La campaña de la doctora Clara López ya no sabe que hacer para evitar la derrota inminente de la izquierda bogotana el próximo 25 de octubre. La última jugada, que parece desesperada, es la alianza con sectores radicales del progresismo y los verdes para “defender el modelo social de ciudad” que se instauró en Bogotá desde hace 12 años.
Imaginamos que el “modelo social de ciudad” es una especie de utopía socialista implantada por la vanguardia del proletariado en contra de las fuerzas de la reacción y del paramilitarismo. No exagero: la doctora Clara hace poco nos recordó en una reveladora entrevista, donde reconoce entre otras cosas el “legado extraordinario” de la alcaldía de Samuel Moreno, que “Bogotá ha sido una isla social en un mar neoliberal”.
Supongo que la justicia social, de la que habla Clara, se manifiesta a través del magnifico sistema de salud distrital, de colegios públicos de excelencia, con excelentes docentes y reconocido desempeño pedagógico, de una política de movilidad extraordinaria que redujo los tiempos de transporte de los ciudadanos y una política de seguridad que se concentra en la actividad mafiosa, porque la equidad prevalente ha eliminado la pobreza y por lo tanto la causa principal del crimen.
Paja, por supuesto. El “modelo social de ciudad” no es más que un instrumento retórico vacuo que le sirve a la casta que ha desgobernado a Bogotá desde hace más de una década para justificar su incompetencia e inmoralidad.
Según el contundente informe de Mauricio Gómez en CM& en materia de salud, por ejemplo, “de los 127 centros de salud programados desde la administración de Lucho Garzón, solo se han realizado 16” y “la renovación del hospital de Kennedy del que dependen más de 3 millones y medio de bogotanos, se paró. Una segunda torre se empezó a edificar donde estaban las urgencias y los contratistas resultaron implicados en el carrusel de la contratación, dejando abandonada la obra. Es así como hoy, las urgencias se atienden en un antiguo parqueadero con goteras”.
Pero igual ocurre en materia de educación donde “las metas en jardines infantiles y colegios, no llegaron ni a un 10 por ciento”, en lo que va del gobierno Petro, pero antes, recordemos, el secretario de educación “estrella” de las alcaldías de Moreno y de Lucho, Abel Rodríguez, acabó destituido e inhabilitado no precisamente por su delicadeza en el manejo de los recursos públicos.
Y en vivienda, donde la meta en viviendas de interés prioritario, o sea para los más pobres, era de 70 mil unidades, a duras penas se han construido 28 mil, quedándose cortos en cerca del 60% de lo prometido. Increíblemente, como lo recordó recientemente el Ministro de Vivienda, “en el año 2005, Bogotá era el 51% del mercado; eso significa que de cada dos casas que se construían en todo el país, una se construía en Bogotá. En el año 2015 solo es el 5% del mercado”, lo cual aterra pero no debe sorprender: la inseguridad jurídica causada la improvisación en los POT tiene paralizada la construcción en la capital.
Podríamos seguir, porque los ejemplos de ineptitud, desgreño y corrupción en los doce años de gobiernos de izquierda en Bogotá abundan. Sin embargo, lo interesante no es hacer una rendición de cuentas de este oscuro periodo capitalino, que con seguridad vendrá, sino volver sobre esta idea de la doctora Clara sobre Bogotá como isla “social” en medio del mar “neoliberal”.
¿A qué “mar neoliberal” se refiere? ¿A Medellín, donde verdaderamente se ha dado una revolución urbana reconocida internacionalmente? ¿A Barranquilla, donde la transformación social y económica de una ciudad asaltada por el clientelismo durante décadas es evidente? ¿A Cali, ciudad librada (por ahora) del populismo chabacán que la llevó a tener una retahíla de alcaldes dignos de un circo de fenómenos? ¿A Montería, tierra de ya-saben-quien, que sin embargo es modelo de desarrollo sostenible? ¿A Bucaramanga? ¿A Valledupar? ¿A Manizales?
Lo cierto es que si Bogotá, con su palpable deterioro simboliza lo “social”, como afirma la candidata, y las anteriores ciudades el “neoliberalismo”, entonces resulta difícil encontrar una mejor reivindicación de esta controvertida ideología que la comparación entre una y otras.
De hecho lo que va quedando claro es que el famoso “modelo social”, sobre el cual cabalgaron durante años, no solamente las administraciones locales de la capital colombiana, sino naciones enteras como Venezuela, Ecuador, Brasil y Argentina, es que es simplemente una construcción retórica detrás de la cual se esconde la pandilla de cleptócratas incompetentes que la invoca.
