Lo primero sería ver un video, que no dura más de un minuto, y ver al artista Jaime Garzón actuar haciendo de un alto militar del “Quemando Central”:
Lo que sigue sería imaginar y ponerse en los zapatos, o en la bota militar, de unos “paramilitares en alianza con una rueda suelta de oficiales activos y retirados de la fuerza de seguridad”. Esta “alianza con la rueda suelta”, al ver el poder del arte de Garzón, determinó apropiarse de su método y usar la misma parodia pero a la inversa. Disfrazaron a Garzón de guerrillero y, en vez de representar su muerte, la “inteligencia militar” hizo arte bruto en un escenario real: contrató, a través de unos paramilitares, los servicios de una banda sicarial para mandarlo a matar.
El encomillado del párrafo anterior es de un informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos que se origina en su embajada en Bogotá. Fue emitido pocos días después del asesinato del artista. Ahí, una fuente de confianza le dice a los funcionarios estadounidenses que “Garzón había sido asesinado por paramilitares en alianza con una rueda suelta de oficiales activos y retirados de la fuerza de seguridad […] actuando por su cuenta. Los paramilitares fueron convencidos de que Garzón había cruzado la línea…” Se interrumpe la narración con un letrero de “CONFIDENCIAL” y, en la página que sigue, termina: “personalmente se lucraba de algunos de sus esfuerzos de negociación con los grupos guerrilleros”.
Para completar esta ejecución extrajudicial, o “falso positivo” estatal, la investigación por el crimen de Garzón, que inició el Departamento Administrativo de Seguridad en el Gobierno de Andrés Pastrana, se desvió, no consideró la hipótesis de los “paramilitares en alianza con una rueda suelta de oficiales activos y retirados de la fuerza de seguridad” y volvió a buscar entre los miembros de la banda sicarial La Terraza de Medellín un par de culpables inocentes a los que les endilgó el crimen.
Los únicos testigos vivos que quedan vinculados al proceso, por fuera del líder paramilitar Carlos Castaño que fue condenado y se presume muerto, son: el Coronel Jorge Eliécer Plazas Acevedo, el líder paramilitar “Don Berna” (Diego Fernando Murillo) y José Miguel Narváez (subdirector del DAS durante el primer Gobierno de Álvaro Uribe). Uno de los abogados de la familia Garzón, que ha estado al tanto del caso en estos 16 años, pide que se vincule también al General retirado Rito Alejo del Río (ya condenado a 25 años de prisión por el crimen del campesino Marino López Mena, en la operación Génesis en 1997).
Ahora Plazas y Narváez están detenidos y la Fiscalía General negó hace pocos días la solicitud de considerar este asesinato como un “crimen de lesa humanidad”, un crimen de Estado que bien podría serlo por el mecanismo institucional que se puso en marcha para cometerlo, para desviar la investigación y que involucra —por acción y sobre todo por omisión— a un amplio espectro de actores que van desde correveidiles de poca monta, mandos medios y altos mandos militares, hasta directores de la Fiscalía y del extinto Departamento Administrativo de Seguridad, Ministros de Defensa y ex presidentes de la República.
Es por indagar sobre el asesinato de Garzón que a varios periodistas se les comenzó a hacer seguimientos, “chuzadas” y llamadas de intimidación (ver el caso de Claudia Julieta Duque). Y ahora, si de verdad se quiere hablar de “posconflicto”, de “comisión de la verdad”, “Ley de víctimas” y “reparación simbólica”, este podría ser uno de los casos más paradigmáticos para comenzar, pues tiene de todo: estratos bajos, medios y altos, ejércitos legales, ilegales, secretos, criminales, guerrilleros y paramilitares, diálogos de paz, políticos locales y extranjeros, seguimientos, chuzadas e intimidaciones, dilaciones jurídicas e impunidad, corrupción judicial y, ante todo, una deuda con una persona querida, muy querida, que fue velada por decenas de miles de personas en la Plaza de Bolívar y que no merece ser recordada bajo el simplismo bienpensante de que lo “mataron por decir la verdad”, o con la muy ambigua pero seca, indolente, apocada y colombiana frase de que “si lo mataron por algo sería”.
