Por Jorge Tovar Seguir a @JorgeATovar
Más allá del vandalismo y de las acusaciones a grupos irregulares de fomentar la violencia en las manifestaciones de apoyo al paro agrario, la realidad es que el trabajador del campo está hoy en desventaja relativa frente a sus pares urbanos.
Con más ideología que cifras, las acusaciones se han centrado en los Tratados de Libre Comercio (TLC), esencialmente el firmado con los EE.UU. Algunos han culpado al TLC de la baja en las exportaciones manufactureras en los últimos cinco años. Otros expresan sus preferencias por instituciones como la Unión Europea como espejo en el que debe mirarse la Comunidad Andina de Naciones al tiempo que denigran del tratado con los EE.UU. Los unos olvidan que el TLC apenas entró en vigor el 15 de mayo de 2012. Los otros ignoran que tanto la Unión Europea como la CAN son, en su base, un TLC.
Lo más radicales prefieren renegociar los TLC y, a ser posible, cancelarlos. Que Colombia no tenga TLC con nadie salvo –no lo dicen, pero lo piensan– con líderes afines a sus ideales. Colombia podría, por supuesto, hacer eso. El problema es que antes de haber firmado los TLC ni el campo, ni el resto del país era la Suecia latinoamericana. Éramos un país pobre. Más pobres de lo que somos hoy.
La teoría del avestruz no me gusta. Ignorar que vivimos en un mundo globalizado sería un error histórico. Al campo hay que ayudarlo. A sus campesinos hay que ayudarlos. Pero tal ayuda no pasa por culpar al mundo, al “imperio” y a la globalización de nuestras desgracias. Si somos pobres es culpa nuestra. El primer paso es mirarnos al espejo y aceptar nuestras culpas.
Desde la apertura económica del año ’91, entre instrumentos de incentivos y compensaciones, apoyo al comercio exterior, fomento a la inversión y el financiamiento, ayuda empresarial, promoción del desarrollo rural y fondos parafiscales se han utilizado al menos 27 instrumentos diferentes para impulsar el sector agropecuario. El paro actual es una muestra de la inefectividad global de estas políticas.
El problema central es que se sigue diseñando una política agraria basada en el precepto de que la producción agrícola es intensiva en mano de obra. Bien entrados en el siglo XXI en Colombia se sigue pensando en diseñar una estructura de producción que tenga al hombre trabajando, literalmente, el campo.
La realidad es que hoy día la producción agrícola exitosa es intensiva en capital. Se usan maquinas, semillas tecnificadas, agroquímicos de última generación y hasta satélites para optimizar la producción agraria. Cierto, en las grandes potencias del mundo, el sector está fuertemente subsidiado. En Colombia, aún con las limitaciones de un país emergente, también. Más allá de los desvíos e ineficiencias que han ocurrido en programas como el del Agro Ingreso Seguro, el problema del sector no se soluciona dando más subsidios directos. Los subsidios directos frenaran los paros hoy, pero no evitarán los de mañana.
Las potencias que subsidian fuertemente el sector agrario proveen a sus productores de algunos componentes esenciales en la cadena de producción que sus contrapartes colombianas sólo conocen en fotos. El campo necesita agua, insumos asequibles y vías para sacar el producto.
Colombia necesita suministrar agua permanente a sus cultivos. Para el cultivo y labores complementarias. A raíz de las huelgas escuchaba a cultivadores de papa en Boyacá quejarse de las dificultades que tienen para lavar su producto. Para hacerlo requieren contratar transporte. Son costos extras que se derivan de la falta de agua y las vías precarias.
Si las vías principales en Colombia son pobres, la red terciaría es inexistente. Hace veinte años, cuando estudiaba mi pregrado me decían que era más caro transportar un contenedor de Bogotá a Buenaventura que de Buenaventura al este de Asía. Hoy, patético, sigue siendo cierto. Un país que no invierte en infraestructura está condenado al atraso y a los paros de aquellos que se desesperan porque no tienen oportunidades de desarrollar en condiciones su labor.
