El año que termina nos deja una buena noticia: entró en el estanque un nuevo delfín. Martín Santos, el hijo de Mr. Santos y Tutina, terminó sus estudios universitarios y comenzó la lenta pero segura marcha hacia la Casa de Nariño. Sí, señores. A este joven de 26 años ya empieza a caberle el país en la cabeza.
Es fácil seguir el curso de un delfín a través de las corrientes del poder una vez está en el océano. Tenemos a la vista el mejor ejemplo: Simón Gaviria. Representante a la Cámara a los 26 años, jefe del Partido Liberal, lector rápido de reformas, alumno aventajado en menudeo electoral, aspirante a ministro de Hacienda y, ahora, director de Planeación Nacional. Salvo por lo de la lectura, Simón hizo en ocho años lo que a cualquiera de nosotros nos tomaría tres vidas.
Sin embargo, ¿cómo da el brinco inicial el delfín? ¿Cómo pasa de las revistas del jet-set a la sección política de El Tiempo? ¿Cómo hace para saltar del río al mar? O, en términos técnicos, ¿cómo pasa de ser una Platanistoidea a un Delphinidae?
Tomando como caso de estudio a Martín, a continuación describo ese proceso en diez pasos, con rigor sociológico y veterinario. En el 2014, estimados lectores, Martín logró su transformación. El balance es absolutamente satisfactorio.
1. Ponga a pensar al país. La joven promesa debe incursionar en el periodismo de opinión. Si es en inglés, mejor. Allí consignará sus primeras ideas, que sin duda serán audaces. El público en general comprenderá que el parentesco del sujeto es una casualidad. Él en sí mismo es un talento nato.
Martín abrió su blog en el Huffington Post. Escribió dos entradas en un año. Material de sobra para chulear este paso.
2. Vuelva del extranjero. La joven promesa siempre vuelve del extranjero. Mejor en gerundio: la joven promesa siempre está volviendo del extranjero. Fue allí donde adquirió su primera dosis de realidad; fue allí donde toreó en plazas para las que usualmente se necesitaría estar peinando canas.
A comienzos de 2014, Martín pidió una licencia de tres meses para venir a acompañar a su papá. De Miami trajo un concepto revolucionario: el ‘bodyman’, conocido por estas tierras como ‘asistente’.
3. Vincúlese a una campaña política. Presidencial en lo posible; si es de su papá, aún mejor. Este es un paso obvio: si la joven promesa no tiene a la mano ninguna campaña política en la que pueda meterse, no es una joven promesa.
Martín como ‘bodyman’ de Vargas Lleras durante la campaña de su papá.
4. Póngase corbata. Agotados los tres primeros pasos, la joven promesa tendrá que amarrarse los pantalones y lucir corbata la mayor parte del tiempo. No puede ser de otra forma: un delfín siempre debe estar preparado para una reunión en el Gun Club.
5. Vuélvase un joven viejo. El delfín es por excelencia un joven añejo, un monumento prematuro, un tierno dinosaurio. Implica tanto forma como fondo: su semblante no debe ser amenazante; lo que dice, mucho menos.
El tono robótico no alcanza a eclipsar el esfuerzo de Martín. Por otro lado, las gacetas empastadas en cuero rojo le dan al ambiente un toque de tradición.
6. Busque una buena coloca. Este paso es similar al número tres. No es joven promesa aquel que no tiene un buen trabajo donde aterrizar en Colombia. El cargo debe tener un balance adecuado: ni presidente del mundo mundial ni vicefotocopiador (e). Una fundación es ideal. Algo con corte social y democrático, un escenario que haya creado alguien –el papá del joven, por qué no– para trabajar desinteresadamente por el país.
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Martín Santos, joven y exitoso director de la Fundación Buen Gobierno.
7. Ocasionalmente acompañe a su papá a un día en la oficina. El papá de la joven promesa debe entrar en escena de manera discreta. Pero debe estar, por supuesto. La mejor manera es que la joven promesa aparezca casi casualmente en el trabajo de su mentor.
Martín de gira por Europa con su papá. En política las millas de vuelo no se ganan leyendo libros.
8. Adule a otros pares de su especie. La joven promesa debe desarrollar un ojo clínico para reconocer delfines y tiburones, y los adulará cada tanto. El objetivo es regar todos los arbolitos a la espera de encontrar las mejores sombras.
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Martín completó este paso con honores. Esto es apenas un ejemplo.
9. Diga que no quiere hacer política. La joven promesa debe ensayar este libreto en múltiples modalidades: no soy político; me interesa el bien común; es por el país, no por mí; soy apenas un colaborador de la causa, etc.
La candidez de la respuesta funciona, aunque un psicoanalista diría que hay un mensaje pendiente del hijo al padre.