Habrá que ver qué tanta voluntad hay para jugar el juego de moda de “la paz y la reconciliación”. El proceso por el asesinato de Jaime Garzón expira en el año 2019, ¿se podrá en 4 años avanzar lo que no se ha hecho en 16?
Tal vez eso sea mucho esperar y lo que sigue es resignarse a oír una balada triste que recrea con nombres propios la situación de Garzón muy a lo Garzón, yendo de lo cómico a lo trágico, sin que en este caso el péndulo logre regresar a la comedia. “Le cuento al país sus desgracias y el país ja, ja, ja, ja…”, decía Garzón en una conferencia.
La canción se llama La muerte de Jaime Garzón, es de Edson Velandia, se trata del homenaje de un artista vivo a un artista asesinado. Tal vez esto sea para lo único que sirve la tragedia, para convertirla en arte:
"La Muerte de Jaime Garzón"
Hablábale así Garzón al que cinco balazos dióle
en motoneta el matón, en camioneta, Garzón:
-¿usté conoce al general Enrique Mora Rangel?
o a Plazas Acevedo, el fúnebremente célebre coronel?
a ese par yo les mandé mensaje:
“si tienen líos conmigo maticémoslos con vino
como hacen los caballeros”, ay querido pistolero,
pero son varones sin cultura sus patrones
nunca responden razones y tienen poca lectura.
¿cómo la ve, compañero?
en esto llevo tres días
negociando mi cabeza-
Topose así el humorista en Bogotá a su matón
en el semáforo en rojo y hablóle de correrías
-yo sí conozco y usté no a sus verdaderos patrones
yo visité a Rito Alejo, a ese yo le dije: “viejo,
si me va a mandar matar no me desaparezca
mire que a mi funeral yo si quisiera ir
tan siquiera pa tirarle las faldas al arzobispo”
Yo pensé hacerlo reír pero ese man no tiene gracia
a penas largó un bostezo y nada acató a decir.
Yo me fui pa la picota y visité al Ángel paraco
Jefe de nombre completo Custodio Gaitán Mahecha
Tal vez a esa flecha usté sí la reconozca
a él le dije que me diera una cita con Castaño
pa embetunarle las botas y tocarle la razón
que “si tiene corazón de pronto y me vea simpático”
pero Custodio fue enfático:
“son de la misma estructura Carlos Castaño y mi Dios:
no reparan cuando aprontan la torta o la sepultura”.
Así es la cosa, muchacho
yo hablando con sus patrones
y ahora usté es mi patrón.
Era claro que mi humor crudo no era pa causarles risa
ni al chacal de la montaña, el triste Vélez Uribe
el que será presidente ya que Escobar no pudo
ni al que prepara paras para matar comunistas
Jose Miguel Narváez, el filósofo del crimen
y antes que cambie el semáforo yo le digo una cuestión:
ninguno tiene los huevos pa dispararme de frente-
Pasó pa verde el semáforo, quedó dispuesta la pista
disparando cinco balas respondióle el pistolero:
-no necesitan los huevos, pa eso me tienen a yo-
Fue así que a Garzón el ánima
al alba de un viernes trece
deshízosele del cuero.
http://www.handbagreplica.co/ Replica handbags
http://www.wallaceintl.co Louis Vuitton
http://www.handbag-replicas.org/ Hermes handbags
http://www.rolexwatches-replica.co/ Rolex Air Kin
http://www.replicawatches-uk.org.uk/ Omega
http://www.handbagreplica.org/ Chanel handbags
Las evidencias apuntan a que fue un crimen de estado, o milicos en alianza con paras, no tanto porque lo digan los gringos.
Y hay un parecido con el asesinato de Luis Carlos Galan: que desde el principio se desviaron las investigaciones, haciendo montajes arrestando a personas que no tenían que ver con el crimen. ¡Que coincidencia!
Y pensar que después, la Oficina de Envigado llego al poder y gobernaron por 8 años: #82, JOB, JOG, Santoyo, Buitrago, Noguera, Narvaez, etc.
Lucas ¿Usted es novio de la hija de Timochenko?