Quizás, tanto recurso disperso del gobierno en tapar los huecos evidentes del sector deberían centrase en construir infraestructura de primer nivel que lleve agua a todas las zonas productoras del país. Así como una ciudad no vive sin agua potable, no es razonable que hoy el Estado no facilite el insumo más esencial a sus productores.
La otra arista del problema, más allá de los problemas mencionados, son los insumos agroquímicos; plaguicidas y fertilizantes. El gobierno propone reducir aranceles y otras medidas de gran visibilidad pero escaso impacto. Hace unos años, estudiando el sector, me encontré con dos problemas que incrementaban enormemente los costos, particularmente al pequeño agricultor. La cadena de distribución, esencialmente, consiste en distribuir los productos a través de un “superdistribuidor” que a su vez redistribuyen los productos a otros distribuidores que son en últimas quienes comercializan el producto. La acumulación de márgenes (y costos dada la inexistente infraestructura terciaria) se hace evidente. El segundo punto, quizás el más complejo, es la forma como se comercializa el producto. Los agricultores tienden a pagar con cosecha o prestar contra la cosecha para hacer uso de los agroquímicos. Esta última alternativa suele llevar a tasas de interés implícitas que están muy por encima de las de mercado. Su uso se generaliza porque no requiere de garantías. En la medida que estos factores sigan impactando el precio final del agroquímico, la reducción de aranceles poco efecto tendrá.
Finalmente, el agricultor puede ser pequeño o grande, pero debe haber una escala que permita industrializar la producción. Con agua, insumos asequibles, carreteras para sacar el producto y una escala que permita generar recursos para reinversión, la ayudas del Estado serían de estabilización, no de construcción. La escala, por cierto, no debe llevar a una concentración de tierras. Debe diseñarse un esquema de cooperativismo que permita a grupos de campesinos competir como han hecho, por ejemplo, los cientos, miles, de pequeños productores industriales taiwaneses que impulsaron su economía a partir de la pequeña y mediana empresa.
El sector agrícola no puede seguir evolucionando fundamentado en buscar sustentos que cubran el salario mínimo. A partir de un esquema basado en la intensidad laboral las intervenciones del Estado solucionarán los paros momentáneamente. El desafío de los líderes y agentes del sector en Colombia consiste en transformarlo, en una década, en un sector intensivo en capital. Las reformas al sector no deben buscar ideales propios de los años sesenta. Deben fundamentarse en la realidad de un país que quiere entrar, por fin, al siglo XXI.
Quisiera compartir con el foro dos reportes que considero relevantes para la discusión. Entender de manera holistica el problema permite dar con soluciones integrales, efectivas y eficientes. Para esto, es necesario comprender la relación que existe entre el espectro social, ambiental y económico. Los problemas de hoy son las soluciones del pasado. Espero sirva para ampliar la discusión y promover soluciones que ayuden a cuidar la tierra, la gente y nuestra economía.
http://www.ifad.org/climate/resources/smallholders_report.pdf
http://pnudcolombia.org/indh2011/images/cuaderno_campesinado.pdf
Realmente pontificar sobre nuestro campo alguien que esta tomando wiskey en Bogota mirando comodamente en un casa sin peligro de ninguna contigencia y que nunca en su vida ha estado con un "azadon" con hambre en una supeficie casi perpedicular a pleno sol, esperando lluvias y precios que le mejoren su vida. Quisiera que haya estado en la revolucion Cultural de Maao para mandarño al campo, creo que no podia sobrevivir. Dejen de hablar tanta pendejada y ponga sus pies en tierra.
No entiende, nadie esta hablando de que la desigualdad traiga prosperidad. Solo están diciendo que los campesinos no necesitan subsidios sino inversiones. (El otro man tiene razón por favor no se invente los datos el GINI de Colombia es de 0.57 en 2010 calculado con la ECV del DANE)
Excelente análisis, Jorge. No hay como tener más información que ideología...