Y así como se pueden comparar los procesos de desarrollo de Medellín con Bogotá y sacar las correspondientes conclusiones incontrovertibles sobre la gestión exitosa del trio Fajardo-Salazar-Gaviria versus el fracaso de Lucho-Samuel-Petro, también se puede hacer lo mismo con los países de la Alianza del Pacífico y los del ALBA, donde los primeros han aguantado los vientos recesivos exitosamente, manteniendo los avances sociales alcanzados, mientras que los segundos sucumben como castillos de cartón.
Meterle ideología barata a la gestión gubernamental sirve, como ya dijimos, para camuflar la ineptitud criminal de los políticos populistas de izquierda, lo cual sería hasta tolerable sino fuera porque estos efectivamente acaban creyendo, en contra de la toda evidencia histórica, que la alternativa antimercado es un instrumento de reivindicación social.
En el fondo lo que ocurre es que los políticos izquierdistas latinoamericanos, asumiendo que obran de buena fe, lo cual es dudoso, confunden el medio con el fin al creer que quienes divergen del dogma socialista lo hacen porque quieren perpetuar el status quo vigente.
No es así. La forma probada de acabar con la injusticia y la pobreza, que es el fin, es mediante soluciones prácticas no ideológicas que utilicen las fuerzas del mercado sin estar necesariamente supeditados a ellas, que es el medio. Ya lo había dicho Deng hace décadas: no importa el color del gato si caza ratones.
Volviendo a Clara, su torpe estigmatización de experiencias urbanas superiores a la de Bogotá, confirma lo que la mayoría de bogotanos temían: uno, que no tiene hígado para defender lo indefendible y dos, que de pronto ese neoliberalismo, que tanto la acongoja, puede ser la vacuna en contra de doce años de socialismo del siglo XXI en versión cachaca.
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En Colombia nos acostumbramos a realizar criticas a partir de supuestos, sin los suficientes datos, ni paralelos estadísticos, menos los paralelos con deducciones lógicas. La retorica sigue siendo la forma más común de argumentar. Ni siquiera quisiera contradecir al columnista, quisiera que presentará pruebas más contundentes, que le den peso especifico a sus aseveraciones, serìa más equitativo.
LGV cree que Clara se basa en un ‘instrumento retórico vacuo’ para ganar elecciones. Pero olvida que su neoliberalismo o ‘solución práctica’ o ‘gato que caza ratones’ también son un fábulas convincentes para adquirir el poder y permanecer en él. El problema no es que los candidatos recurran a imaginarios colectivos para ser alcaldes, sino que no nos preocupamos por observar a fondo cuál de todos es el que mejor nos organiza para soportar el paso por el mundo.
El artículo es muy una excelente descripción de la pesima gestión de los doce años de la izquierda en Bogotá. Yo agregaría la responsabilidad d eClarita en el descalabro del carrusel de Bogotá, par alo cual ha actuado como su fiel amigo Samper, "todo fué a sus espaldas "
Sr-a. aceloja:
1- El país es d todos y Bogotá mucho +, ese cuento q no soy d la ciudad es cierto, d ñapa le digo q tampoco soy Colombiano d nacimiento. > dolor me imagino, sorryyy.
2- El caso Petro no tiene nada q ver con Garzón ni Samuelito, el uno xq fue Petro quien los tiró al agua con el carrusel y 2, xq Petro fue bloqueado en su intento d hacer una ciudad incluyente y equitativa, desde el mismo concejo corrupto; nada d esto le sucedió a los anteriores, básicamente xq hubo tajada en todo, burocrática y d esa corruptiva con el carrusel, donde hasta la GODOFACHURIA RECIBIO 2000´ Millones para no investigar al hoy detenido gobernador d Cundinamarca.
3- Siendo d Bogotá, cómo es q no sabe d la cantidad d funcionarios y concejales d PARTIDOS DERECHISTAS q participaron en la robiña?.
4-Los q ODIAN a Petro, se quedaron con las ganas d llamarlo corrupto, lo máximo es decirle inmoral, pero sin soporte; siguen ladrando como hacen los q se oponen al proceso Habana.
Mentiras que el concejo haya bloqueado la gestión de Petro. No estuvo de acuerdo con su POT (no tenía por que estarlo), pero eso está muy lejos de ser la única forma de gobernar. ¿no se ha preguntado porque DeRoux, García-Peña, Navarro y otros se le voltearon a Petro? ¿será que les picó el bichito del neoliberalismo? ¿no cree que esa misma razón influyó para que su gobernabilidad fuera pésima en el concejo?
http://www.elespectador.com/opinion/decision-bogota
Una columna redactada por un paraco-uribista-godo-laureanista.