El asesinato de Garzon refleja una vez más el entramado de violencia que cruza todo el espectro de la sociedad Colombiana y que en los últimos cincuenta años no respeta en sus objetivos a nadie y más bien ha llegado a expresarse de manera extrema y cruel. El paramilitarismo, un oprobio en la historia nuestra, constituye una de las páginas más negras de nuestra historia, aun vigente, quienes en asocio con las fuerzas del estado, cometieron los peores crímenes de que se tenga conocimiento. Todos saben quien mato a Garzon, paradojicamente no pasa nada, la justicia vuelve a mostrar hasta donde llega el grado de impunidad y el país, polarizado, realmente poco hemos cambiado y desafortunamente seguimos matándonos, estamos muy lejos de ser una nación civilizada, esta es la más cruel de todas las verdades. CESAR HERNANDO BUSTAMANTE HUERTAS
La narizota del autor, con esa hipertrofia monstruosa, es la de la mendacidad. A lo que llegó acá fue a propalar la idea de que la violencia en Cundiboñigonia la promueven unos palurdos de cuartel fuera de control, siendo que en todas partes eso lo hacen los EE.UU. y sus aduladores desde una "legalidad" que el uso diario de la violencia deslegitima. Así lo entendió Jahmin McLean, el guitarrista y cantante de la Isla de Providencia, que tuvo una revelación del futuro en la que le anunciaron una nueva era: "Yo una vez tuve una visión. Él me habló del nube. Nubes me habló, y me dijo: antes de que yo muero voy a ver libre a Colombia de Estados Unidos, y a Providencia en paz. Ese es lo que me habló en las nubes, pero entonces, eemm ... yo pienso que Latinoamérica tiene que comenzar a sentar una base COMÚN, y eso (...)." (Ver lo demás en mi blogo)
Somos el país d la oveja negra, la oveja descarriada, la manzana podrida, del gato en la oscuridad d una caja al gato negro hasta los tuétanos, d las ruedas sueltas hasta las Ruedas locas, es lo q tenemos, lo q nos tocó, xq aquí todo son casos aislados y no hace parte D ninguna política criminal estatal.
Ni militares, ni guerrillas, ni paras, ni estado, ni estamento en gral veo reconociendo + allá d las barbaries ya conocidas como "actos del Servicio y no olviden, una simple manzana podrida no compromete toda la institución."
El "no lesa humanidad" es el adiós definitivo a Garzón. Suerte es q le dijeron...
Pensar en el "CONFIDENCIAL " me acelera el corazón y hasta me tiemblan las piernas. A veces es mejor no saber.
About the truth commisson igual nada nuevo aportará y acostumbrados a tantas "verdades" a medias, q más da una nueva mentira.
Clap...clap...... Clap.... Clap..!!!!!
Ah, que bueno saber que a Garzón no lo mataron por algo grave. ¡Qué alivio!
Creo que con este experimento mental de Gato podemos cerrar este caso, después de 16 años, y pasar la página: Garzón murió por una discordia estética, y ya. Sencillamente genial.
Me hace recordar una historia que leí en algún lado: Dos personas observaban el cadáver de alguien que cayó de lo alto de un edificio, y tuvieron el siguiente diálogo:
— ¿Por qué se mataría?
— ¡Por el golpe contra el pavimento!
En el mismo formato:
— ¿Por qué matarían a Garzón?
— ¡Por payaso!
Que al final ¿qué espero de qué?
¿Del foro? Lo mismo que todos: Participar y expresar lo que pienso, creo, descreo, temo, espero, sospecho, presumo, supongo, intuyo, infiero, conjeturo, analizo, deduzco, entreveo, vislumbro, opino, admito, rechazo, tanteo, ... y conocer lo que otros escriben con ese mismo ánimo (no todos) y contrastar y aprender. Y, a veces, solo por joder.
¿Del proceso por el asesinato de Garzón? No espero nada. Intuyo que la autoría intelectual quedará impune y sospecho que no fue el producto de una calentura de un señor de la guerra, de los que no gastan pólvora en gallinazos.
¿Sin tener "evidencias"? ¿Quién las tiene? El Diccionario académico ofrece dos significados para 'evidencia'. El primero es ‘certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar’, según el cual una evidencia, en cierto modo, no necesita pruebas; el segundo es ‘prueba determinante en un proceso’. La mayor parte del tiempo no tengo certezas, las busco, o las encuentro por serendipia.