Aquí les dejo un enlace(en inglés) http://nyti.ms/1beVfux que demuestra que el libre mercado no es "libre", sino que está influido por subsidios que se aplican según las decisiones POLÍTICAS de los gobiernos. En este caso, USA, cuyo poder legislativo está dominado por las multinacionales de la agroindustria y la comida rápida, DECIDIÓ subsidiar con miles de millones de dólares la producción de los alimentos menos saludables, pero no las frutas y los vegetales, que sabemos son los más saludables. El resultado: una tasa de obesidad, diabetes e hipertensión altísima ya que, a pesar de usar muchos más recursos en su elaboración (agua, insumos, energía, etc.) una hamburguesa es más barata que una ensalada. Y eso lo llaman "libertad". Ya entenderán los lectores entonces por qué hay gente que piensa que los TLC van a quebrar y a enfermar a los colombianos, y otros a los que no les importa, porque son seguidores de la ideología del "libre mercado".
Agrego aquí otro enlace que muestra (con cifras) las grandes desigualdades que, en USA, han generado las políticas que benefician a las corporaciones, grandes señores del "libre mercado": http://huff.to/11vFSmP
Uno más. Hay que recordar primero, por ejemplo el salvamento que tuvo que hacer España a los bancos privados, hecho que la tiene hoy en una crisis tremenda. Algo similar pero a escala exponencialmente mayor le ocurrió a USA. Es curioso porque mientras las ganancias corporativas siguen intactas, el desempleo sube y los gringos siguen quebrados. Aquí un enlace que muestra que están quebrados: http://bit.ly/13vT3tf Aquí la responsabilidad del sistema financiero en la burbuja crediticia: http://bit.ly/f76A3P Aquí cómo las corporaciones evaden impuestos: http://bbc.in/1a7RiEk Esto demuestra la perversión de la que nunca se suele hablar porque la mayoría de los economistas olvidaron la perspectiva social y humana de su disciplina, y se dedicaron a defender el capital.
Debemos crecer porque nos estamos multiplicando, pero con la política aperturista pasamos de ser autosuficientes y exportadores de alimentos en los años 90s a ser importadores de varios millones de toneladas en la actualidad, por lo que considero que es un error menospreciar el impacto de los TLCs en nuestra economía, especialmente el firmado con EEUU, y es necesario insistir que en este último hay cláusulas cuyos efectos aún no se sienten, como la de que si en posteriores tratados con otros países Colombia les otorga beneficios superiores a los contemplados en el tratado con EEUU, deberá trasladarlos automáticamente al tratado con este último, pero esto no obliga a EEUU; o la de que los inversionistas gringos recibirán el mismo tratamiento que los nacionales, es decir, que no se demora en verlos exigiendo los subsidios que, de nuestro bolsillo, hoy entrega el gobierno a los sectores en crisis. Recomiendo consultar por internet “El TLC recoloniza a Colombia”, 2006, del senador Robledo.
Sí, corrijo, inversionistas-productores extranjeros, que no parece ser el caso de la probable especulación inmobiliaria de los baldíos en la altillanura.
tratando de retomar la posibilidad de conversar en este espacio, van algunas reacciones, ojala recibidas como constructivas: actalejo propone mirar con buenos ojos los modelos de crecimiento cero, y ahi si que hay un debate bueno para el tema agricola del pais. primero, crecer no es monopolio de lo que se denominaria "neoliberal", a los del otro lado les encanta el crecimiento, china penso en crecer antes de pensar volverse mas libremercantilista. a los sistemas totalitarios les encanta modelos centrales planificados para crecer a tasas altas y tratar de redistribuir los beneficios.
crecer menos en cantidad medida con PIB, y crecer mas en bienestar es algo en lo que podemos construir puntos en comun, pero yo si me pregunto si el grueso de la poblacion que ha sido desposeida y despojada quiere crecer a cero en su bienestar material si no ha alcanzado siquiera niveles dignos de consumo. ¿querran los sectores rurales del pais crecer menos? creo que no sabemos bien.
jccarden: Adhiero a su llamado a la calma, pero entenderá que ver quebrarse a un campesino minifundista mientras se le abre la entrada a productos extranjeros es cuando menos, indignante. Pero bueno, dejaremos la emoción para después.
