Fuera de Palacio, los uribistas se han dedicado a coleccionar evidencias de que Álvaro Uribe piensa aspirar a una segunda reelección. El problema es que en Palacio "Lina y los niños" piensan otra cosa. Según fuentes cercanas a la familia presidencial la Primera Dama está segura de que el 7 de agosto del 2010 estará en su finca en Río Negro, Antioquía con su esposo. ¿Quién lo conocerá mejor?
Con el nombramiento del ex alcalde de Montería Carlos Eduardo Correa como viceministro de Agua, Cambio Radical se gana un aliado importante en el único departamento Caribe donde no es fuerte.
Correa, que es amigo personal del ministro de Vivienda Luis Felipe Henao, fue elegido sobre el ex alcalde de Manizales Jorge Eduardo Rojas. Henao, que es de Cambio, le explicó a La Silla que lo eligió porque "Correa fue uno de los alcaldes estrella del país (...) ya conoce como ejecutar, ahora será de gran apoyo para llevar estas ejecutorias a nivel Nacional, será un gran viceministro."
Efectivamente, Correa salió de la alcaldía con la imagen de ser un buen gerente y resultados notorios en cobertura de acueducto y alcantarillado y reducción de pobreza, como señaló hoy el presidente Juan Manuel Santos. Y de vivienda, pues la ciudad fue una de las grandes beneficiadas del programa bandera del vicepresidente Germán Vargas y de Henao.
Eso ha hecho que Correa se convierta en una carta fuerte en la política cordobesa, a la que le suma dos atributos.
Uno es su relación con El Meridiano de Córdoba, el principal medio de ese departamento y del vecino Sucre. El nuevo vice está casado con María Victoria Salleg, hija del dueño del diario William Salleg.
Y la otra, es que se puede mover con independencia de quienes fueron sus padrinos electorales para llegar a la alcaldía en 2011 en su primera campaña electoral: ya en la segunda vuelta de 2014 él apoyó a Santos, mientras que el hoy alcalde Marcos Daniel Pineda, la senadora Nora García y el representante David Barguil, todos conservadores y quienes le pusieron los votos, estuvieron con Óscar Iván Zuluaga.
Aunque el nombramiento no significa automáticamente que Correa entre a Cambio Radical, sí deja a ese partido con una nueva pata en Córdoba. Y a los conservadores, específicamente al grupo de Barguil, García y Correa, con un nuevo aliado en el Gobierno, justo cuando están debatiendo la entrada a la Unidad Nacional o a la gaseosa Unidad para la Paz.