palma africana y otros monocultivos en mano de monopolios, minería, Represas para beneficio de unos pocos etc.) no tendremos consolidada nunca una política agrícola relativamente sostenible para nuestros ecosistemas. (Seguridad alimentaria, conservación, “eco”-turismo etc.) A. Sepúlveda.
yo siempre he dicho que los temas ambientales en colombia son marginales, y más cuando el debate político es tan pobre en este país. eso demuestra lo constreñida que es la mentalidad de nuestra cultura social y política. incluso desde mi experiencia en blogs y redes sociales de internet promoviendo el tema ha sido de cierta forma infructuosa. pero eso no es motivo para no seguir haciendo discusiones críticas y ante todo pertinentes. nada más político que los temas ambientales, pues como bien se dice en el post las esferas sociales, económicas, políticas condicionan la relación que tiene la sociedad con eso que llamamos naturaleza (llámese ecosistemas, biodiversidad, etc.) que a su vez tiene una profunda implicación en el entorno biofísico. por ello, hay que empezar a analizar discursos, posturas y conceptos (de varias partes) que han propiciado esa "ausencia de debate", trivializando o incomprendiendo el asunto. esto para que todos podamos ser partícipes del debate y tomemos accion.
Carlos, con todo respeto pero con el animo de contribuir al debate, porque ademas tiene relacion directa con las politicas agropecuarias y de usos del suelo, no estoy de acuerdo en que el tema demografico sea tan relevante para comprender la degradacion ambiental en Colombia. Primero, este pais ha tenido una de las politicas demograficas mas exitosas en la 2a mitad del siglo XX comparado con los que nos podemos comparar. Ah, y China con todo el esfuerzo en el control natal tiene un problema ambiental gravisimo.
Segundo, no creo que el factor demografico haya tenido impacto importante sobre la forma como se destinan tierras a ganaderia o agricultura o a la determinacion de una politica de seguridad alimentaria (como si pareciera estar pasando en Brasil). Aqui se han transformado tierras y bosques a usos instostenibles por otras logicas economicas y politicas diferentes a las de suplir las necesidades de mucha gente que necesita comer.
Un cordial saludo,
jc
Siguiendo la dirección propuesta por Juan Camilo, seguramente la correlación entre política demográfica y el daño ambiental por la necesidad alimentaria es negativa, pero considero que específicamente en el consumo de agua si puede darse la correlación positiva.
Aparte del positivo aporte del Referendo del Agua y su ideal de todos los colombianos con derecho a un mínimo vital de agua (esperemos potable), el consumo de agua hoy es un tema que no se resuelve reduciéndolo a un modelo tipo panacea. Claro, colombianos que tienen dentro de sus necesidades básicas insatisfechas la provisión de agua, quisieran tener el servicio (público, privado, de responsabilidad compartida,...), o por lo menos cuencas y ríos potable; y no aguas residuales ("aguas negras"), con químicos de productores agromineros y/o trozos de los cuerpos que la guerra aporta. Además la agrominería consume el 60% del agua. Entonces nos queda decidir si queremos tomárnosla o irrigarla para sembrar. ¿Agua recurso escaso-rival?
Yo creo que la discusion de lo ambiental debe ser transversal, no solo limitarse a un solo espacio virtual, politico, disciplinar o fisico. Varios articulos y entradas en la silla vacia han tocado tematicas ambientales, o ambientalmente relevantes como las que menciona el Prof. Cardenas. (mineria, agua, cambio climatico y biodiversidad)
Creo que la clave se relaciona a la cualificacion del debate. Muchos de los temas ambientales se discuten en arenas politicas, o como hacer un debate constructivo, pero estas arenas no estan incluidas en la silla vacia. Coincido con profesor Cardenas en que deberian incluir a representantes de Fedepalma, Ingeominas, Ecopetrol y otras organizaciones en el debate. El problema de "los problemas ambientales" son las diferentes percepciones que se tejen al rededor de ellos, y creo que eso no se puede discutir desde un solo angulo.
Seria bueno hacer un mapeo, un relato de los problemas ambientales y sus protagonistas, para asi incluirlos en el debate.
Lo importante es que un medio tan fresco como La silla vacia, haya considerado necesario tener una pagina para propiciar y enriquecer el debate sobre un tema vital: el medio ambiente. Gracias
Yo creo que no es que no le interese al público el tema. Es que es un tema más nuevo y hasta ahora estamos aprendiendo y conociendo el blog. Pero además, creo que es muy cierto que si por algún lado pasa el poder es por el tema ambiental. ¡No tirar la toalla!
me uno a juanita y me uno a blogverde tambien.
ni tirar la toalla, pero si reconocer que el problema ambiental importa menos ahora antes de elecciones y despues de las que vienen sera igual. ni el partido verde esta planteando que la solucion a lo ambiental es lo esencial de las politicas publicas por las que debemos votar. el problema es universal, obama arranco con una propuesta para generar empleos verdes y esta engalletado con la reforma a la salud y eso se diluyo en la discusion. sin embargo la discusion en eeuu sobre los beneficios de usar un sistema de cap-and-trade o de impuestos para reducir las emisiones de CO2 logro atraer a los krugman y los mankiw y ahi se fue popularizando la discusion.
aqui en blogverde deben llegar a aportar a los que defienden la mineria, los que quieren privatizar el agua, los madereros, los palmeros, etc.
juan camilo