Yo no estoy de acuerdo con "imponer" un modelo de crecimiento cero, sino bajar al crecimiento del trono y ponerlo al lado de otros objetivos como la reducción de la desigualdad, o la creación de empleo formal y la posibilidad de ascenso social. Ahora bien, pienso que la relocalización y diversifición, que proponen Latouche, Shiva y Heinberg permite adaptarse a un escenario en el que el transporte va a ser cada vez más caro dado el precio ascendente del petróleo y la vena rota que significaría subsidiar. Esto implica crear nichos de producción más diversos y eco-sostenibles (menos químicos) que le permitan a los campesinos obtener alimentos más baratos para su sustento y a su vez reducir los costos del transporte para proveer a consumidores e industria.
habiendo dicho eso, creo que tenemos que mirar tambien el grave error en que cae el sector agrario al creer que recargando el ecosistema de fertilizantes y quimicos para aumentar la productividad vamos a salir de la pobreza porque estamos viviendo exactamente lo contrario, aumentar la dependencia de mercados muy imperfectos que revientan al productor con altos costos de insumos y bajas rentabilidades. mejor el dicho el peor de los dos mundos, tratar de crecer mas ganando menos y perdiendo mas en costos ambientales.
Ya sé que no me contestarán, pero aquí les dejo un enlace(en inglés) http://nyti.ms/1beVfux que demuestra que el libre mercado no es "libre", sino que está influido por subsidios que se aplican según las decisiones POLÍTICAS de los gobiernos. En este caso, USA, cuyo poder legislativo está dominado por las multinacionales de la agroindustria y la comida rápida, DECIDIÓ subsidiar con miles de millones de dólares la producción de los alimentos menos saludables, pero no las frutas y los vegetales, que sabemos son los más saludables. El resultado: una tasa de obesidad, diabetes e hipertensión altísima ya que, a pesar de usar muchos más recursos en su elaboración (agua, insumos, energía, etc.) una hamburguesa es más barata que una ensalada. Y eso lo llaman "libertad". Ya entenderán los lectores entonces por qué hay gente que piensa que los TLC van a quebrar y a enfermar a los colombianos, y otros a los que no les importa, porque son seguidores de la falsa ideología del "libre mercado".
Que libertades da este tipo de espacios a personas negadas a cualquier tipo de dialogo que no implique confusión, conflicto,.. caos; no sé si tengan hijos, amigos, familiares, etc., pero a veces señores hay que pensar más allá del concepto meramente personal.
Hay demasiado egoísmo en actitud de constante rechazo a todo lo que signifique una salida digna a cualquier arista de 50 años de conflicto, no es solo el tema de este blog, es TODOS. No se defienden posiciones de país, como si las personales, sobre todo cuando fácilmente caen en frases que nada tienen que ver con el debate propuesto por al autor, descalifican pretendiendo minimizar al otro y en términos desobligantes, muy lejanos del aparente exceso de información que manejan, pero que al parecer no pasa de ser mera información.
Es una muestra clara de la debilidad como personas para sostener una conversación racional y coherente, normalmente se dicen y contradicen en uno y otro lado asumiendo posiciones tajantes sin permitir a la contraparte siquiera la voluntad de querer o pretender continuar en algún cruce de palabras.
Que el conocimiento que dicen tener por x/y razón no se restrinja y vaya más allá proponiendo algo como personas que den la talla de estar en pleno siglo 21 sin importar la edad que tengan.