1-Sabe don deivid?,tiene mucha razón, es mentira q el concejo haya bloqueado a Petro.
Es precisamente en la capital, el fortín político +importante donde Menos los concejales tienen autonomía y cómo, si es allí donde viven y residen los + importantes barones electorales y económicos q dan las directrices d cómo manipular, mentir, bloquear, robar el país y en este caso la ciudad. Es en Bogotá donde están los Conservadores, los Godofachos, los Furibista y los PeñalosaRota disfrazado de verde, los hijos y nietos de difuntos q deben estar felices x la continuidad d sus actitudes acechadoras d las q SuarezT muy bien habla y otros revolviéndose en los gusanitos, al ver a sus hijos en posiciones tan contrarias de las q alguna vez ellos fueron ejemplo.
cont..
2-Si señor,… no fueron ni son los pinches concejales.
Ahora, respecto d Navarro y otros vuelvo y le digo, xfa, lea mejor, en esta oportunidad debió notar q dije ´´IGvelez..tiene razón en algunas cosas.´´
Y No descalifiqué su comentario, solo dije q en ese tema estoy mejor informado.
Respecto d su link, ..q´ pereza; su línea final me refiere a su edad q unido a su estilo, habla dl gato.
Eres los de cuellito blanco????
Siempre resulta muy interesante leer al señor Vélez,es una muestra pequeñita y "moderada" del pensamiento de derecha pues expresa: su irrevocable vocación al lenguaje violento y discriminatorio cuando se refieren a aquellos con quienes no comparten su pensamiento; su consideración políticamente ingenua de ser ascépticos, neutrales y fuera de toda ideología...están tan convencidos que el capitalismo es un "hecho natural" y "normal" que cualquier idea fuera de ese estándar lo ven como "ideología" fuera de la realidad; su "talante democrático" que "promociona" la existencia de partidos de izquierda en las democracias, para conservar la apariencia (tan cara para ellos frente al que dirán de sus espejos añorados en europa y estados unidos), claro, siempre y cuando no gobiernen, pues a partir de ahí se acaba la fachada democrática. Además, refuerza el sr Velez la idea que un apellido, algo de plata y un procesador de texto permiten alcances nacionales a ideas flacas y terriblemente escritas.
Totalmente de acuerdo. Finalmente Peñalosa, quien esta ve no se equivocará, será el próximo alcalde. Es que a esta izquierda "pecueca" que ha mal gobernado a Bogota en los últimos 12 años hay sacarla para siempre de la administración de Bogota hasta que no tengan cuadros que valgan la pena, sean educados, no ladronzuelos de tercera como los que han acompañado a los tres "alcaldezuelos" que han electo. Fuera RATAS!
statutos quo? le metio fue rock a sus deshilvanados comentarios. busque como se escribe statu quo y hablando de ello lo mejor es continuar con la forma como se dirige Colombia, al fin al cabo ocupa los mejores lugares en distribucion del ingreso, equidad y en anticorrupcion.
Jajajajaaaa… pero mira quién habla de ideologías baratas, ineptos e inmorales.
Después d su larga, Intensa-extensa diatriba en contra d Clara y la izquierda, dice que ese no es el tema, sin embargo termina dándoles la estocada final en su muy chabacano estilo y alrededor d lo mismo.
IgVelez, ... ud puede tener razón en varias cosas, pero decir que Petro es incompetente Y SOBRE TODO inmoral ?, .. d verdad es la tapa; precisamente Ud. que no logró convencer a los cafeteros d sus habilidades y destrezas con el Lobby sobre todo que actuó tan descaradamente irregular con el caso d los Interbolsa, defendiendo a unos poderosos dentro de los mismos poderosos.
Eso sí es ser torpe Igvelez, no ver q se tiene rabo d paja.
Ahí si cuadra como dijo Caballero en Semana, … fuerte pero cuadra: ‘’ un pedo diciendo fo..!!
Incompetente, intolerante, pendenciero y destructor. parece que usted vive en otra ciuda do trabaja en la alcadía. Los que vivimos en esta ciudad y no trabajamos con Petro, sufrimos la tragedia en la que se ha convertido Bogotá, por cuenta de lso doce años de mala administración y que se han emporado com Petro.