10. Haga política. Paso inescindible del anterior y último trecho del salto. La joven promesa dice que no hace lo que hace: opinar de todos los temas, convocar políticos, mojar prensa. La joven promesa probará la temperatura en distintas aguas y solo cuando vea el momento justo, aceptará su delfinazgo. Entonces podrá decir que tuvo una epifanía o que lo picó el bicho que en realidad traía desde la cuna. También podrá repetir algo sobre el bien común y su disposición de sacrifico. No importa. Para cuando sepamos la verdad –que la joven promesa seguía un instructivo minuciosamente preparado– él ya estará a mar abierto.
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Martín ensayando en el estrado que después usará en propiedad. A su derecha sonríe orgulloso Néstor Humberto Martínez, el Primer Escolta de la Nación.
A los dijes volverá en enero. Felices fiestas.
Se sabe y se conoce que Colombia es un Estado donde las élites políticas mandan y desmandan sin ningún rubor.
No será raro ver en un futuro cercano competencias electorales entre Santiago Pastrana y Martín Santos, o entre éste y Simón Gaviria. O Tomás Uribe y Miguel Samper...
Que buena nota! Deja en evidencia al futuro candidato, otro más de las variopintas castas políticas de este hermoso país de esquina. Me permitiré aportar un onceavo mandamiento del delfín que vate la cola con buen ritmo antes del famoso "patos al agua" electoral: ser algo bruto o decir bestialidades! En el caso de Martín Santos, Carlos nos ofrece dos perlas sensacionales... Bravo por desenmascararlo!!!!
¿Y los hijos de Uribe como entran en este análisis? ¿Será que quedan como virtuosos porque ellos de verdad no se metieron en política?
La claridad, la valentía y la independencia de Cortés no admite pausas. Su artículo es una verdadera pieza de sociología política; y de finas ironías y sarcasmos que nos arriman con más crudeza a la realidad colombiana.Es obvio que el caso de MS es apenas una muestra, existen muchos otros casos similares en Colombia, otro ejemplo, lo tenemos en Turbayito Quintero.
Si se comen el cuento de las FARC que se vayan despidiendo todos los delfines que están haciendo fila para seguir desbarajustando a Colombia.
Sr Cortés, ud es mucho sapo y lagarto. Lo que me entristece es que permitiéndole ser columnista, cada vez me convenzo más que la Silla Vacía se está vendiendo ahora que tiene más reconocimiento (: Se ve que es amigo de Pres Stos, otro corrupto difundiendo sus monarquías, nada de periodismo. Otro abogado que se cree pe periodista tomando bandos sin dolor?
Leerlo me hace creer d verdad q el gato si está n proceso de conversión.
Comparto lo de sapo xq exponer las mas " bajas pasiones" no es fácil de aceptar, las verdades en la cara duelen. Somos sin carácter para asimilar estas vainas.
Lo de lagarto si no cuadra en NADA y q LSV se ha vendido igualmente es aberrante . No se q tanto haya leído este portal, pero como informe básico le digo q los BLOGUERS tienen autonomía tanto en el el fondo y forma de los temas. Si acaso cabria su "vendido" si fuera el staff ppal de LSV. Y x allá este tipo de opiniones no creo se den NUNCA.
Buen artículo, los delfinazgos se ven en todos los sectores, el hijo de refisal por ejemplo en el periodismo deportivo, los hijos de Jorge Cárdenas cuando estaba en Federacafe lograron posiciones como dirigir Fedesarrollo, Colombia lamentablemente es un país de "palancas". Quisiera saber si quien acompaña a Martín en la foto del punto 3, es el concejal de Bogotá Julio César Acosta, el delfín del ex Gobernador de Arauca Julio Acosta Bernal, gracias.
Esto es parte de la endogamia politico-insestuosa characteristica de la politica LA y en especial de la Colombiana.
Buen artículo, los delfinazgos se ven en todos los sectores, el hijo de refisal por ejemplo en el periodismo deportivo, los hijos de Jorge Cárdenas cuando estaba en Federacafe lograron posiciones como dirigir Fedesarrollo, Colombia lamentablemente es un país de "palancas". Quisiera saber si quien acompaña a Martín en la foto del punto 3, es el concejal de Bogotá Julio César Acosta, el delfín del ex Gobernador de Arauca Julio Acosta Bernal, gracias.
ES la tradicion y lo hace bien ,nuevos lideres require el Pais debidamente formados,decentes,que tendran que defender el interes Nacional .
Si! gentes de bien......
ES la tradicion y lo hace bien ,nuevos lideres require el Pais debidamente formados,decentes,,que tend ran que defender el interest Nacional
Juassschhhh.. Jajajajja another one bites the dust.
Cortez no jugarà el amigo secreto, a cambio jugarà el enemigo NO OCULTO. YA tiene con Quien y varios.
Gracias Cortes, fue un placer leerlo en este año. Espero q vuelva y no desaparezca como Parra.
Yo también ya casi me despido, voy para Puertorro la Isla del encanto-allá donde nunca iría el gato, sus castos oídos no resisten tanto-, y con la nueva Cuba, la de HOY y estando ahí cerquita, lo mas probable es q una buena dosis de Son y Timba Cubana se incluya en el itinerario.