Si nota señor gato, hablé en términos generales sin dar nombres específicos, pero ya que Ud. se tomó la vocería--por algo debe ser-- pues no está demás, NO echar en saco roto y aplicar algo en pro de enriquecer cualquier debate.
Dulces sueños.
Seguimos mostrando propuestas alternativas a los obsoletos e ideologizados paradigmas neoliberales. En esta ocasión: "The end of growth" de Richard Heinberg http://bit.ly/15JE1Nb en inglés con subt. en inglés. Datos claros que demuestran lo ideologizados que están los economistas que defienden el crecimiento sobre todas las cosas, y que ocultan la verdad: un modelo que no funciona bien, que está quebrado, que es ficticio y además muy injusto. A ver si se despiertan del sueño Friedmaniano!
Este artículo puede mejorar la discusión y sacarala de ideologías pendejas a verdaderos argumentos. http://luisguillermovelezalvarez.blogspot.com/2013/08/el-paro-agrario-lo...
No nandosancho, las cifras y los argumentos lógicos no se valen. Aquí para justificar su posición solo sirven las emociones, los "buenos sentimientos", los sobreentendidos y las mentiras.
No, persistir en una posición absurda y citar a otros que piensan igual no se le puede abonar a nadie.
Seguramente hay discursos coherentes para defender el racismo, pero que sean coherentes no implica que sean correctos (porque son conherentes con axiomas o principios falsos (cuando no absurdos)).
En todo lo que dicen acerca de los problemas del agro tienen razon. Pero no es lo unico. No son solo agua, insumos y carreteras. De fondo se necesita realmente es ciencia y tecnologia, se necesita invertir realmente en investigar como mejorar nuestras semillas, los fertilizantes apropiados para el suelo. Es hacer nuestro know-how. El agro extranjero es mucho mas productivo por que han entendido esto claramente, las empresas productoras intensivas, constantemente invierten en innovar maquinaria, insumos, semillas, mejorar tecnicas. Esa frase de q hay que garantizar agua, insumos y carreteras, no es suficiente, ESO ESTA PARA HACE 50 años. No para ahora. Ahora se necesita invertir en investigar como hacer q nuestras vacas produzcan no 5 lt de leche, sino 20 como lo hacen las europeas. Por otro lado, para estar al mismo nivel de tecnificacion, hay que tener equipos de produccion similares, como no se tienen porque la tecnologia cuesta yy nos cuesta mucho. Pues toca que desarrollemos propia
fraternite, si leyeras un poco las diferentes exposiciones de los usuarios, te darías cuenta q todo lo q expones ya fue planteado, eso no significa descalificación de tus argumentos, pero si sirve para dejar en claro q esas técnicas de ´producción avanzada de las q hablas y q no tenemos ,son las q realmente pone en aprietos a los campesinos al competir con el monstruo americano, en un grado de desventaja tal q además de obligarlos a adaptarse a la condiciones de un TLC mal negociado, requieren de altísimos grados de inversión a todo nivel.
Nuestros campesinos q sobreviven de no mas de 10 hectáreas no tienen como competir, entre otras cosas por los altos costos de la misma maquinaria q se requiere para tratar estas nuevas semillas q están obligando a cosechar. Quedando el negocio única y exclusivamente para los industriales, y los dueños del campo a desaparecer con cargos jurídicos q derivan en cárcel, por el hecho de querer sobrevivir.
Enlaces de propuestas alternativas al obsoleto modelo centrado obstinadamente en el crecimiento económico y la liberalización, llamado neoliberalismo, aquí defendido:
Entrevista a Dra Vandana Shiva: http://bit.ly/fqYuCL http://bit.ly/136Rsda
Entrevista a Serge Latouche: http://bit.ly/17BTxNQ http://bit.ly/hpcIWF
Video de Annie Leonard: http://bit.ly/9PlCsu
Tim Jackson en TED: http://bit.ly/cV5ptm
Como decía Deleuze: "pensar, es pensar de otra manera"
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